Compartimos un artículo de Carlos Fonseca Terán, titulado «Unida, Nicaragua triunfará frente al COVID19». A continuación se presenta el texto:
Finalmente y como era de esperarse, el virus está aquí. El pueblo organizado continúa actuando conforme al plan de enfrentamiento orientado por nuestro Gobierno e implementado en barrios y comunidades, y cada quien debe cumplir más estrictamente que antes las medidas relacionadas con los hábitos personales y la conducta: Lavarse las manos con frecuencia; no tocarse los ojos, la nariz ni la boca; reducir en lo posible el contacto físico con otras personas y tratar de mantener una distancia adecuada; cubrirse la boca con el antebrazo al toser; usar mascarilla en caso de tener síntomas (tos y fiebre). No ir a comprar cosas a lo loco, acaparando jabones, gel de mano, mascarillas y menos aún, papel higiénico, que francamente y con el debido respeto, es ridículo. Si nadie acapara nada, a nadie le faltará nada. Si se acaparan los productos necesarios para enfrentar el virus, los demás quedaremos más expuestos al contagio y eso al final terminará exponiendo a los propios acaparadores. En el famoso caso del papel higiénico, si bien no es indispensable para enfrentar el virus, es un producto necesario en nuestra vida diaria y es absurdo que desaparezca por una conducta de rebaño sin sentido alguno.
Es importante que las personas de la tercera edad y las que tienen padecimientos crónicos de tipo cardiovascular, respiratorio, entre otros, extremen las medidas de prevención del virus. Otra recomendación importante y poco divulgada es el cuidado en el uso de los celulares, ya que la pantalla táctil de éstos es tan sucia como el dinero, por lo cual de nada sirve lavarse las manos antes de comer, si después de lavadas tocamos con ellas las pantallas de los celulares, que es recomendable limpiar diario con servilleta descartable o toallita, ligeramente humedecidas.
Y así como el pueblo organizado, con el sandinismo al frente se despliega en completa disposición combativa frente a este nuevo enemigo de todos, que no hace distinciones de ningún tipo, los puchos llegan a la máxima expresión de la estupidez tomando como aliado al virus, y continúan con su plan desorientador. Nuestro gobierno está siguiendo estrictamente un protocolo basado en las recomendaciones de los organismos internacionales autorizados en esta materia y aplicado a nuestra propia realidad, en la que a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos y varios países de Europa, tenemos un sistema de salud al servicio del pueblo, accesible a todos los ciudadanos, y un nivel de organización comunitaria que permite la participación colectiva del pueblo en el enfrentamiento a cualquier amenaza de este tipo o de cualquier otro. Quienes insisten criminalmente en tratar de desorientar al pueblo para sacar mezquinos e inciertos réditos políticos, han llegado al colmo de pedir a la OEA que “convenza” a nuestro Gobierno de seguir las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, pero los representantes de estas instituciones en nuestro país han declarado públicamente que el Gobierno de Nicaragua está actuando correctamente y hasta lo han felicitado por lo pertinente de las acciones tomadas, por el modelo de salud comunitaria que tenemos y por la capacidad de organización demostrada. Tan dañino es no tomar las medidas necesarias como tomarlas anticipadamente o tomar medidas extremas sin que sea estrictamente necesario hacerlo, así como copiar otras experiencias que además de responder a otras realidades económicas y otras culturas, ni siquiera han dado resultados satisfactorios hasta ahora.
Los traficantes del odio olvidaron muy pronto su gran mentira que ya ha quedado en evidencia, de que el Gobierno estaba escondiendo los casos, y ahora se ponen histéricos atribuyendo la entrada del virus a la decisión de no restringir la entrada al país de personas provenientes de otros países, pero en El Salvador se restringieron las entradas y su primer caso apareció el mismo día que el nuestro, demostrándose así que el perjuicio de las medidas extremas y prematuras no se compensa con su efectividad. Restringir las entradas al país antes de tiempo causaría en nuestro caso un impacto material que implicaría parálisis económica, desempleo y por tanto, deterioro masivo en las condiciones de vida del pueblo, lo cual nos expondría aún más al virus e implicaría más víctimas mortales. Lo mismo es válido para la medida de la cuarentena, tomando en cuenta que la mayoría de los nicaragüenses obtienen el sustento a través de su trabajo diario por cuenta propia o como pequeños empresarios y comerciantes.
Bueno, hermanas y hermanos, a seguir enfrentando unidos todos los nicaragüenses a este enemigo común, cada quien cuidando a los demás y a sí mismo, de forma disciplinada y organizada, cumpliendo cada quien con lo que le corresponda en su barrio o comunidad, y acatando las recomendaciones en nuestros hábitos personales. Y no lo olviden: POR PEORES COSAS HEMOS PASADO, y sin duda alguna SEGUIREMOS VENCIENDO. Tal como ha dicho alguien sabiamente, el enfrentamiento al COVID19 no puede ser más difícil que el enfrentamiento a la MARA19, pero seguro será igual de victorioso.
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