A propósito de una eventual candidatura de la Brigada Médica Cubana Henry Reeve a un Premio Nobel este año 2020, me permito analizar hasta qué punto podría nuestro contingente sortear las más injustas y crueles desdichas de lo que provoca el bloqueo yanqui y los intereses imperiales hacia esta pequeña isla del Caribe.
“Es la Medicina como el Derecho, profesión de lucha, necesitase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio.” (José Martí)
Algunos detalles a recordar.
En primer lugar la Real Academia de Ciencias de Suecia suele prestigiar a los galardonados en la sala de conciertos de Estocolmo, en ocasión del Aniversario de la muerte de creador Alfred Nobel el 10 de diciembre.
El famoso galardón, consiste en la entrega de una medalla de oro, el pergamino que lo acredita y un millón de dólares. Esto último vendría quizás a ser considerado por aquello, del bloqueo financiero a Cuba.
Creado en 1898 para estimular los resultados de investigaciones de gran utilidad para la humanidad, el premio constituye el acto de última voluntad del fabricante de dinamita, ante la incapacidad de sobreponerse al hecho de que su descubrimiento fuera utilizado con fines militares. Para ello creó una fundación para administrar sus bienes y financiar acciones dedicadas al bien de los seres humanos.
La primera entrega ocurrió a físicos, químicos, escritores, médicos y por supuesto el Premio de la Paz en 1901. La Real Academia de Ciencias de Suecia decide los ganadores en Física, Química y Economía; la Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska elige el ganador de Medicina; la Academia de Suecia decide el de Literatura; mientras que el Comité Noruego entrega el de la Paz en Oslo.
En este último caso, conocemos el activismo de Noruega en los últimos años por premiar a líderes de la contrarrevolución cubana, activistas que se autoproclaman defensores de derechos humanos supuestamente violados en Cuba y que no han sido más que mercenarios que viven de limosnas de los yanquis y noruegos aliados.
Volviendo al tema que nos ocupa.
El otorgamiento del premio, ha generado controversias en algunos casos, como el de Literatura, otorgado a Churchill; mientras escritores de la talla de Mark Twain, Marcel Proust, Henrik Ibisen, James Joyce, León Tolstoi y Anton Chejov no lo recibieron. Igual sucedió con el de la Paz, siempre sometido a presiones. Sospechosa fue la nominacion de Adolf Hitler y Benito Mussolini como candidatos. Por otro lado la Academia obvió premiar a Mahatma Gandhi, cinco veces nominado.
Fue igualmente criticada la Academia cuando le otorgó el premio al presidente racista sudafricano, compartido con Nelson Mandela, quien realmente lo mereció completo.
Estos antecedentes pudieran explicar las causas que tuvo el francés Jean-Paul Sartre para rechazar su premio de Literatura en 1964; y también la vietnamita Le Duc Tho, por negarse a compartirlo con Henry Kissinger en 1973, uno de los responsables principales de los bombardeos masivos de la geografía namita.
Fidel Castro, un Jefe de Estado que realizó una contribución extraordinaria en la lucha contra el colonialismo y el apartheid en África, el siglo pasado ni siquiera lo mencionaron para integrar la candidatura. Múltiples aportes hizo por la paz, la educación, el medio ambiente, la salud. Fue Fidel, el que desde su posición de estadista, desarrolló una política exterior sobre la base de la solidaridad internacional y quien creó el contingente Henry Reeve para salvar vidas humanas fuera de Cuba. Gloriosas páginas de ayuda humanitaria tiene este contingente cubano en el mundo entero, quienes se han enfrentado a enfermedades tan peligrosas como el ébola en África, y por supuesto, la actual pandemia de covid-19.
Otros ejemplos dignos de mencionar son el matrimonio Pierre y Marie Curie, los que fueron premiados por sus contribuciones en Física en 1903, y en 1911 Marie ganó sola el de Química. Es la única mujer premiada en dos oportunidades.
La Cruz Roja Internacional ha recibido el Premio Nobel de la Paz en 1917, 1944 y 1963; y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en 1954 y 1981.
En América Latina, incluyendo el Caribe anglófono, varios han sido los premiados. Entre ellos se destacan Gabriela Mistral en 1945, Pablo Neruda 1971, García Márquez 1982, Octavio Paz 1990, Derek Walcott y Rigoberta Menchu 1992, Mario Molina 1995, Adolfo Pérez Esquivel 1980 y Vargas Llosa 2010, por citar algunos. El norteamericano Ernest Hemingway fue otro de los galardonados con méritos sobrados en la literatura que tanto gusta hoy y que para Cuba ha sido un honor aún preservar su historia y su finca La Vigía, lugar tan apreciado por el norteamericano que nos visita.
El premio de Medicina, fueron ganadores los argentinos Bernardo Houssay en 1947, Cesar Milstein 1984 y el venezolano Baruj Benacerra en 1980.
Todos merecedores de tal felicidad.
Lo que sí no creo que en ninguno de los casos mencionados hayan tenido un enemigo tan brutal e injusto como es el imperio yanqui, quienes no descansan por desacreditar una labor tan noble y humana como la que realizan los médicos cubanos. Este contingente de Médicos Henry Reeve ya tienen un reconocimiento ganado a nivel internacional y el Premio sólo sería una muestra más de ello. ¿Tendría otra oportunidad la Academia para demostrar al mundo entero, que se pueden sobreponer a las presiones del yanqui, como otros dignos lo han hecho a lo largo de la historia?
Sin embargo sigo creyendo que el Premio Nobel es una creación capitalista, hecho para sus dioses de la literatura, la economía, la química y otras ciencias.
Y la Paz, lleva un aparte. La paz capitalista que no es otra cosa que la Paz Romana, en el 2009 tuvo su galardón Barack Hussein Obama.
Según cita de la Academia, por haber sido el primer Presidente de Estados Unidos en pasar sus dos períodos completos sin un solo día en guerra. Contrario a esa afirmación Obama pasó todo su mandato en guerra, los dos períodos de hecho. Mantuvo tropas de su país en combate activo. Ni siquiera Franklin Delano Roosevelt que encabezó el esfuerzo militar yanqui de la Segunda Guerra Mundial pasó tanto tiempo en guerra.
A juzgar por la vida y la historia de los premios creo que el de nuestra Brigada Médica Cubana Henry Reeve dependerá de la visión con que la Academia se permita valorarlo: Un Premio que está por ver.
Por: Jani Dacosta
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