MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
Managua, Nicaragua
LA OBLIGACIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS DE INDEMNIZAR A NICARAGUA
En el 40 Aniversario de la Presentación de la Demanda de Nicaragua en contra de los Estados Unidos el 9 de Abril de 1984, Nicaragua toma esta oportunidad para recordar que existe una deuda histórica con el pueblo nicaragüense que no ha sido saldada por los Estados Unidos. Es una obligación claramente establecida en una sentencia firme de la máxima autoridad judicial internacional, la Corte Internacional de Justicia.
El 27 de junio de 1986 la Corte Internacional de Justicia emitió sentencia condenando a los Estados Unidos de Norteamérica a indemnizar a Nicaragua por todos los daños ocasionados como consecuencia de las actividades militares y paramilitares en contra de Nicaragua. A pesar de que la Corte reconoció que en una situación de agresiones armadas como la ejecutada por los Estados Unidos, ningún tipo de reparación –ni económica ni moral- podía compensar la devastación del país, las pérdidas de vidas humanas y las heridas físicas y psicológicas del pueblo nicaragüense, la Corte decidió que los Estados Unidos tenían la obligación legal de reparar económicamente a Nicaragua por todos los daños causados.
Es en este contexto, en el que Nicaragua nuevamente ha sido víctima de agresiones, ahora llamadas eufemísticamente sanciones, y víctima de un intento de golpe de estado, que el pueblo de Nicaragua recuerda las difíciles condiciones bajos las cuales interpuso esta demanda histórica ante la Corte Internacional de Justicia.
Nicaragua retoma esta oportunidad para recordar que las sentencias de la Corte Internacional de Justicia son definitivas y de ineludible cumplimiento, y por lo tanto los Estados Unidos tienen la obligación legal de cumplir con las reparaciones mandadas por la sentencia del 27 de Junio de 1986.
Denis Moncada Colindres
Ministro de Relaciones Exteriores
República de Nicaragua
Lo más triste es ver como el pueblo norteamericano aún tiene una venda en los ojos impuesta por sus gobiernos mediante la manipulación de los grandes medios de comunicación y las drogas del dinero, el poder y la enajenación de su deformada cultura que incluye por supuesto la permisividad del narcotráfico.