Esta semana se conmemora un nuevo aniversario del asesinato de Jean Jacques Dessalines que es uno de los próceres haitianos más popular y venerado por el pueblo, el gestor que posibilitó esa Revolución haitiana de 1804, que además de lograr la independencia también consiguió la libertad para las y los esclavos.
Pero hoy Haití está viviendo un momento dificilísimo porque otra vez suenan los tambores de guerra por parte del imperialismo. En una reunión reciente, António Guterres, secretario general de la ONU, dijo que a pedido de Ariel Henry, el premier haitiano, había que acelerar una intervención extranjera. Estados Unidos ya tiene preparado un paper sobre cómo debería ser eso: fuerzas de intervención rápida, una intervención militar en toda regla, como siempre pasa cuando Estados Unidos se pone en marcha contra algunos de nuestros países.
Para hablar de todo esto, estamos con Henry Boisrolin, referente del Comité Democrático Haitiano en Argentina, quien se ha convertido un poco en la voz informativa de Haití en la diáspora, sobre lo que está corriendo en su país.
– ¿Quién era Jean Jacques Dessalines y cómo lo podemos traer a este presente tan difícil para Haití?
– Los saludo con un abrazo a ustedes, a Resumen Latinoamericano, siempre presente, siempre acompañando al pueblo haitiano, porque no es esta entrevista nada más, ya que si leen Resumen, es uno de los pocos medios alternativos donde realmente salen noticias verdaderas sobre la realidad nuestra. Entonces, agradezco no solamente en nombre mío del Comité Haitiano, sino que me atrevo a decir en nombre del pueblo haitiano. Hablar de Dessalines, no es fácil.
Dicen algunos historiadores que nació un 20 de septiembre de 1758. Difícil saber esto porque era esclavizado. Entonces, el esclavizado al nacer no se anotaba, no tenía acta de nacimiento. No tenía nada, pero se calcula más o menos cerca de este año. Algunos dicen que nació en África, otros no. Pero la mayoría afirma que sí nació en un lugar que se llama Grande-Riviére en el norte de la República haitiana, en una habitación de una vieja casa. Y él fue esclavizado y lo maltrataron muchísimo. Incluso tenía en la espalda varias cicatrices de los golpes y castigos que había recibido, porque siempre fue un rebelde.
La historia cuenta también que su tía, desde temprana edad, le había dado la posibilidad de entrenarlo en métodos de auto-defensa. Tenía una preparación de guerrero desde su infancia. Después, él fue comprado por un negro libre, que sí se llamaba Dessalines, y él adoptó el nombre porque lo trataba bien. Le enseñó el oficio de carpintero, pero seguía siendo siempre rebelde, inquieto, no solamente por la situación de él, que había mejorado un poco, aunque seguía siendo un esclavizado, sino que se preocupaba por lo que le pasaba al resto de sus hermanos y sus hermanas. Aparentemente, él hizo su primera gran incursión política.
En 1791 dicen que estuvo con la tropa de cimarrones. Hay datos precisos que integró el ejército de Toussaint Louverture, quien por su habilidad militar, lo reconoció el precursor de nuestra independencia. Dessalines empezó a escalar rápidamente hasta llegar a ocupar puestos muy altos y se destacó en la lucha contra los ingleses al principio. Muchas veces, cuando hablamos de la Revolución haitiana, se coloca la Revolución haitiana como la fase final, la derrota del ejército francés, pero no hay que olvidar que ellos tuvieron que luchar contra españoles, ingleses y franceses. Y las tres potencias fueron derrotadas por los esclavizados y las esclavizadas.
Dessalines acompañó a Toussaint, quien lo nombró como su segundo en algún momento de la historia. Pero Toussaint fue traicionado, detenido y llevado a Francia, donde muere el 7 de abril de 1800. En ese momento, Dessalines toma el mando del ejército, reunifica todo, y bajo el liderazgo de él, vamos a entrar en la fase final de la guerra por la independencia, entendiendo él que el único propósito de Francia era restablecer la esclavitud que había sido abolida en 1794 y reconfirmada en 1795.
Entonces Toussaint con su la proclamación de su Constitución en 1801 donde si bien no proclamaba la independencia, pero era una cierta autonomía frente a Francia, Napoleón decidió enviar una fuerte tropa dirigida por su cuñado el general Leclerq. Dessalines toma el relevo y desarrolla una guerra popular de liberación, también una guerra de guerrillas, demostrando realmente ser un genio militar. Supo rodearse también de generales y consejeros políticos importantes. Entonces, la guerra que libró Dessalines, fue una guerra de liberación. Y, como bien dijiste al principio, fue una lucha contra la esclavitud también, no solamente contra el colonialismo.
Por eso la revolución dirigida por Dessalines, podemos decir que es una revolución antiesclavista, antiantirracista, anticapitalista, y también antipatriarcal por el rol que la mujer jugó al lado de él y en la lucha por la liberación del país. Y la Revolución haitiana también tiene un carácter internacionalista. Dessalines ayudó a Miranda muchísimas veces, mandó a comprar, pago para la liberación de esclavizados y esclavizadas en los Estados Unidos. Su primer acto descolonial se dio cuando al proclamar la independencia le cambió el nombre a la nación y la bautizó con el de Haití, un nombre taíno que significa «tierra montañosa». Porque él dijo: vamos a volver al nombre que le habían dado los verdaderos habitantes, los reales dueños de esta isla. Y después, Dessalines a través de la Constitución en el artículo 14, demostró realmente que él entendía claramente que hay una relación entre clase y raza.
Porque él decía que si bien todos sabemos que la raza no existe, ni biológicamente ni genéticamente, pero es un instituto social, el racismo tiene su importancia para poder verlo, Dessalines decía, en la Constitución de 1805, que cualquier ser humano que quiera habitar el suelo haitiano, cualquiera sea el color de su piel, será conocido bajo la denominación de «negro». Dessalines entendió ahí que el negro era el sepulturero de la categoría colonial. El negro era la categoría colonial capaz de destruir a la categoría colonial denominada blanco. Y fíjense algo, él también entendió la importancia de la tierra, y por eso estatizó todas las tierras, todas las plantaciones.
Otro acto descolonial. También propuso la posibilidad de divorciarse. ¡Se hablaba de divorcio en 1804! En Haití se hablaba ya de esto cuando muchos países recién en el siglo XX lo estaban hablando en Latinoamérica. Otro tema importante, Dessalines entendió que el enemigo siempre va a tratar de estar entre nosotros. Entonces, siempre vamos a correr el peligro de una contrarrevolución, que por eso tenemos que estar atentos. No tenemos que tener confianza en ellos. Por otra parte, tenía una visión muy abierta. Un ejemplo de eso es que en las tropas que Napoleón había enviado, había polacos, alemanes, etcétera, y los polacos en el momento del desarrollo de la guerra de liberación pasaron al lado del bando revolucionario. Al terminar la guerra, Dessalines les dio la nacionalidad haitiana y les dio tierras, que duran hasta ahora, cerca de Puerto Príncipe, donde los descendientes son polacos, ojos claros, etc. Significa que él entendió el tema de que no había que rehacer ninguna reducción, lo importante era la posición de clase.
– Impresiona ver cómo se ha ocultado la historia de un patriota similar a Artigas, a Sandino o tantos otros.
– Así es. Todo eso es Dessalines. Él entendió también que no había que permitir que ningún extranjero pudiera venir a tener tierras, a tener propiedades en nuestro país. Es por eso que Dessalines es importante hoy cuando nosotros vemos que Estados Unidos quiere nuestro territorio para poner zonas francas, tener mano de obra súper baratas, poner empresas para usar esta gente mal paga en la fábrica textiles, porque es el lugar que asignaron en Haití en la división internacional del trabajo: productor de mano de obra súper barata, súper explotada.
Dessalines, desde su época, ya había denunciado todo esto, sabía que había que impedirlo. Hoy asistimos de que el presidente de facto, Jovenel Moïse, dio tierras a un empresario haitiano para cultivar stevia ¿para qué? Para producir Coca Cola. Haití en algún momento fue conocido como país primer comprador de pelotas de béisbol, cuando ningún hatiano juega al béisbol. Dessalines estaba en contra de todas esas cosas que vinieron a hacer explotadores extranjeros.
– Es evidente que el legado de Dessalines sigue presente en la actualidad.
– En un momento donde nosotros estamos luchando por recuperar nuestra soberanía y nuestro derecho a la autodeterminación, no hay mejor ejemplo para nosotros que estudiar y volver a Dessalines, no es un problema de calendario, no es solamente porque fue el precursor de nuestra independencia nada más, sino sus ideas siguen siendo importantes y vigentes para la lucha de hoy.
Es el dirigente haitiano más vilipendiado por nuestros enemigos. Lo consideran un asesino. Lo que pasa es que él venció, muchos hablan más de Toussaint o de Petion. A Dessalines no lo quieren porque dijo que una reforma agraria es fundamental, es libertad plena, no «libertad, igualdad y fraternidad”. Libertad plena significa que ningún ser humano puede ser libre sin bienestar material. Y él decía a lo generales: “No quiero esa reforman que plantean porque ustedes se están acaparando las mejores y mayor cantidad de tierras. ¿Los soldados, cuyos padres todavía están en África y que han peleado al lado mío por la independencia, no van a tener nada?”. Él rechazó ese tipo de reforma agraria. El quería una reforma agraria tal como lo hubiese planteado Marx. Todo eso es Dessalines.
– Muy clara la intervención y además, para mucha gente que no conoce esta figura importante, nos hablas de un tipo de revolucionario que fue a fondo contra un orden injusto. No como otros que vimos a lo largo de la historia y que de alguna manera se proclaman y se endiosan en el continente, pero gente como Dessalines son los que fueron al hueso de la situación.
Te traigo al presente, estamos en un momento realmente clave de lo que pueda pasar en Haití, se está viviendo una insurrección popular, hay todos los días pueblo en la calle, pero Estados Unidos y el imperialismo occidental en su conjunto, están ya en alerta y dispuestos a intervenir, atendiendo a los llamados de los cipayos locales, como el premier Ariel Henry. Esta semana se ha conocido la llegada de algunos equipos bélicos, incluso vehículos con la idea de apoyar a la policía haitiana en la represión. Ellos dicen que son para contrarrestar las bandas y los ganas que hay también en Haití. Pero finalmente, sabemos que esto se usa para golpear a la gente.
¿Cómo estás viendo este proceso y esta amenaza ya muy clara de intervención militar norteamericana otra vez en Haití?
– Has hecho la pregunta más difícil que puede haber en este memento. Evidentemente, estamos en presencia de una nueva insurrección popular, pero esta insurrección popular reafirma una vez más que el pueblo haitiano ha hecho un salto cualitativo importante en el nivel de conciencia, identifica claramente a sus principales enemigos. Ahora no se trata solamente de cargar contra Ariel Henry, el primer ministro de facto, sino fundamentalmente sobre los instrumentos creados por el imperialismo para poder mantener el sistema neocolonial.
Yo me refiero a engendro formado por embajadores de Estados Unidos, Canadá, Francia España, Alemania, Brasil, representantes de la Unión Europea, del secretario general de la ONU y de la OEA y también de la jefa de la oficina integrada de la Naciones Unidos. Ese grupo es el verdadero instrumento de dominación, es el Gobierno que dicta lo que hay que hacer contra el pueblo. Ariel Henry mandó una solicitud, pero una intervención en Haití no depende de Ariel Henry. Ni siquiera depende del secretario general de la OEA y de la ONU. Lo va a decidir el Gobierno de los Estados Unidos.
Ahora bien, como es verdad que la insurrección popular de alguna forma tiene una envergadura de tal magnitud que pone en jaque al sistema neocolonial, ellos sienten que el estatuto está amenazado. Eso es un primer elemento que hay que tener en cuenta. Ellos observan no las declaraciones de los dirigentes de la izquierda haitiana, sino lo que el propio militante o la propia militante en la calle dicen, eso es importante para ver el nivel de conciencia que hay de combatividad y cuándo uno ve que habían sembrado a centenares de bandas armadas para atemorizar, para meter miedo, para impedir el levantamiento popular. Y resulta que no pudieron, el pueblo salió a la calle y en los diez departamentos geográficos, en todos los lugares, hasta en la zona rurales hay levantamientos.
Ante esta situación, ellos entienden que hay que hacer algo. Estados Unidos está jugando sobre el “timing” político. ¿Por qué? Porque ellos se dan cuenta que hay tres elementos que hay que tener en cuenta: primero, por la propia crisis interna, segundo, la administración actual, la de Biden, tiene elecciones en noviembre, las de mitad de término, donde se renueva la tercera parte del Senado y la Cámara del Congreso. También son conscientes del enorme rechazo de la sociedad haitiana a una nueva intervención militar, por lo cual hay que ver a qué costo tienen que hacer esto. Entonces están midiendo los tiempos, están empujando a Canadá para que se involucre.
Canadá ha mandado el sábado estos elementos bélicos que vos estabas diciendo, pero son elementos bélicos que Haití había comprado antes que el Gobierno de facto de Ariel Henry. Los había comprado mucho antes por algo de 12 millones de dólares, y dicen que nunca se los habían entregado. Entonces, frente a la presión y la amenaza de que van a invadir, han mandado casi la mitad de lo comprado. Evidentemente, no para combatir a los bandidos, sino para reprimirnos. Eso queda clarito.
Al mismo momento, los Estados Unidos han enviado, no hay que olvidarlo, a Brian Nichols, el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos estuvo en Haiti 48 horas, donde se reunió con Ariel Henry, el primer ministro de facto y también gente de la oposición, entre ellos una parte del equipo del Acuerdo de Montana. Pero hay otro dato: en el momento que llegaba el señor Nichols, aparecía en la bahía de Puerto Príncipe un buque de EE.UU. ¿Con qué permiso?, que yo sepa ni siquiera el Gobierno de facto había pedido eso, y esto ocurrió poco después que el Gobierno dirigiera una carta al secreto general de la ONU, António Guterres, pidiendo una intervención extranjera.
Sin embargo, llegó un buque yanqui, y llegó un emisario norteamericano. Eso demuestra claramente quién maneja la batuta o quién corta el bacalao, como nosotros decimos, quien realmente manda. Ellos están tratando de jugar sobre la presión, la amenaza de una nueva intervención al mismo tiempo, ver si pueden formar un nuevo Gobierno, o sea, cambiar algo para no cambiar nada. Incluso pueden llegar a hacer algunas concesiones. El objetivo es que el pueblo vuelva a su casa. Eso es lo que ellos tratan de hacer. Ahora creo que les va a ser redifícil. Esta semana hubo movilizaciones apuntando fundamentalmente a tres embajadas, la embajada norteamericana, la de Francia y Canadá. El pueblo ya identificó que son esos tres países que están para espiarnos y que impiden la liberación.
Escrito por Calros Aznarez
Fuente: TeleSur
Muy esclarecedora esta nota sobre Haiti, gracias.