Este 28 de septiembre, el cantautor chileno, Víctor Jara cumpliría 90 años de vida, quien en poco más de una década creó un movimiento que fue definitorio de su tiempo con un discurso que en nuestros tiempos se mantiene vigente.
Además de músico, Víctor Jara fue también profesor, director de teatro chileno y militante del Partido Comunista.
Víctor Jara es considerado un símbolo de la canción de protesta en su país y en América Latina. Tras su muerte, el músico se convirtió en un ícono para los cientos de artistas que fueron detenidos, torturados, desaparecidos y asesinados durante la dictadura chilena.
Nació en San Ignacio, hijo de una familia humilde de campesinos, Víctor Jara creció junto a sus cuatro hermanos. Fue su madre, Amanda, quien lo introdujo a la música y no fue hasta que lograron trasladarse a Santiago, donde lograron cierta estabilidad económica.
En la Universidad de Chile, se unió al movimiento músico-social de la Canción Chilena, que reivindica la cultura del país sudamericano de la invasión del pop estadounidense, que se desarrolló en los años 1960 hasta el comienzo de la década de 1970, que además integraban artistas como Violeta e Isabel Parra y las agrupaciones Quilapayún e Inti-Illimani.
En 1961 compuso su primera canción, “Paloma quiero contarte”, aunque combinó su amor por la música con su pasión por el teatro, donde dirigió obras teatrales e impartió clases de actuación en la universidad.
A finales de los años 50, Víctor conoció a la bailarina inglesa Joan Turner, con quien tuvo a su única hija, a la que llamaría Amanda en honor de su madre y que daría título a la que es quizás su canción más conocida «Te recuerdo Amanda».
En 1970, Víctor comienza a dedicarse de lleno a su carrera como cantautor y pronto su fama despegó y sus composiciones se volvieron símbolo de toda una generación.
La música y la política siguieron entremezclándose en su vida: el pueblo chileno apoyó a Salvador Allende y el cantante compuso el himno de su partido, Unidad Laboral, ”Venceremos”.
Un año después, Allende asume como presidente de Chile y Víctor es nombrado embajador cultural. Tras ello editó el disco “El derecho a vivir en paz” y en 1973 grabó su último álbum “Canto por travesura”.
El 11 de septiembre de 1973 el general Augusto Pinochet dio un golpe de Estado, el mismo día en que Víctor debía acudir a la universidad a actuar junto a Allende en un acto llamado “Canto a la vida”. Su esposa Joan, alertada por la asonada golpista, intentó evitar que asistiera al evento, pero el cantante hizo caso omiso.
Al día siguiente del golpe de Estado de Pinochet, los tanques invaden el recinto universitario. Tras ser detenido en la universidad, fue encarcelado junto con otras 5.000 personas en el estadio Chile, un recinto deportivo en el centro de Santiago que hoy lleva su nombre, donde fue reconocido por militares que lo torturaron brutalmente.
Luego de cuatro días de martirio, el 16 de septiembre, Jara, de 40 años, murió por 44 balazos, según las pericias tras su exhumación.
Su cuerpo fue hallado en un terreno baldío cerca del Cementerio Metropolitano de Santiago, junto a otros cuatro prisioneros políticos, entre ellos Littre Quiroga, y se convirtió en un ícono para los cientos de artistas que sufrieron violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet.
Autor de temas como Te recuerdo Amanda, El cigarrito o El manifiesto, es considerado un símbolo de la Canción Chilena, un movimiento músico-social que se desarrolló en los años 1960 hasta el comienzo de la década de 1970, que además integraban artistas como Violeta e Isabel Parra y las agrupaciones Quilapayún e Inti-Illimani.
Fuente: TeleSur