Este 5 de agosto recordamos uno de los tantos pasajes de traición ejecutados contra nuestra patria, la firma del tratado Chamorro-Bryan en 1914, con el cual la oligarquía conservadora en manos de la familia Chamorro confirmaba el estatus de protectorado de Nicaragua, de neo colonia del imperialismo yanqui. Comparto a continuación un resumen sobre quienes firmaron esta traición, como obtuvieron el poder para hacerlo y que entregaron en el proceso a sus amos del norte.
Inicio del plan entreguista
Estamos seguros que la firma del tratado Chamorro-Bryan no se trató de un evento aleatorio e independiente, al contrario, su ejecución formó parte de un plan mucho más grande y antiguo, basado en el deseo de los Estados Unidos de Norteamérica de anexar el territorio nicaragüense como suyo propio, bajo un modelo neo colonial; como se intentara en 1850 con el tratado “Clayton-Bulwer” entre Estados Unidos e Inglaterra, como lo expresara de forma explícita Peter Scout en 1859, o la imposición de los “Acuerdos Dawson” en 1910; todos estos intentos como parte de la naciente y deformada doctrina Monroe, y los incesantes deseos de expansión imperialista de los norteamericanos desde el siglo XVIII, en busca de riquezas naturales, una ruta para la construcción de un canal interoceánico y la imposición de la “Dollar Diplomacy” de sus grandes bancos.
Sin embargo, con la revolución liberal de José Santos Zelaya estas pretensiones se vieron se vieron dificultadas, pues, el gobierno liberal velaba por la independencia y soberanía en la toma de decisiones políticas con respecto al país, creando con esto fuertes diferencias con el señor Knox, secretario de estado del gobierno imperial; tales intereses de soberanía rápidamente llevaron al señor Knox a hostilizar Nicaragua; Zelaya escribió en su momento:
“Conocéis también la actitud hostil de una poderosa nación extranjera que, contra todo derecho, ha intervenido en nuestros asuntos políticos, y presta públicamente a los rebeldes los auxilios que le han implorado…” *
Estos “rebeldes” terminaron generando la renuncia del presidente Zelaya tras la famosa nota Knox, imponiéndose de esta forma la oligarquía conservadora liderada por Juan Estrada, Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro; ubicando a Estrada como presidente por dos años y designando a Díaz como sucesor directo al “nuevo trono”, pagando a la vez, este nuevo gobierno las reclamadas “indemnizaciones” al gobierno yanqui.
Oligarquía en el poder, forjadores de la nueva colonia
El grupo de oligarcas ya estaba a la cabeza, y ante el descontento popular y evitar ser derrocados, en 1912, llamaron a la intervención por parte de los marines norteamericanos; el plan continuaba, fue de esta manera que, en 1914, Emiliano Chamorro como embajador plenipotenciario de Adolfo Díaz en Washington se reúne con Jennis Bryan, secretario de estado del gobierno norteamericano, donde ambos firman el ignominioso tratado de la vergüenza, denominado Chamorro-Bryan ese 5 de agosto.
Y, ¿Qué se le entregaba a Estados Unidos con este tratado?, no era, otra cosa que la confirmación del entreguismo neo colonial, la aberrante traición a la independencia y la sumisión total ante los grandes capitales y la “Dollar Diplomacy” de los bancos yanquis, veamos que este tratado permitía a los norteamericanos lo siguiente:
- Construcción de un canal interoceánico
- Ejercicio de soberanía sobre las áreas necesarias del territorio.
- Facultad de construir bases navales en el golfo de Fonseca y las islas del maíz.
Como ridículo pago, el imperio entregaría 3 millones de dólares a los oligarcas conservadores, dinero que sería usado para pagar deudas ante los mismos bancos en Washington; sumado a esto se ofreció a los yanquis una cláusula que permitía la renovación del tratado por 99 años más.
Traición y entreguismo para convertir a Nicaragua en una colonia, fue solo hasta 1925 que el gobierno yanqui ofrecería el retiro de las tropas de marines tras las elecciones de ese año, sin embargo, el nuevo golpe de estado ejecutado por Emiliano Chamorro tras las elecciones desembocaría en la guerra constitucionalista ante la imposición de Adolfo Díaz nuevamente en el poder, con esto la aparición del General Sandino que abonaría al surgimiento de la clase oprimida en busca de su verdadera libertad y quien no dudaría en abogar por la revisión y cancelación del tratado Chamorro-Bryan en las negociaciones de paz de 1933.
Es una historia marcado por traiciones y lucha la de nuestra patria, en defensa de su dignidad, libertad y soberanía; como ayer Sandino, ahora el Frente Sandinista con el comandante Daniel Ortega a la cabeza enarbola la bandera de esta verdadera independencia y dignidad, ante los traidores de ayer, siendo los mismos hoy, y ante el poderío imperialista, pues, ni con aquel tratado pudieron hacer de Nicaragua su garito de perdición, ni hoy podrán doblegar la gigantesca masa de consciencia e ideas que deambula esta tierra bendita y siempre libre, abonada con la sangre de Diriangén, de Zeledón, de Sandino, de Fonseca y los centenares de miles de héroes de esta patria.
Escrito por Alonso.
Referencias:
- Pensamiento Antimperialista en Nicaragua, Antología, 1982.
- Ramirez, S. Sandino Siempre, 1980.
* IES. Pensamiento Antimperialista en Nicaragua, Antología, 1982, pp. 69
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