Compartimos un artículo de Isaías Parrales B., titulado «Somos hijos de Sandino…». A continuación se presenta el texto:
La mayoría de sandinistas adoptamos esta afirmación como real partiendo de la justeza de la lucha, la naturaleza u origen del Frente Sandinista de Liberación Nacional, algunos no, porque renunciaron a la misión y se fueron.
Entonces pertenecemos a la familia Sandinista, no sólo valorando el aspecto cuantitativo o que tan grandes somos, sino por la calidad de familia en la que nos convertimos en hermanos por la praxis desarrollada durante la historia del Frente Sandinista.
La génesis de este concepto, en la última carta del General de Hombres Libres a sus soldados, introduce, Mis queridos hermanos: Después de toda nuestra gran jornada bélica de 7 años nos encontramos en este día en el punto más culminante de nuestra causa libertadora… Fecha: febrero 1 de 1933.
Los miembros del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, EDSNN, reconocieron en Sandino algo más que a un hermano, un padre, aun teniendo en sus filas, Generales mayores en edad que Sandino.
Durante la existencia del Frente Sandinista, el término hermano se estableció sin relevar el adjetivo de Compañero que algunos reaccionarios a la lucha de liberación nacional utilizaban de manera peyorativa; pero eso no importaba.
Precisando etapas, en la guerra contra la dictadura somocista y en la defensa de la revolución, por ejemplo, a un herido o a un caído no se abandonó en un combate, se convirtió en una ley que a ningún compañero se lo comieran los perros. (guardias, contra revolucionarios). Esto fue lo más cruel y doloroso de la guerra.
En otro momento, en la defensa de nuestras conquistas, incluso en muchos casos con otros protagonistas frente a la oposición y en el regreso al gobierno de parte del Frente Sandinista, por un asunto de las leyes de la dialéctica, este aprendizaje se ha venido transmitiendo en diferentes generaciones y se asume firmemente de acuerdo a nuestra identidad de revolucionarios.
Los hijos de Sandino, ni nos vendemos, ni nos rendimos, somos hermanos; aunque discutamos y algunas veces nos arrechemos, siempre estamos cerca y unidos en todas las circunstancias,
Isaías Parrales B.
Enero 2 de 2021.
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