En nuestro país en los últimos 40 años, aproximadamente, se han aprobado 15 amnistías, de las cuales 12 se han aprobado entre la primera etapa de la revolución y la segunda etapa de la revolución.
En otras palabras cuándo se habla de la paz, de la reconciliación, del bien común, no son eslogan que vienen del diente al labio, ha sido una constante que ha caracterizado al Frente Sandinista de Liberación Nacional, una consecuencia historia que ha tenido en su compromiso con la paz, la reconciliación, y el bienestar con las y los nicaragüenses.
El diputado Wálmaro Gutiérrez, estuvo en la Revista en Vivo con Alberto Mora en Vivo, quien dejó claro que “si hay una institución política en este país, que ha puesto los huesos de punta por garantizar que Nicaragua sea un país de paz, de concordia, de armonía para las y los nicaragüenses, y de bienestar, de progreso, de equidad y de igualdad, ha sido el Frente Sandinista de Liberación Nacional y como te repito a pruebas me remito: 12 de las 15 leyes de amnistía han sido aprobadas, ya sea en la primera, o en la segunda etapa de la Revolución”.
Destacó que tanto a nivel nacional, como a nivel internacional estos temas de amnistía generan mucho intercambio, mucha polémica, hay algunos puntos de vista encontrados, sin embargo, también hay que tener conciencia de que ha habido, incluso desde la academia ciertos elementos que debe contener una ley de amnistía moderna, en las cuales prácticamente todos los científicos del derecho coinciden.
Amnistía: perdón y olvido legal
“Luego de eso también es importante destacar en sí ¿De qué hablamos cuando hablamos de amnistía? Porque la amnistía es una figura jurídica casi tan vieja como el derecho mismo”, explicó el jurista.
Sin embargo a través de los tiempos ha venido afinándose, mejorándose, precisándose porque el concepto más clásico y puro de la amnistía, y todo el mundo cuando habla de amnistía solo se le ocurren dos palabras, perdón y olvido, porque, porque el concepto clásico de la amnistía efectivamente era así, el perdón y el olvido.
“El perdón significa que aquellos que pudiesen ser procesados, aquellos que estaban en procesos, o aquellos que estaban sentenciados por delitos políticos o delitos conexos a estas infracciones de carácter político, de naturaleza política, eran perdonados de la acción punitiva del estado, pero a parte de eso se generaba un olvido”.
“Y yo quiero hacer un señalamiento muy particular en este tema del olvido, porque cuando hablamos del olvido hablamos del olvido legal, o sea borrón y cuenta nueva desde el punto de vista legal, no estamos hablando de un olvido, porque es imposible, un olvido moral, un olvido social, un olvido histórico, porque las sociedades que olvidan lo que han vivido, están condenadas a repetir esas experiencias y nosotros no podemos olvidar, porque es la única manera de garantizar no volver al pasado, pero históricamente el concepto de la amnistía así se te presentaba”, aclaró.
“¿Con qué objetivo aprobás una amnistía? Se aprobaba una amnistía en aquellos países que atravesaron o ha estado atravesando por situaciones de conflicto que prácticamente rasgan el tejido social de ese país, el tejido de la sociedad de ese país, conflictos armados, terribles”.
El diputado explicó que a través de los tiempos la amnistía ha venido transformándose, “porque si vos te das cuenta, en ese concepto clásico que yo te he transmitido de la amnistía, y cuando se habla de perdón y olvido de lo único que estás pensando es del perdón del victimario y del olvido de su delito, pero a través del tiempo lo intelectuales, los pensadores, los científicos, los politólogos, han coincidido que ese concepto estaba incompleto, porque hacía falta la otra dimensión, que se olvidaba ahí, porque cuando te olvidas de delito, también te olvidas de la víctima, y eso es grave”.
“O sea vos tenés que hablar del perdón del victimario, pero de la atención integral de las víctimas, porque sino, la amnistía se convierte en un burladero de la justicia, en otras palabras si vos estás de manera reiterada aprobando amnistías, lo que estás dando es una señal de que no importa lo que hagas, no importa cuántas veces lo hagas, porque tarde o temprano va a venir una amnistía que te va a terminar perdonando y olvidando”, enfatizó.
“La amnistía es general, prácticamente la amnistía no tiene nombre y apellido, la amnistía va para todos aquellos que han participado en un determinado conflicto, en un punto de vista espacial o territorial, o sea en el territorio nacional y en un determinado periodo de tiempo, un conflicto que va desde una fecha A, hasta una fecha B. En el caso del indulto, es distinto, es el perdón, más no el olvido, de una persona en particular, por un delito en particular, que no tiene que ver para nada en temas de carácter político. La amnistía y el indulto, que dicho sea de paso son dos facultades constitucionales que tiene la asamblea nacional, aprobar amnistía y aprobar indultos, le corresponden al poder legislativo en este caso de la República de Nicaragua”.
“Cuando se empezó a entender este tema de que la amnistía no podían convertirse en un burladero de la justicia, cuando se empezó a entender de que también había otra dimensión, tan o cuidado más importante que el victimario, que es la víctima, entonces el concepto de la amnistía se empezó a transformar, y se le agregó modernamente incluso, a partir de instrumentos internacionales que han generado mucho debate”.
No repetición
Explica el legislador que hay un elemento de los estándares internacionales que toda amnistía, en cualquier país del mundo que se apruebe, debe contener en su seno, “porque si no sería una correcta amnistía, porque además del perdón, y el olvido legal, por otro lado también tenés que garantizar el principio de la no repetición”.
Dijo que son principios sagrados en el derecho constitucional y particularmente en el tema vinculado a la amnistía. “Cuando se habla de la amnistía, pareciera que es una ley colgada en el espacio, en el caso de Nicaragua fue prácticamente un parte aguas porque se dieron cosas antes de la ley de amnistía, y se dieron cosas después de la ley de amnistía, en otras palabras hay una ley de amnistía y un proceso de estabilización social en el marco de una amnistía, porque para eso son las leyes de amnistía, para garantizar, son un estabilizador de la sociedad, que atravesó por una crisis y que necesita retomar la senda de la paz, del progreso, de la estabilidad y del bienestar”.
“Si vos mirás la ley de amnistía, tenemos que ver un antecedente y un precedente de la ley de amnistía, ¿Cuáles fueron los antecedentes de la Ley de Amnistía que nosotros tenemos hoy en nuestro país, la más reciente? Se aprobaron dos leyes, y se aprobaron dos programas, previos a la aprobación de la ley de amnistía. La ley 985, que es la Ley Para Una Cultura de Diálogo, Reconciliación, Seguridad, Trabajo y Paz”.
“Porque antes de hablar de una amnistía para perdonar estos delitos, primero se tenía que ver a dimensión de la víctima, y tenemos que garantizar que en este país, ya no sea una política de gobierno, la cultura de gobierno no es una política del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, ya cuando se traslada a ser una ley de la República, deja de ser una política de gobierno, para convertirse en una política de Estado”.
“Esto es bien importante que lo tengamos claro, porque si fuese una política de gobierno, cuando hay un cambio de gobierno, hay un cambio de política, pero cuando hay un cambio de gobierno hay un cambio de Estado”, subrayó el diputado Gutiérrez.
En este sentido muy acertadamente señaló que el Estado sigue siendo el mismo, «el Estado de la República de Nicaragua independientemente del gobierno que esté en el poder, existe una ley con las cuales los nicaragüenses debemos de resolver nuestras diferencias y de avanzar. ¿Cual es la ley? Ley Para Una Cultura de Diálogo, Reconciliación, Seguridad, Trabajo y Paz. Y en síntesis, en tres líneas la ley dice que no es a través del odio, a través de la violencia, a través de la muerte, a través de la destrucción, que vas a resolver los problemas y las diferencias entre los nicaragüenses”.
“Luego de eso, continúa con una segunda ley, no menos importante, antes de la ley de amnistía, la Ley 994, ¿Cuál es la Ley 994? es nada menos que la Ley Integral de Atención a las Víctimas, antes de la Ley de Amnistía. Esta ley integral de atención a las víctimas se aprueba en aras de garantizar una atención y reparación integral a las víctimas y a sus familiares que padecieron vejámenes en el contexto de los hechos de violencia ocurridos entre el 2018 para adelante. Ahí hay una ley con una serie de acciones, entonces vos ya vas empezando a entender que no solamente estamos hablando del perdón y olvido, que se ha dicho típicamente e históricamente”.
“Cuando vos ya tenés a nivel de política de estado una cultura de paz para el diálogo, la reconciliación, el trabajo y luego de eso tenés una ley de atención integral para las víctimas ahora si estas en condiciones para dar el siguiente paso: aprobar una ley de amnistía, que por un lado cuenta con los principios técnicos generalmente aceptados como correctos a nivel internacional para un instrumento de esta naturaleza”.
Agrega: “El objetivo es lograr la paz a través del perdón y el olvido legal de todos esos delitos políticos y comunes conexos, con una condición, pero la deja clarita la ley de amnistía, la no repetición.”
“La no repetición que es un principio que no lo inventamos nosotros, está ya en muchísimas legislaciones, si vos te vas a las leyes de amnistía que se han aprobado en Colombia con todos sus conflictos, Argentina, Uruguay, El Salvador, Honduras, Ecuador y para salir en América Latina, incluso en España ahorita acaban de aprobar una ley de amnistía que tiene consagrado el principio de la no repetición, porque, si vos no consagras en la ley de amnistía el principio de no repetición, lo que estás haciendo es permitiendo que la ley de amnistía se convierta en un instrumento para burlar la justicia, y dejar desprotegido a las víctimas”.
“Se aprobó con el principio de no repetición, dos o tres instrumentos legales interesantisimo, el primero, la Ley Reguladora de Agentes Extranjeros, porque se aprueba con posterioridad a una Ley de Amnistía, que tiene dentro de su seno el principio de no repetición, porque es de todos conocidos que fue públicamente demostrados, que todos estos tristes, lamentables y bochornosos incidentes, que nosotros los nicaragüenses vividos en el año de 2018 en para adelante, no fueron hechos que cayeron del cielo por generación espontánea, fue un plan articulado, y lo peor, financiado con recursos de gobiernos extranjeros para debilitar, desestabilizar y remover del poder por la violencia al Gobierno legítimamente electo del estado de la República de Nicaragua”.
“Porque todos esos acontecimientos fueron financiados con esa plata, entonces tenemos es nuestro legítimo soberano derecho de hacerlo, como lo han hecho en la mayoría de países del mundo que ya hemos demostrado que tienen sus correspondientes leyes de agentes extranjeros, no permitir de que a través de personas naturales, o a través de personas jurídicas, se estuviesen canalizando recursos del extranjeros con el objetivo de financiar actos de desestabilización y que vengan a atentar contra la paz y la estabilidad que es un derecho inalienable de los y las nicaragüenses, dentro del marco del principio de la no repetición”.
“Y luego de eso se aprobaron dos elementos adicionales que están más pegados al tema de carácter penal, que es: la ley especial de Ciberdelitos, porque el tema del ciberespacio, los ciberdelitos jugaron un papel trascendental en toda esta desinformación, en toda esta desestabilización que se generó a partir del año 2018”.
Además se aprobaron reformas al código penal, la reforma al artículo 410 sobre el menoscabo a la integridad nacional, pero se aprobó una ley que es prácticamente la ley del honor y del decoro de los y las nicaragüenses, que es la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y la Autodeterminación para la Paz, donde se deja claramente establecido que es un traidor a la Patria.
“Aquel que venga a desestabilizar al Estado de la República de Nicaragua, porque todo el mundo tiene derecho de disentir de un gobierno, o de una política de gobierno, lo que eso no te da derecho es que vos agarres un garrote y le querrás partir la cabeza a alguien porque no piensa igual que vos, o no te da derecho a romper una carretera, cortar la energía eléctrica, cortar el agua potable, quemar alcaldías, quemar hospitales, quemar centros de salud, violar, golpear y asesinar, porque tenés diferencias con un determinado gobierno. ¿A dónde vamos a parar con esto?. Es por eso que se deja claro que hay una cultura de paz, que es una política de estado, que existe una ley de atención a las víctimas, existe una ley de amnistía bajo la lógicamente de un principio de no repetición y luego de eso una ley de agentes extranjeros, una ley especial de ciberdelitos, una ley de defensa de los derechos del pueblo a la paz, la independencia y la soberanía para la paz, y reformas al Código Penal”.
En síntesis, el diputado Walmaro Gutiérrez explicó que ese es prácticamente el contexto en que se desarrolla este tema de la amnistía.
“No se vale que personas que puedan tener recursos económicos, o que pueden tener incluso una posición predominante en la sociedad nicaragüenses, ya sea porque es un líder político, o porque es un líder religioso o social, se crea que está por encima del bien y del mal, que no está bajo el alero de la ley, sino que está al margen de la ley, o peor, por encima de la ley y que crea, que por su investidura, por su alta investidura a él o a ella, no le afectan estos delitos, no le afectan o no se le aplican estas disposiciones legales, estas disposiciones constitucionales, no es correcto, se supone que este es un estado social de derecho que todos somos iguales ante la ley, y que si tenemos los mismos derechos ante la ley, también tenemos que tener las mismas obligaciones ante la ley”.
“Yo no me puedo beneficiar de mi posición predominante para empezar a propalar una campaña de odio, de desinformación, de desestabilización, de andar buscando como lanzar a una parte del pueblo contra la otra, y lo peor del caso en nombre de mi ideología política, o mi ideología religiosa, no podemos hacer eso, nosotros debemos ser promotores de la paz, de la reconciliación, debemos de garantizar que los nicaragüenses entendamos de una sola vez que no es a través de la violencia que nosotros vamos a resolver nuestros conflictos, es por eso que ahora que es lo que tiene que hacer el estado nicaragüense garantizar que se cumpla la ley”, recalcó.
Y finalmente dejó claro que independientemente que vos tengas un apellido de abolengo, o que tengas una posición predominante en una institución religiosa o social, o que tengas una ONG sin fines de lucro con mil años de existir, eso no te da derecho a romper el orden constitucional establecido en este país.
Fuente: 19 Digital