Por Jaime Flores Cedeño
Al cumplirse 47 años de la firma de los Tratados Torrijos Carter, recordamos a su principal impulsor, el General Omar Torrijos Herrera, que como todo mandatario tuvo quienes lo apoyaron y detractores, sobre todo, por las denuncias de violaciones a los derechos humanos, sin embargo, fue quien encabezó junto al pueblo panameño la lucha por la abolición del Tratado Hay Bunau- Varilla de 1903, obra de los denominados “próceres”, quienes entregaron la Patria al dominio de los USA, aplastando de un plano todas las luchas libradas en el siglo XIX, destinadas a afianzar el sentido de nacionalidad, como se dio con el “INCIDENTE DE LA TAJADA DE SANDÍA” en 1856 y el ESTADO FEDERAL DE JUSTO AROSEMENA, en 1855, por citar unos ejemplos.
Torrijos, se afianzó en el poder luego de echar a un lado a Boris Martínez y otros militares de derecha, perseguidores acérrimos del movimiento popular, los cuales tenían una agenda impulsada desde las esferas de la inteligencia militar estadounidense.
Torrijos y eso debe quedar claro, no era un hombre de izquierda, sino un nacionalista, que entendía el momento histórico y tuvo la visión de ver a su Nación liberada del coloniaje.
Posterior al 16 de diciembre de 1969, Omar, decidió convocar a sectores de la antigua dirigencia estudiantil de los años 40, 50 y 60, que habían dado su cuota de sacrificio, con el fin de iniciar la lucha por la Liberación Nacional, que daría continuidad a la Gesta del 9 de enero de 1964 y manifestaciones anteriores que clamaban por el cese definitivo del enclave colonial en la ZONA DEL CANAL.
Los Tratados Torrijos- Carter, fueron sometidos a plebiscito popular, obteniendo un amplio respaldo por la ciudadanía, no podemos pasar por alto que, negociar con el IMPERIO DE LOS USA, aquel que había llevado una guerra atroz contra VIETNAM y empleado acciones armadas de baja, mediana y alta intensidad, hacia pueblos del mundo que clamaban por su libertad, no era cosa fácil, para ello, se requería de todo un equipo de negociadores, intelectuales, políticos y dirigentes populares, que lo acompañaran en esta misión.
Los Tratados Torrijos- Carter de 1977, quedaron de esta forma situados en la historia como el instrumento jurídico internacional que puso fin a la presencia militar de los USA en Panamá el 31 de diciembre de 1999, empero, aún continúan en el país bajo otras formas de dominación categorizadas dentro del concepto neocolonial.
Pasarán los siglos y el legado de Torrijos seguirá vigente, porque su obra contenía una proyección estratégica, no era inmediatista, ni para ganar aplausos. Su liderazgo fue un ejemplo de humildad y cercanía con los sectores populares, que no fue continuado por muchos de sus “seguidores” que aplicaron procesos de destorrijización, hasta llegar a caer en el extremismo de derecha que rayaba en la traición.
El Patriotismo que nos transmitió Omar debe servir para establecer las bases de una Nación donde se eleven los principios de autodeterminación e independencia frente a cualquier dominio extranjero. En la historia de Panamá, los sumisos y plegados a los poderes imperiales han sido olvidados y su paso efímero por el país resulta ignominioso cuando se habla de Patria y Nacionalidad.
Torrijos, quien murió a temprana edad de 52 años, producto de un accidente que ha sido considerado por investigadores como atentado, transmitió un verdadero liderazgo popular, hoy vigente, y que solo el olvido histórico y la no práctica de sus enseñanzas pudiera rebasar en un futuro lejano.
Que bueno que siempre será recordado por su pieblo y Latinoamérica por su gesta nacionalista y la recuperación del canal de Panamá. Algun dia el pueblo retomará su gesta oara defender la pateia y sacar esas vases gringas de su territorio.