Compañero Presidente, Compañera Vicepresidenta, General de Ejército Julio C. Avilés, Primer Co-misionado de la Policía Nacional, Presidente de la Asamblea Nacional, Vicepresidente de la Corte Suprema, Presidenta del Consejo Supremo Electoral, Compañer@s, miembros del Gabinete y Autoridades de Nicaragua.
Francamente, traigo escritas algunas pequeñas palabras, pero después de escuchar ese Decreto me he quedado francamente sin palabras; es decir, leyendo formalmente, tengo que decir que para mí es un gran honor recibir esta Orden por el trabajo que hecho desde el campo del Derecho en la Defensa de la Soberanía Nacional. Es particularmente significativo y emocionan-te para mí, recibir la Orden que lleva el nombre del máximo Defensor de la Soberanía Nacional, el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto Sandino. La recibo con mucho orgullo nicaragüense.
Quisiera aprovechar estos momentos para recordar las terribles circunstancias que nos llevaron a presentar la Demanda ante la Corte Internacional, en contra de Estados Unidos, y que hoy conmemoramos. Hago este recordatorio, especialmente para las nuevas generaciones que no vivieron en carne propia estos acontecimientos y cuyos Representantes veo acá en este salón.
Las primeras palabras que Nicaragua en este caso, a través de mi persona como Agente, las primeras palabras que pronuncié ante los 15 Jueces de la Corte Internacional de Justicia, cuando se inició este caso, las primeras palabras fueron las siguientes, y voy a citar:
Señor Presidente y Miembros de la Corte, en la noche del 10 de Octubre de 1983, el principal Puerto de Nicaragua fue atacado por mar y aire, se destruyeron cinco tanques de almacenamiento de petróleo que contenían varios millones de galones de gasolina y diésel, que representaba una cantidad sustancial de las reservas de combustibles de Nicaragua.
112 habitantes del Puerto, incluidos niños y ancianos resultaron heridos, toda la ciudadanía portuaria de unas 20,000 personas, tuvo que ser evacuada mientras las llamas ardían durante varios días. Bomberos con equipos rudimentarios empaparon con agua los tanques de combustible durante días, para evitar afortunadamente con éxito, una expulsión que habría demolido el Puerto.
A pocos días de este acto salvaje, y sigo citando, que puso en peligro la vida de miles de personas, se le preguntó al Presidente de los Estados Unidos en una entrevista de prensa, si pensaba que este tipo de actividades era justificada. El Presidente respondió, creo en el Derecho de un país, cuando cree que sus intereses están mejor servidos, de practicar actividades encubiertas. Esta Declaración y sigo citando, esta Declaración asombrosa afirma en la forma más cruda, la Doctrina de que el Poder hace la razón.
Nicaragua sostiene que no solo moralmente, sino también legalmente, los Principios opuestos gobiernan el mundo, el Principio propuesto por la Religión y por la Ley, de que el Derecho hace la fuerza. Fin de la cita de esas palabras preliminares.
Recalco estas palabras, porque esta Conmemoración que hoy se hace de la Sentencia, es precisamente muestra de que Nicaragua sigue confiando en la fuerza del Derecho en su actuación y Relaciones Internacionales.
Hace 37 años, la Corte le dio la razón a Nicaragua y reafirmó los Principios Fundamentales de la Convivencia y del Derecho Internacional que defendía y reclamaba Nicaragua en su Demanda. El contenido de esta Sentencia Histórica, resuena al día de hoy, y es citada en todo el mundo.
Para finalizar, quiero recordar que entre mis pertenencias valiosas conservo una foto de la reunión que tuve con el Comandante Ortega y el Padre Miguel d´Escoto hace 39 años, en las que me despedían y daban las últimas instruc-ciones antes de mi partida a Holanda a presentar la Demanda.
La Orden que hoy recibo será guardada y exhibida con esa imagen inolvidable para mí. Concluyo con mi agradecimiento más profundo al Comandante Daniel Ortega y a la Compañera Rosario Murillo, por sus liderazgos e incansable trabajo. Muchas gracias.
Fuente: 19 Digital
Yo lo recuerdo muy bien cuando se dio ese atentado criminal en nuestro país , y eso nos demuestra que el imperio es capas de cualquier barbaridad por alcanzar sus objetivos de poder y Dominios.
Los imperios son capaces de todo asta de lanzar la bomba atómica por mantener su dominio.