Compartimos un artículo de Carla Caldera, titulado «Tania la flor silvestre del río grande». A continuación se presenta el texto:
Desde un edificio de Berlín Occidental, la argentina Laura Gutiérrez admiraba una ciudad partida en dos. Era 1964 y Alemania aún estaba dividida por el Muro de Berlín. La mujer en cuestión no era una turista cualquiera, ni siquiera era la persona que decía su pasaporte: se trataba de Tamara Bunke, una compañera del servicio secreto cubano cuyo nombre clave era Tania. Pronto viajaría a Sudamérica a cumplir la misión más importante de su vida. Mientras, divisaba el Berlín Oriental donde había pasado su juventud; incluso alcanzaba a ver el edificio donde vivían sus padres, a quienes nunca volvería a ver.
El 19 de noviembre de 1937 nació en Argentina, Haydée Tamara Bunke Bider, mejor conocida como Tania. Sus padres, los alemanes Erich Bunke y Nadia Bider, habían dejado su natal Alemania para huir de los nazis. Él porque era miembro del Partido Comunista y ella porque era judía.
En Argentina nacieron sus hijos, Tamara y Olaf, quienes crecieron en una casa donde eran comunes las visitas de intelectuales y activistas de izquierda. Tras la caída de Hitler, la familia volvió a Europa. Tania sufrió al abandonar su amada Argentina, aunque se sintió cautivada con su nueva patria: la República Democrática de Alemania (RDA), la mitad de un país que se dividió en dos tras ser derrotado en la Segunda Guerra Mundial.
Tamara era muy activa, lo mismo en el estudio que en los deportes, hablaba cuatro idiomas, dominaba el tiro con arco y estudiaba Letras. A estos intereses se unió pronto el del activismo político; ingresó a los 14 años a la Juventud Libre Alemana y después al Partido Socialista Unificado Alemán.
A los 22 años tuvo un encuentro que cambió su vida. Acababa de triunfar la Revolución en Cuba y el nuevo gobierno, encabezado por Fidel Castro, enviaba emisarios en busca del apoyo de otras naciones con gobiernos socialistas. Fue en su papel de presidente del Banco Nacional de Cuba que Ernesto Guevara, mejor conocido como el “Che”, visitó la RDA.
La efigie del guerrillero argentino ya era un símbolo de lucha y revolución para los jóvenes, y Tamara Bunke no era la excepción. Su excelente español hizo que la eligieran como traductora del “Che”, a quien cautivó. En ese mismo encuentro Tamara conoció a Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba, quien la invitó a pasar una temporada en la isla, donde trabajó como traductora en el Ministerio de Educación y como voluntaria en el campo. El “Che”, que no la había olvidado, propuso reclutarla como espía . Tamara aceptó y eligió su nombre clave: Tania.
Tania recibía instrucción militar en las mañanas y, por las tardes, el agente Ulises Estrada la visitaba en su casa para prepararla en tareas de inteligencia.
Tania aprendió a escribir y descifrar mensajes en clave, a utilizar armas y fabricar explosivos, a instalar y desinstalar equipos de transmisión, radiotelegrafía y a sobrevivir en la selva, donde debía obtener el agua y los alimentos por su cuenta. Tras graduarse fue reubicada en Praga, donde se diseñó la identidad para su próxima misión. Así nació Laura Gutiérrez Bauer, el personaje que interpretaría los próximos años.
El 31 de agosto de 1967, Tania fue emboscada y asesinada. Le faltaban menos de dos meses para cumplir 30 años de edad.
Desde 1998 sus restos descansan en el mausoleo erigido al “Che” Guevara y a sus compañeros, en la ciudad de Santa Clara, Cuba.
“Tania era una joven alegre, sentimental y romántica. Soñó, amó, y tenía hermosas ilusiones para un futuro; sin embargo, en ella primaron sus altas metas, el cumplimiento del compromiso contraído y del deber revolucionario”, reseñó José Gómez Abad en su libro Cómo el Che burló a la CIA.
Fuentes:
[1] https://www.google.com/amp/s/www.telesurtv.net/amp/news/tamara-bunke-comandante-tania–20181119-0022.
[2] https://www.google.com/amp/s/www.muyinteresante.com.mx/historia/tamara-bunke-companera-che-guevara/
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