Por Fidel Castro
El presente documento no constituye una simple lista de normas éticas, formula valores y principios sustentados por la Revolución que adquiere hoy mayor relevancia. Se inscribe en el conjunto de acciones éticas a las que nos convoca la Revolución Socialista por su propia naturaleza popular y sus humanos objetivos estratégicos.
Estos constituyen un culto a la dignidad y sensibilidad del hombre, desde posiciones marxistas leninistas y en síntesis con la más avanzada tradición nacional que, al sentir de José Martí, considera que «Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada como con la pública, a su Patria».
En correspondencia con ello, nuestros cuadros han de hacer suyos los siguientes preceptos:
- Ser sinceros, no ocultar ni tergiversar jamás la verdad. Luchar contra la mentira, el engaño, la demagogia y el fraude.
- Cultivar la vergüenza, el honor y la dignidad.
- Fomentar y cumplir la disciplina, el respeto y la lealtad al Partido, a la Constitución y demás leyes.
- Educar y practicar la exigencia y el respeto consigo mismo y con los demás.
- Ser estricto cumplidor de los compromisos y de la palabra empeñada.
- Ser honrado y practicar consecuentemente la crítica y la autocrítica.
- Considerar como actitud dañina el espíritu justificativo, la inacción frente a las dificultades y errores y la ausencia de iniciativas.
- Saber rectificar buscando soluciones nuevas para problemas nuevos y viejos.
- Combatir la apatía, la indolencia, el pesimismo, el hipercriticismo y el derrotismo.
- Vincularse con los trabajadores y el pueblo, demostrar respeto y confianza en ellos y sensibilidad para percibir sus sentimientos, necesidades y opiniones.
- Basar las relaciones de amistad en la coincidencia de los principios y en la moral revolucionaria.
- Mantener una correcta administración de los recursos del Estado.
- Utilizar las prerrogativas y facultades inherentes al cargo así como los medios y recursos conferidos, sólo para los requisitos del trabajo.
- Observar en su actividad laboral y social un estilo de vida que le haga acreedor al respeto y la confianza de los demás.
- Entregarse por entero y con amor al desempeño cabal de la responsabilidad encomendada.
- La administración estatal no confiere ningún derecho, ni ninguna preferencia sobre los demás que no cumplen esas funciones.
- La corrupción denigra tanto a quien incurre en ella como a quien la tolera.
- Compartir con los subordinados las dificultades y los grandes esfuerzos, aportando y exigiendo todo el empeño y consagración necesarios.
- Apoyarse en el razonamiento colectivo y en la capacidad personal para tomar decisiones.
- Decidir, dentro de las facultades que le corresponden, sin aguardar por orientaciones superiores innecesarias, y sin temor a las consecuencias de un eventual error personal.
- Desarrollar la disposición al diálogo y la comunicación efectiva con el colectivo.
- Ser discreto y viabilizar la información pública.
- Fomentar una política de cuadros sobre las bases del mérito y la capacidad.
- Mostrarse solícitos ante los problemas de los/as compañeros/as.
- Considerar la competencia profesional, la integridad moral y el mejor derecho del trabajador sobre la base de la idoneidad y la capacidad real probadas.
- Asumir la autoridad otorgada como un honor y un compromiso, nunca como una ventaja personal.
- Asumir y contribuir conscientemente, desde sus funciones, a defender, preservar y ser fieles a los principios que entrañan la Patria, la Revolución y el Socialismo.
Creo en el hombre, creo en las ideas, creo en la capacidad humana… pero lo que distinguen al hombre de las demás especies vivientes, es la conciencia.
… el hombre tiene más virtudes de lo que se imagina… la gente tiene muchas más cualidades de lo que se imagina y nuestro deber es descubrir esas cualidades, estimularlas, promoverlas, desarrollarlas en nuestros compatriotas, sí, es una mina infinita.
… hay que trabajar con los ciudadanos en concreto, uno por uno… discutir todo el tiempo lo que haya que discutir, explicar todas las veces que haya que explicar. Enseñar, educar, no se puede hacer trabajo político en abstracto.
… Profundizar en los conocimientos, en las ideas, en lo que pasa aquí en lo que pasa en el mundo. Ser franco, ser valientes, ser veraces.
… Hoy tenemos que seguir siendo de Patria o Muerte, pero además, tenemos que convertirnos en administradores, y en buenos administradores.
… entonces poseer cualidades, conocimientos y experiencia en materia económica y en cuestiones de administración, se vuelve cada vez más importante…
… porque no se puede cuestionar el amor de nuestros cuadros por sus fábricas y por todo, pero es amor puro y tiene que ser amor fecundo, un amor que dé frutos.
… cuando hablamos de libertad y de descentralización, es para hablar de más eficiencia, no debe servir jamás para ser menos eficientes, o para malgastar, o despilfarrar o hacer lo que le dé la gana a alguien con los recursos.
… ningún interés debe prevalecer por encima de los intereses de la nación, ningún interés personal, ni de empresa debe prevalecer por encima de los intereses del país. Ese debe ser un principio sagrado, a medida que descentralicemos o demos facultades, más libertad para manejar las cosas con más eficiencia.
Hay que pensar en el colectivo de dirección, las tradiciones, las ideas, los principios.
… Pienso que eso debe ser como un voto de pureza o de renuncia que tiene que hacer cada cuadro… El desinterés, el desprendimiento, la idea a la unidad y la idea de que los hombres, cada vez más, iremos cediendo en nuestro papel, en nuestras funciones, a la tarea y al esfuerzo colectivo. Eso es clave.
Nosotros seguiremos con nuestros programas y con nuestros planes, con la necesaria descentralización que se ha planteado y, a la vez, con la necesaria supervisión para no caer en la anarquía capitalista, que es su mayor desgracia.
… el sistema capitalista produce bestias, el sistema socialista en nuestro país, en nuestra Revolución produce seres humanos. Produce un hombre diferente.
… ser revolucionario es ascender al escalón más alto de la especie humana. Hagamos nuestra esa idea.
Una de las cosas que tenía el Che, era su capacidad de promover esas virtudes y el método mediante el cual lo alcanzaba, fundamentalmente, con su ejemplo.
Los recursos humanos, bien organizados, cuánto pueden aportarnos, los conocimientos que tenemos, cuánto pueden ofrecer y producir; la buena voluntad de los trabajadores, el entusiasmo con que apoyan todas las tareas de la Revolución, cuánto pueden contribuir al avance de nuestra patria y a la solución de los problemas y dificultades más apremiantes.
… Pero somos humanos y tenemos defectos, tenemos que revisarnos constantemente… y tenemos que seguir la idea de que nuestros méritos no son suficientes, que nuestros conocimientos no son los suficientes, que nuestras virtudes no son las suficientes, y cada día, y hasta el último día, hay que tratar de ser mejor, conocer más, cultivar las virtudes, luchar contra cualquier debilidad, cualquier tendencia a la vanagloria, a la vanidad, y en los más jóvenes que nosotros, contra cualquier tendencia a la ambición personal.
Tenemos que levantar una montaña de acero contra la cual se estrelle todo …. tenemos que asegurar la supervivencia de nuestra Revolución contra cualquier desvío, contra cualquier peligro, externo o interno, hoy, mañana y siempre.
… hagámoslo no solo por el progreso y bienestar de nuestro pueblo; hagámoslo por las hermosas ideas que defendemos, hagámoslo para combatir ese insolente y despiadado sistema capitalista que no tiene porvenir, por inhumano, por caótico, por anárquico.
«La peor enfermedad, la más terrible, la más dramática que pudiera existir en el orden político, social e histórico para nuestra patria, es que un día esta Revolución sea destruida por los mismos Revolucionarios… Contra eso hay que estar inmunizado al ciento por ciento» (Comandante Fidel Castro Ruz)
Excelente material para estudiar, analizar y poner en práctica, así seremos mejores personas, mejores trabajadores y principalmente revolucionarios capaces de resistir los embates del imperialismo y sus secuaces
Cambiar la sociedad requiere de una Revolución de la conciencia individual y colectiva que destierre en cada uno los valores culturales,la cosmovisión ,el individualismo, la hipocresía,la atracción por los objetos propios de la decadente cultura capitalista. La humanidad se salvará con una propuesta colectiva o no se salvará,el capitalismo es inviable con la vida.
Grande Fidel
Exelente documento, estos son principios que todo ser humano debe cultivar, sobre todo los revolucionarios que tenemos principios.
Ser un revolucionario es un ser diferente, humano, leal a sus principios, jamás traicionar a la organización, ser critico y autocrítico, no tenerle miedo a la verdad, ser enemigo de la corrupción.
Combatir al imperialismo, el neoliberalismo el fascismo, el nazismo, la oligarquía y a ls derecha internacional.
Muy interesante, esa es la doctrina que nos enseñaron en los años 80s en nuestra revolución popular sandinista, donde se formaron grandes cuadros.