Infancia y juventud
José Daniel Ortega Saavedra, nació el 11 de noviembre de 1945, en la ciudad La Libertad (Chontales), Nicaragua, en un entorno humilde en el departamento de Chontales. Hijo de Daniel Ortega Cerda y doña Lidia Saavedra, ambos fueron activos opositores a la dictadura instaurada por el general Anastasio Somoza García. Daniel, pasó a ser el primogénito de la familia luego que dos de sus hermanos mayores murieran por causa de las condiciones de precariedad de la familia, desde entonces; Daniel, sufre en carne propia el látigo de la pobreza a la que era sometido el país.
En enero de 1960, con 14 años, Ortega se inició en el activismo político en el seno de la Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN), un movimiento civil de oposición al somocismo que adoptó el ideario de Sandino. La represión no tardó en abatirse sobre la JPN, en consecuencia Daniel, fue expulsado de la escuela a la que asistía en su población natal, La Libertad, viéndose obligado a marchar a Managua. En la capital del país consiguió reanudar los estudios en el Instituto Pedagógico, regido por los Hermanos de La Salle, y en el colegio público Maestro Gabriel.
Su antisomocismo y antimperialismo, junto a sus hermanos, lo heredaron sin duda alguna, de su padre don Daniel Simeón Ortega Cerda, quién se había puesto a la disposición como soldado del general Sandino en la lucha contra la intervención de tropas norteamericanas, en la guerra de guerrilla del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN), que inició en 1927. (López, 2021)
Después de producido el magnicidio en contra del Héroe Augusto C. Sandino, don Daniel fue apresado por denunciar en un escrito público el crimen ejecutado por órdenes de Somoza. “Lo obligaron a caminar descalzo desde Jinotega a Matagalpa, para que se le llagaran y sangraran sus pies”.
Vida estudiantil y sus inicios de la labor revolucionaria
A los 15 años de edad sufre por vez primera cárcel, golpes y torturas en los sótanos de la antigua Casa Presidencial, en la Loma de Tiscapa. En 1962 inició la carrera de Derecho en la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua, pero al cabo de unos meses, en 1963, abandonó las aulas para dedicarse de lleno a la actividad política, iniciando su vinculación con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, movimiento político militar fundado por Carlos Fonseca, Tomás Borge, Germán Pomares, entre otros, en 1961.
En 1964, Daniel, junto a otros muchachos, emprendieron un viaje a Guatemala con el objetivo de contactar a la guerrilla de ese país, integrarse, entrenarse y adquirir experiencia armada. La policía guatemalteca los detectó y capturó junto a Carlos Díaz Bravo, Selim Shible, Edmundo Pérez y Carlos Guadamuz, le trasladaron a una cárcel, donde todas las noches miraban salir filas de campesinos prisioneros rumbo a la muerte.
Daniel y sus compañeros se salvaron de ser fusilados, porque los militares guatemaltecos en coordinación con la Guardia Nacional de Somoza, acordaron deportarlos a Nicaragua. En la frontera, los esperaban los más connotados torturadores de la tiranía; el teniente Agustín Torrez López, apodado el “coto” y el sargento Gonzalo Lacayo, “el cabezón”, quienes, para darles la bienvenida, los recibieron a golpes de garrote y en el jeep les colocaron grandes piedras sobre sus piernas para inmovilizarlos.
En 1965, junto a Oscar Turcios, son los responsables de atender el naciente Frente Estudiantil Revolucionario (FER), su vocación por el periodismo lo llevó a fundar el periódico El Estudiante órgano oficial del FER, donde se denunciaba, informaba y organizaba la fuerza estudiantil del país. Ese mismo año con apenas 20 años fue ascendido a comandante y a miembro de la Dirección Nacional del FSLN, donde a partir del año siguiente adquirió el mando sobre el denominado Frente Interno.
En 1966, fungió como delegado del FER al 4to Congreso de la Organización Continental latinoamericana de Estudiantes, (OCLAE) realizado en la Habana, Cuba, donde se vivía el furor del triunfo de la revolución cubana, dirigida por Fidel Castro.
En 1967, en el ajusticiamiento del torturador Gonzalo Lacayo, acción que demostró que el Frente Sandinista estaba vivo, ese mismo año es capturado por la Guardia Nacional durante el asalto a un banco, viviendo siete años de prisión, torturas, incomunicado del exterior. Fue liberado por el comando sandinista Juan José Quezada, que tomó por asalto la casa de “Chema” Castillo el 27 de diciembre de 1974. Fue jefe de la resistencia urbana y mantuvo una estrecha relación con el Cmte Carlos Fonseca Amador, quien había visto en Daniel, determinación y compromiso revolucionario.
En 1975, se produce una división dentro del FSLN y tras la caída en combate del Cmte Carlos Fonseca Amador el 8 de noviembre de 1976, surge una nueva tendencia, al frente está Daniel Ortega.
En octubre de 1977 inició una ofensiva en el norte y sur del país. En 1978, se intensifica la lucha guerrillera y da inicio a la insurrección de septiembre y en marzo de 1979 se conforma una Dirección Nacional Conjunta, integrada por tres miembros de cada una de las fracciones en las que estaba dividido el Frente Sandinista.
El 19 de julio de 1979, en León se constituyó la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN), Daniel fue el coordinador de dicha Junta.
Daniel Presidente
Luego del derrocamiento de la tiranía somocista y toda su camarilla, inicia un nuevo proceso en Nicaragua, corren los aires del socialismo en Nicaragua, se inició con una campaña de alfabetización para reducir los índices de analfabetismo en la población nicaragüense, vino la reforma agraria, el impulso del cooperativismo y, en 1984 por primera vez en Nicaragua se desarrollan las primeras elecciones democráticas, en las que fue electo presidente Daniel Ortega con el 66.97% de los votos.
Desde 1980, Estados Unidos de Norte América inicia acciones de hostigamiento contra la revolución en Nicaragua, que configuraba en el imaginario latinoamericano de entonces la consolidación del pensamiento revolucionario en la región, es decir, si la revolución cubana fue el génesis de las revoluciones en América Latina, el triunfo del FSLN fue la confirmación de que las revoluciones son posibles. Es así que el Departamento de Estado de los EEUU financia a grupos de mercenarios, organizados en los que se conoce como “La Contra” dando inicio a un período de guerra que trajo consecuencias graves para el país.
Daniel, estuvo al frente de la defensa de la soberanía e independencia del pueblo nicaragüense. Toda la región centroamericana estaba hundida en el caos a causa de la política del garrote aplicada por Estados Unidos a estas naciones, principalmente Nicaragua, El Salvador y Guatemala. El 7 de agosto de 1987, se firma el tratado de Paz de Esquipulas, y luego de un extenso período de guerra se logra el desarme, en este proceso participa Daniel como promotor de la Paz en Nicaragua y la región.
En 1990, como uno de los principales acuerdo firmados en Esquipulas se desarrollaron en Nicaragua por segunda vez en su historia elecciones libres y democráticas. El 26 de febrero del mismo año es anunciado el triunfo de la Unión Nacional Opositora. Daniel, reconoció la decisión del pueblo, mismo que estaba atemorizado por la guerra impuesta por EEUU.
El pueblo voto por un instinto de sobrevivencia y temor, porque le dijeron, si gana el Frente vuelve la guerra y jugaron con el miedo y el terror, obligándoles a votar, algunos con lágrimas en los ojos en contra del FSLN, declaró en otra ocasión Ortega, al referirse a ese revés electoral. (López, 2021)
Gobernar desde abajo
Luego, ante la pérdida de las elecciones generales, que desencadenaron 17 años de gobiernos neoliberales que hicieron retroceder al país, arrebatándole al pueblo las principales conquistas logradas, entre ellas, la educación, salud, derecho a la tierra, medicina gratuita y la merienda escolar. Durante todo este tiempo el FSLN se mantuvo activo en las calles luchando por la restitución de los derechos, encabezado por Daniel Ortega máximo líder del Frente Sandinista, que aún después de sufrir traiciones y perder varios procesos electorales continuaba firme en la defensa del pueblo.
Durante todo este tiempo, Daniel fue ganando experiencia, fortaleciendo su liderazgo y ganando confianza con los amplios sectores de trabajadores, obreros, campesinos, artesanos, artistas y el pueblo en general.
Fidel Castro, líder de la Revolución cubana en su discurso el 9 de noviembre dice:
A Daniel lo conozco bien; nunca adoptó posiciones extremistas y fue siempre invariablemente fiel a los principios. Responsabilizado con la Presidencia a partir de una dirección política colegiada, se caracterizó por su conducta respetuosa ante los puntos de vista de los compañeros. Se convirtió así en un factor de unidad entre los revolucionarios y mantuvo constantes contactos con el pueblo. A eso se debió la gran ascendencia que adquirió entre los sectores más humildes de Nicaragua.
A sus 77 años, Daniel es un líder experimentado, capaz de enfrentar situaciones difíciles, como el más reciente caso el intento de golpe de estado fallido en 2018. Es un hombre inteligente, estadista, fundido en todos los campos de la vida. Sus cualidades de líder lo han convertido en un ícono de la revolución en Nicaragua y el mundo.
Ha sido electo presidente en los procesos electorales de: 2006, 2011, 2016 y 2021 continuamente. En la actualidad, con sabiduría sigue enfrentando el embate de la necro política yanqui que atenta con fractura la soberanía de la nación.
Logros de la gestión del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional
Nicaragua con Daniel presidente en este segundo momento de la revolución sandinista ha pasado a ser la nación en la región con mayor crecimiento económico, estabilidad laboral, se han creado leyes y reformas en pro de asegurar los derechos de las clases trabajadoras, la educación y la salud son derechos gratuitos, viviendas para el pueblo, programas de mejoramiento en el campo, universidades públicas. Hoy por hoy, Nicaragua cuenta con la más amplia cobertura de hospitales a nivel de Centro América, cobertura de energía eléctrica en todo el país con una matriz renovable. En pocas palabras, Daniel ha sabido conducir al pueblo de Nicaragua por el camino que pensó Sandino, Carlos Fonseca y todos los Héroes y Mártires de la Revolución Sandinista.
Escrito por Junior A. Pérez