La Costa Caribe de Nicaragua vivió durante mucho tiempo en total abandono, hasta que la historia cambió con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, donde se empezaron a producir cambios en la vida de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes.
El inicio del camino
El 7 de septiembre se cumplen 34 años de la aprobación de la ley nº 28-estatuto de la autonomía de las regiones de la costa Atlántica de Nicaragua (promulgado el 30 de octubre de ese mismo año).
Este estatuto estableció el Régimen de Autonomía de las Regiones en donde habitan las Comunidades de la Costa Atlántica de Nicaragua, en el cual se reconoció los derechos y deberes propios que corresponden a los habitantes de la Región Autónoma, de conformidad con la Constitución Política.
A través de ello la constitución política reconoce la naturaleza multiétnica de Nicaragua, la existencia de los Pueblos Indígenas, su derecho a mantener su identidad y cultura, tener sus propias formas de organización social, administrar sus asuntos locales y mantener las formas comunales de propiedad de sus tierras, como ejercicio de autodeterminación.
Esta restitución de derechos es gracias al programa histórico del FSLN que dentro de sus propósitos estaba el de acabar con la discriminación hacia los indígenas miskitos, sumos, zambos y negros.
Definiciones de dicha ley
Se denominaron dos regiones autónomas (a partir de los principios constitucionales y fundamentalmente en el Estatuto de Autonomía), Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) y Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). La primera con seis Municipios y una extensión territorial de 35,463 kilómetros cuadrados y la segunda con nueve municipios y una extensión territorial de 15,677 kilómetros cuadrados.
Se establecieron pautas para echar a andar el régimen político administrativo y sub división política y territorial de ambas regiones autónomas; de igual forma se establecieron en él las atribuciones, competencias y deberes, garantías de sus habitantes y de las comunidades étnicas y pueblos indígenas.
Abriendo nuevas etapas
Esta autonomía fue trascendental porque cerro y abrió una nueva etapa en el desarrollo, además ha sido ejemplo y un rayo de esperanza a otros pueblos indígenas que luchan por el reconocimiento a sus procesos autonómicos y la seguridad jurídica de sus tierras.
El FSLN ha realizado enormes avances en temas de educación, salud, infraestructura y comunicación y continuara impulsando el desarrollo.
Por: Esperanza Balladares.