El expresidente de Haití fue víctima de Estados Unidos que ocupó el país con la fuerza militar internacional. Aristide fue llevado a Sudáfrica donde permaneció en el exilio.
El 29 de febrero de 2004, el presidente electo de Haití Jean-Bertrand Aristide, fue obligado a abandonar su país. Un golpe de Estado, apoyado por Estados Unidos y Europa, sumió al país en una crisis económica, política y humanitaria.
Jean-Bertrand Aristide, fue secuestrado por un comando de fuerzas élites militares estadounidenses, luego de recibir las amenazas de “emisarios” franceses. El Presidenre fue bligado a abandonar su país, y llevado a la República Centroafricana y a Jamaica, finalmente lo dejaron en Sudáfrica, país que lo recibió y lo reconoció como presidente legítimo.
Aristide denunció, una y otra vez, la ilegal situación que produjo un caos político y social en su país. Sin embargo nada ocurrió.
En 2004, miles de haitianos salieron a las calles de Puerto Príncipe para exigir su regreso. Los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Unión Africana desconocieron el gobierno de Gerard Latortue. La respuesta de la comunidad internacional fue la ocupación del país por una fuerza militar internacional.
Ocupación estadounidense (1915-1934)
Tras el asesinato del presidente haitiano Jean Vilbrun Guillaume Sam en julio de 1915, el presidente Woodrow Wilson envió hacia Haití tropas de marines estadounidenses, con el objetivo de «restaurar» el orden y «mantener» la estabilidad económica y política en el Caribe. Esta ocupación continuó hasta agosto de 1934, cuando las últimas tropas invasoras abandonaron las costas haitianas.
El gobierno de EE.UU. aseguró que el objetivo de dicha intervención era el de «mantener» la paz y «ayudar» a estabilizar el gobierno haitiano. La ocupación duró hasta 1934 y en este tiempo, fueron ellos quienes controlaron la república a través de un gobierno títere haitiano.
La ocupación estadounidense de Haití alegaba pretender construir un gobierno democrático que durara una vez que las fuerzas ocupantes se retiraran del suelo haitiano.
Inestabilidad política y salida de la Minustah
Haití es conocida como una nación con inestabilidad política e imposible de Gobernar. Un reflejo de ello, fue el derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en 2004, más recientemente, en el 2014, la renuncia del primer ministro Laurent Lamothe en medio de protestas antigubernamentales.
Además, desde hace tres años este país se encuentra sin Parlamento debido a la imposibilidad de organizar elecciones por lo que Martelly ha gobernado por decreto, situación rechazada por numerosos partidos de oposición.
Asimismo, la participación popular en los comicios es considerada pírrica. Para la primera vuelta de las elecciones parlamentarias, más de cinco millones de haitianos estaban a convocados, sin embargo, la participación no superó el 20 por ciento.
Por otro lado, la nación avanzó en relación a la disminución de la violencia durante los comicios. Recientemente, durante la 70 Asamblea General de la ONU, Martelly aseguró que el pueblo haitiano ha dado muestras de «madurez política» y de que «es capaz de tomar las riendas de su destino». De esta manera, en el 2016 la nación deberá seguir su camino hacia la salida definitiva de la Misión de Estabilización de Haití (Minustah), que llegó a esa nación en 2004 y que hasta el momento podría extenderse un año más.
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