El Coronel Santos López, nació en Yalagüina, municipio de Madriz, en diciembre de 1914. De origen campesino, desde temprana edad empezó a trabajar en las fincas vecinas, para ayudar a su mamá, ya que su padre se había desobligado completamente de sus cinco hijos.
Justamente, por el duro trabajo en el campo, Santos López entendió la dureza de la vida y los sufrimientos de los campesinos a causa de la intervención yanqui y la explotación a la que eran sometidos. Esto lo llevó a consagrar su vida por la libertad de Nicaragua.
Desde los doce años, dedicó su vida a ser un revolucionario, luchador incansable, dirigente militar y político, que se incorporó activamente y en primera fila a la lucha popular.
Encuentro con el General Sandino y lucha por la liberación de Nicaragua
Santos López, en 1926, a los doce años, tuvo la oportunidad de encontrarse con el General Sandino durante la Guerra Constitucionalista. Este acercamiento cambiaría su vida para siempre, desde entonces fue admitido en la tropa y combatió tenazmente la intervención norteamericana, empezó a luchar primero con el llamado «Coro de Ángeles», luego como parte de Los Palmazones, y después, como combatiente y jefe de los adultos. Se ganó el grado de Coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional a los 18 años, en grandes combates.
Posteriormente, el 21 de febrero de 1934, el Coronel José Santos López fue parte del equipo de confianza del General Augusto C. Sandino, por lo que lo acompañó a la funesta reunión con Juan Bautista Sacasa en Managua, en la que, por órdenes de Anastasio Somoza García, la Guardia Nacional, capturó y asesinó al General Sandino y a los generales, Juan Pablo Umanzor y Francisco Estrada.
Cuando la Guardia Nacional, atacó la casa de don Sofonías Salvatierra, donde Santos López se encontraba con Sócrates Sandino (hermano del General Sandino), el Coronel logró escapar herido. Debido a que no conocía Managua, se orientó por las vías del ferrocarril, hacia León, a un lugar que él conocía. Logró salvaguardar su vida y fue el único sobreviviente de aquella funesta noche del 21 de febrero.
Participación en la fundación y primeras acciones del Frente Sandinista
En el año 1960, fue contactado por Carlos Fonseca y al año siguiente formó parte de aquel grupo de hombres insignes y valientes que fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Luego, en 1963, asumió con valor el cargo de Jefe militar de la guerrilla del Patuca (Raití-Bocay).
El Coronel Santos López se encargó de la preparación de los guerrilleros, les compartía estrategias, teoría política y acciones militares. También, era el responsable de preparar a los jóvenes que se integraban a la lucha.
Al Coronel le preocupaba la preparación política de los integrantes de la guerrilla, por lo que todos los días realizaba círculos de estudio rotativos, siendo los instructores más escuchados Silvio Mayorga, Tomás Borge y Bayardo Altamirano, quienes dominaban los temas.
Además, realizaban prácticas con regularidad que consistían en preparar emboscadas rápidas, recuperación de armamento y retiradas, también aprendieron a borrar y dejar huellas caminando de retroceso para confundir al enemigo; cómo orientarse por medio del viento, del sol, color de los árboles sin necesidad de una brújula. El Coronel tenía aproximadamente 48 años y a pesar de su edad, era muy ágil.
Sin duda, la experiencia vivida a lado del General Sandino, fue de suma importancia para la formación de nuevas generaciones de combatientes y dirigentes del FSLN. Transmitió no solamente la táctica que aprendió con Sandino, sino también los ideales revolucionarios por los que había luchado tantos años en el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional.
El Coronel Santos López, uno de los grandes de la historia en Nicaragua
Pasó a otro plano de vida, por un padecimiento crónico, en La Habana, Cuba. Tenía 51 años, 7 heridas de bala en su cuerpo y había sobrevivido a alrededor de 216 combates.
La Asamblea Nacional lo declaró Héroe Nacional el 2 de Marzo de 1984, mediante el Decreto 1410. Tenaz e incasable combatiente, fue reconocido como “Símbolo vivo del encuentro de las nuevas y viejas generaciones de sandinistas”.
Sus restos, regresaron a Nicaragua en 1983, después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista y descansan en la Plaza de la Revolución, en el Mausoleo del Parque Central de Managua, junto al Comandante Carlos Fonseca y el Comandante Tomás Borge.