Se cumplen hoy 38 años de la «Furia Urgente», nombre clave de la operación imperialista para invadir la pequeña isla de Granada en el Caribe latinoamericano, un 25 de Octubre de 1983; la muerte contra el pueblo de Maurice Bishop. Los yanquis siendo ellos mismos bajo la excusa de proteger a sus ciudadanos, llevar democracia y establecer el orden, con portaaviones y bombarderos.
🔥 Se cumplen hoy 38 años de la «Furia Urgente», nombre clave de la operación imperialista para invadir la pequeña isla de Granada en el Caribe latinoamericano, un 25 de Octubre de 1983; la muerte contra el pueblo de Maurice Bishop.
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La desestabilización, receta yanqui pre invasiones
Granada pasaba por momentos difíciles, la Revolución del Pueblo bajo el mando del Movimiento Nueva Joya y su líder Maurice Bishop se veía atacado desde afuera y adentro, grandes campañas mediáticas mostraban a la isla como un nuevo «infierno cubano-sovietico» mientras ocultaban las campañas de desestabilización y violencia orquestadas por Estados Unidos.
Grupos contrarrevolucionarios creados por la CIA tras la toma del poder popular en 1979, financiados para crear descontento, sabotajes e inestabilidad social y económica, como base de un plan mayor que buscaba una invasión militar, sumado a las fuertes divisiones surgidas en el seno del comité central del partido revolucionario en Granada crearon las condiciones para que el caos se perpetrara por parte de las bandas pro imperialistas.
Golpistas y traidores, agentes del imperialismo en nuestros pueblos
Por su parte Bishop contaba con el apoyo del pueblo de Granada e internacional de las naciones libres, mientras que los golpistas y traidores contaron siempre, como es usual con el apoyo de la CIA y sus medios masivos.
El 19 de Octubre el pueblo que buscaba liberar a Bishop de los golpistas fue atacado y asesinado por el ejército, siendo esté el último día del líder caribeño. Para el 21 de Octubre el portaaviones «Independence» y dos mil unidades de marines se asentaron cerca de Granada, ¿La excusa?… Proteger cerca de mil norteamericanod que vivían en la isla.
Mientras tanto el gobierno revolucionario, en medio del caos ante traidores golpistas, el ejército y la muerte de Bishop, abogaba ante el mundo por la no intervención; sin embargo la decisión estaba tomada por parte de Reagan y el imperialismo no dejaría pasar esta oportunidad para demostrar al mundo su falta de sentido humano y sus características de matones, los clásicos abusadores de indefensos.
«El abuso asumió en el Caribe proporciones insospechadas al abalanzarse Estados Unidos sobre un minúsculo territorio que cabe mas de 27 mil veces en el suyo, con un ejército varias veces inferior al número de policías de cualquier ciudad norteamericana, una población que no alcanza a la de un barrio neoyorquino, y en cuya extensión apenas fue posible desplegar la maquinaria bélica empleada en la invasión». – Raúl Castro [1]
La invasión
A las 5.40 de la mañana, fuerzas del ejército y la marina atacaron por aire y tierra a la pequeña isla, los bombardeos no excluyeron objetivos militares de los civiles, incluido un hospital psiquiátrico (cuales nazis exterminando enfermos), 500 soldados en un desembarco helitransportado tomaron el aeropuerto de Pearls, mientras 1,000 marines caían en paracaídas en Point Salines.
Artillería pesada, aviones caza, blindados y más de 7 mil soldados contra un pequeño pueblo heroico que contó con unos 1,500 soldados y unos 784 valientes y abnegados internacionalistas Cubanos; no eran soldados ni guerrilleros del M-26-J, sino doctores, maestros, constructores, personal diplomático y tan solo 40 asesores militares.
Como podrían las AK 47 y los 3 cartuchos por persona hacer frente a tal enemigo sino con el corazón entregado por la verdadera libertad; el pueblo sucumbió ante las bombas, tanques y ametralladoras del imperialismo y reclamaba una vez más su cuota de sangre el tío Sam, el gran capital, que busca por todos los medios evitar su destino.
Pero ha de llegar y toda la sangre derramada por pueblos inocentes brotará como sonrisas de justicia, libertad e igualdad; sin más capital imperial, ni opresión sobre las masas de pueblo que con trabajo, sudor y sangre hacen cara a las agresiones neo colonialistas.
Queda en nuestros deberes no olvidar jamás, cada una de las invasiones contra la vida, las estrategias usadas para imponer gobiernos títeres fascistas; queda en nuestros objetivos conocer la historia para no permitir nunca más que nos vuelvan a colonizar, ni con las formas del ayer, ni con los métodos de hoy.
Escrito por Alonso.
Referencias:
[1] Granada, El mundo contra el crimen. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana. 1983.
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