En una velada en la Universidad de Panamá para conmemorar los 201 años de la independencia centroamericana, el 15 de septiembre de 1821, el diplomático se refirió a la gesta que los une con naciones de la región como Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras.
Valió la pena todo el esfuerzo de nuestros pueblos y sus próceres, según explicó, con historias, situaciones y personalidades semejantes, para consolidar los beneficios que dispone hoy la población nicaragüense.
El embajador citó entre las conquistas sociales en su país el sistema sanitario comunitario familiar, la presencia de servicios de emergencia, hospitales y profesionales de la salud; a lo que se suma, dijo, la paz social y un sistema de educación pública de alta calidad.
Ortega evocó además el legado del general de hombres y mujeres libres, Augusto César Sandino, y sus sueños de total vigencia sobre la unidad latinoamericana en su enfrentamiento al enemigo común: los sucesivos gobiernos de Estados Unidos y sus políticas injerencistas y de dominación territorial.
En la conmemoración, el catedrático Jaime Flores también disertó sobre el rol del istmo en la contienda libertaria regional y en particular hasta alcanzar su independencia, un proceso desarrollado entre el 10 y el 28 de noviembre de 1821, para romper los lazos que existían entre Panamá y el Imperio español, dando así término a más de 300 años de vida colonial,.
En su comparecencia, Flores resaltó el rol protagónico de lo que llamó el sujeto histórico, en alusión a la lucha de indígenas, afrodescendientes y campesinos, un sector invisibilizado por las élites, señaló.
Al acto conmemorativo asistieron los embajadores de Cuba, Lydia Margarita González; y de Honduras, Candelario Reyes; así como representantes de las legaciones de Venezuela y Bolivia, lideres de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, miembros de grupos solidarios, profesores y estudiantes universitarios.
Fuente: Prensa Latina