El 10 de diciembre se celebró el Día Internacional de lo Derechos Humanos, ya que en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). La Declaración es una carta planetaria, un marco ético, filosófico, valórico y jurídico que reconoce derechos para todas las personas sin hacer discriminaciones por razones de edad, sexo, origen o condiciones sociales o económicas, o pertenencias culturales o religiosas o cualquier otra condición humana. Las Naciones Unidas han establecido como lema para el 2022 “Dignidad, libertad y justicia para todos.
La Constitución Política de Nicaragua elaborada y aprobada en la Primera Etapa de la Revolución y reformada varias veces, una de sus últimas reformas la de 2014 reconoce que en Nicaragua los Derechos Humanos tienen una posición de “preeminencia” (artículo 6 Cn), además la Carta Magna integra en su texto la Declaración Universal de Derechos Humanos otros instrumentos jurídicos de Derechos Humanos de alcance universal y regional (artículos 46, 60 y 71 Cn).
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ha traducido los derechos individuales y colectivos plasmados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, por medio del Plan Nacional de Lucha contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano y un abanico amplio de programas sociales, económicos y culturales que han producido un impacto en la existencia y relaciones de las personas, familias, comunidades y municipios de Nicaragua, reduciendo la pobreza, y la extrema pobreza, mejorando las condiciones y niveles de vida de amplios sectores de la población, incrementando las capacidades productivas de los actores económicos, colocando al país en una mejor posición en cuanto a los índices de desarrollo humano y disminuyendo las brechas de género colocando a la nación en posiciones cimeras mundiales en cuanto al respeto a los derechos de las mujeres y se han reducido brechas en otros ámbitos como lo urbano – rural, pacifico – – caribe, en las relaciones generacionales, interculturales, y de inclusividad con esto último nos referimos a la restitución de los Derechos de la Niñez, Adolescencia, Juventud, los Pueblos Originarios y Afrodescendientes y las Personas con Discapacidad.
Además la racionalidad económica, sensibilidad y volitividad política del Estado de Nicaragua es de socialización de los ingresados nacionales por medio de una economía creativa y solidaria y un relacionamiento armonioso con la Madre Tierra, apuntando a reducir y enfrentar el cambio climático y la variabilidad climática. Todo esto se traduce en Dignidad y Dignificación Humana, Justicia Social, Económica y Climática y Libertad plena para las familias nicaragüenses.
Escrito por: Carlos Emilio López Hurtado