Friedrich Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX. Nietzsche fue un apasionado defensor de la individualidad. Su método genealógico, y su psicología del resentimiento y la sospecha, hicieron de él un precursor de los psicoanalistas del siglo XX, así como generaciones posteriores de teólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos.
Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en autores tales como Michel Foucault, Jacques Derrida, Martin Heidegger o Deleuze entre otros.
Infancia y juventud
Nace el 15 de octubre de 1844 en Röcken, región de Turingia, perteneciente al reino de Sajonia la que fue anexionada en 1815 a Prusia.
Su nombre proviene del rey Federico Guillermo IV de Prusia, en cuyo cuadragésimo noveno aniversario nació. Primogénito del pastor Karl Ludwig, también hijo de pastor, quien se había casado con Francisca Oehler en 1843. El padre había sido preceptor en la corte de Altemburgque murió cuando él tenía 5 años, fue educado por su madre en una casa donde vivía junto a su abuela, dos tías y su hermana. Comienza a escribir un diario, así como a pasar las vacaciones con sus tios en Pobles. Muere la abuela materna en abril y pasan a tener casa propia. Por esta etapa comienzan su dolores de cabeza y de ojos. Recibe vacaciones especiales por este motivo.
Estudia a grandes filósofos como fueron Homero, Demócrito y Kant. El 9 de octubre comienza el servicio militar en la sección de caballería de un regimiento de artillería con sede en Naumburg con el fin de aprovechar esa obligación para residir en Berlín y utilizar sus bibliotecas. En marzo de 1868 sufrió un accidente ecuestre que lo excluyó del servicio militar y le permitió volver a dedicarse al estudio. Ese mismo año conoció a Richard Wagner, personaje fundamental en su desarrollo por el cual sentia una gran admiración y con quien rompió relaciones tiempo despues. La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo.
Cursó estudios de filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, y más adelante fue nombrado profesor de filología griega en la Universidad de Basilea cuando contaba 24 años; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. Su trabajo sobre las fuentes de Diógenes Laercio recibe el premio de la Universidad.
Su delicada salud le obligó a retirarse en 1889. Nietzsche llega a Basilea para ser ingresado en una casa de locos, el diagnostico: “parálisis progresiva”. La madre lo recoge y lo lleva consigo a Jena a la Clínica Psiquiatrica de la Universidad de Binswanger.
Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura.
Decadencia mental y muerte
Hacia 1889 Nietzsche estaba enteramente sumergido en la locura, y su madre Franziska decidió llevarlo a una clínica en Jena . Desde noviembre de 1889 a febrero de 1890, Julius Langben intentó curar a Nietzsche, sentenciando que los métodos del doctor eran ineficaces para curar su condición asumiedo más y más control sobre él. En marzo de 1890, Franziska sacó a Nietzsche de la clínica, y en mayo de 1890 lo llevó a su casa en Naumburgo.
En 1893 su hermana, Elisabeth Nietzsche leyó y estudió los trabajos de Nietzsche, y pieza por pieza tomó control sobre ellos y su publicación . Después de la muerte de su madre en 1897 Nietzsche es cuidado por Elisabeth en Weimar, quien permitió a la gente visitar a su poco comunicativo hermano. Nietzsche muere el 25 de agosto de 1900 después de contraer neumonía. Por deseo de Elisabeth, fue inhumado como su padre en la iglesia de Röcken.
La causa del hundimiento de Nietzsche ha sido un tema de especulación y origen incierto. Un frecuente y temprano diagnóstico era una infección de sífilis, sin embargo, algunos de los síntomas de Nietzsche eran inconsistentes con los típicos casos de sífilis. Otro diagnóstico era una forma de cáncer cerebral. Otros sugirieron que Nietzsche experimentó un despertar místico, similar a los estudiados por Meher Baba. Mientras muchos comentaristas ven el decaimiento de Nietzsche como no relacionado con su filosofía, algunos, incluyendo Georges Bataille y René Girad, argumentan que este hundimiento debe ser considerado como un síntoma de un desajuste psicológico trasladado a su filosofía.
Etapas fundamentales de su pensamiento
Se puede hablar de tres etapas fundamentales en su pensamiento:
Primera, estética o romántica, influenciado por su amigo Richard Wagner (con el que mantendrá una relación amistad-odio), donde redacta «El origen de la tragedia a partir del espíritu de la música». Las primeras preferencias de Nietzsche en el terreno de la filosofía girarán en torno al idealismo hegeliano, pero el pensador que en esos momentos influye en él con más fuerza será Arthur Schopenhauer. Su teoría se halla bajo el influjo del innatismo y la crítica de Schopenhauer al racionalismo hegeliano e intenta por caminos similares a los de aquél (la voluntad y la intuición) superar sus conclusiones pesimistas (la voluntad de vivir).
Segunda, tras haber renunciado a la cátedra de Basilea, en la que su modo de vida modesto y austero se ve perseguido por sus problemas de salud. Es sobre todo en esta época donde se desarrolla su interés por la cultura griega, que a la postre tendría tanta importancia en su filosofía. Estudia la obra de Platón y Aristóteles, y siente especial predilección por las figuras de Sócrates y Heráclito.
Tercera, de madurez, se extendería hasta su internamiento en Basilea en 1889, bajo síntomas de locura. Es ésta, en la segunda mitad de los 80, el periodo en el que escribe la mayor parte de sus mejores obras. Por último, su consideración del predominio de los instintos vitales sobre la razón es también un precedente fundamental del vitalismo.
Conceptos clave
Crítica a la cultura occidental
Según Nietzsche, la cultura occidental está viciada desde su origen, porque el error más peligroso de todos consiste en intentar instaurar la racionalidad a toda costa. La manera griega de ver el mundo, es interpretada por Nietzsche como un síntoma de decadencia. Es decadente todo aquello que se opone a todos los valores del existir instintivo y biológico del hombre. Hay que criticar a Platón para eliminar los errores de base; se trata de una crítica total a los tres mundos que son inventados por el hombre occidental y que son síntomas de su decadencia: El mundo racional, el mundo moral y el mundo religioso.
Friedrich también le hace una crítica a la moral. Uno de sus argumentos fundamentales era que los valores tradicionales (representados en esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación «Dios ha muerto». Estaba convencido que los valores tradicionales representaban una «moralidad esclava», una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses. El moralista desprecia todos los valores del yo, siendo el altruismo la norma suprema de conducta. El altruismo es entregarse a los demás sin esperar nada a cambio. El altruismo no es más que una justificación de decadencia personal.
La lógica de esta moral consiste en una alteración de la personalidad, porque considera que lo poderoso y lo fuerte es algo suprahumano y en cambio lo débil y lo vulgar es propio del hombre. Las acciones elevadas no son propias del hombre sino de otro yo más perfecto que se denomina Dios.
En el culto a la filosofía tradicional su principal crítica está dirigida a la Metafísica clásica. La filosofía tradicional sería principalmente la que creó Platón al afirmar la existencia de un mundo absoluto o perfecto; pero esto es considerar al ser como algo estático o inmutable, frente al ser dinámico que defendiese Heráclito. Pero sus reproches también apuntan a la Lógica; para el lógico, la verdad se opone al error y Nietzsche rechaza esta oposición alegando la existencia de errores irrefutables y verdades contradictorias. No atacará en general a la ciencia, sino más bien al mecanicismo y al positivismo que con tanto éxito se consolidan en su época.
Lo dionisiaco y lo apolíneo
A través de la distinción de dos principios fundamentales, lo apolineo y lo dionisiaco, Nietzsche ofrece una interpretación del mundo y la filosofía griega que tendrá un gran alcance en el pensamiento contemporáneo, sobre todo en la estética y la literatura del siglo xx, siendo los dos dioses griegos, Apolo y Dionisios los representantes de esta original visión. El primero representa la serenidad, claridad, la medida y el racionalismo, es la imagen clásica de Grecia. Dionisios, sin embargo, es lo impulsivo, lo excesivo , lo desbordante, la afirmación de la vida, el erotismo y la orgía como culminación de este afán de vivir, es decir sí a la vida a pesar de todos sus dolores. La influencia de Schopenhauer cambia de signo y en lugar de la negación de la voluntad de vivir, Nietzsche pone esa voluntad en el centro de su pensamiento.
«La verdad es aquella clase de error sin la que una determinada especie de seres vivos no podrían vivir. El valor para la vida es lo que decide en última instancia». El platonismo consistiría también en una cierta forma de voluntad de poder, sin embargo se opone a la postura de Nietzsche, ya que considera la verdad como única e inmutable.
La filosofía occidental, encabezada por Platón y Aristóteles reprimió los planteamientos dionisíacos para ofrecer una visión del mundo apolista. Frente a esto, Nietzsche niega los ideales apolíneos y reclama el triunfo de los ideales dionisíacos mediante la utilización metafórica del lenguaje como expresión de la voluntad de poder. La negación de los ideales apolíneos implica la negación del principio de individuación, expresado en el platonismo por la idea de uno y sustituida en el cristianismo por la idea de Dios. Si negamos a Dios, negamos al uno, y si negamos la idea de uno, negamos los ideales apolíneos y afirmamos la multiplicidad dionisíaca, de tal manera que cada cual pueda expresar su propia verdad y sus propios dioses.
El eterno retorno
Nietzsche depende en cierta medida del positivismo de la época y, a la vez que niega la posibilidad de la Metafísica, representa la pérdida de la fe en Dios y de la inmortalidad del alma. Esta vida que se afirma, que pide siempre ser más, que pide eternidad en el placer, volverá una vez y otra.
Pero el aspecto temporal de la vida, tan exitoso entre los románticos alemanes, es el eterno retorno de las cosas que ya se encontraba en las enseñanzas de Heráclito: Cuando están realizadas todas las combinaciones posibles de los elementos del mundo, quedará todavía un tiempo indefinido por delante, y entonces volverá a empezar el ciclo y así indefinidamente. Todo lo que sucede en el mundo se repetirá igualmente una y otra vez, todo se repetirá eternamente y con ello todo lo malo y lo miserable.
El eterno retorno cumple pues dos funciones en la filosofía de Nietzsche. La primera es remarcar el amor a la vida. Los cristianos postulan un paraíso, Platón el mundo de las ideas. Nietzsche dice que después está otra vez la tierra, el mundo: porque no hay nada más. Por otro lado cumple una función ética. Quien acepta el eterno retorno, se previene y acepta sus actos. Con el dolor que puedan contraer, con el placer que puedan conllevar: no hay lugar para el arrepentimiento.
En este horizonte de tiempos futuros por elaborar desde lo ya dado aparece una de las figuras fundamentales del pensamiento nietzscheano, el «superhombre». El hombre puede ir transformando al mundo y puede transformarse a si mismo mediante una transformación de todos los valores, encaminándose hacia esa alegórica figura.
Transformación de los valores tradicionales: el nihilismo
El nihilismo no consiste en una teoría filosófica o en una proposición teórica, sino que es un movimiento propio de la cultura. La fuerza del espíritu de occidente, cansado y agotado por los valores inadecuados y falsos de su «verdadero mundo» se vuelve nihilista, lo cual significa que se desvalorizan los más altos valores, falta la meta y falta la respuesta al por qué. El nihilismo del espíritu occidental es radical y absoluto, y una vez perdida la fe en el «verdadero mundo», la cultura se queda sin sentido, sin guía o meta aparente, entonces se llega a la decadencia o al pesimismo.
Por lo tanto, el nihilismo es una fuerza destructora de la base de la cultura occidental, es decir, de ese Dios cristiano en el que se apoya la moral y el conocimiento del hombre.
La moral de los señores.
Nietzsche tiene especial enemistad con las éticas kantiana del deber, la utilitarista y sobre todo con la ética cristiana y valora, por el contrario, la vida sana, fuerte, impulsiva y con voluntad de dominio. Todo lo débil, enfermizo y fracasado es malo, pero definitivamente, la compasión es el peor mal.
Distingue dos tipos de moral :
- Moral de los señores : la de las individualidades poderosas que tienen superior vitalidad y vigor para consigo mismas. Es la moral de la exigencia y de la afirmación de los impulsos vitales.
- Moral de los esclavos : la de los débiles y miserables, la de los degenerados ; regida por la falta de confianza en la vida, porque valoran la compasión, la humildad y la paciencia. Es una moral del resentido, que se opone a todo lo superior y que por eso afirma todos los igualitarismos.
El superhombre
Piensa Nietzsche que el hombre es un ser miserable e inmundo, un ser a medio hacer, un puente entre la bestia y el superhombre, un paso de la pura animalidad a la superhumanidad. Es su destino, pero en su recorrido evolutivo poco ha sido todavía lo alcanzado: Habéis evolucionado del gusano al hombre, pero todavía hay mucho de gusano en vosotros.
El hombre es como una enfermedad en el universo, y es el único animal que todavía no ha llegado a consolidarse. La vida humana conlleva un grave riesgo: o vencer al hombre mediante la superación, o volver a la animalidad primitiva. Mientras todos los animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a evolucionar, no quiere abandonar lo valores del pasado y dar un nuevo sentido a la humanidad. Está pues, a diferencia del animal, vuelto al futuro y concibe ideales, cuenta destinos.
Pues bien, habría según Nietzsche tres versiones del ideal humano:
El ideal estético, donde el ideal humano es interpretado como tragedia, donde se armonizan lo dionisiaco y lo apolineo. Lo dionisiaco representa la embriaguez desenfrenada de vivir y lo apolineo representa la armonía de forma y el resplandor de la belleza.
Pero también el ideal científico, que concibe el ideal humano como sabiduría: el hombre sabio conoce la realidad del mundo con todas sus miserias, y por eso afirma enérgicamente la vida.
Por último, el mayor ideal, el superhombre, donde se integra y sintetiza el radical cambio de valores que propone Nietzsche.
Nietzsche sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la «voluntad de poder». La voluntad de poder no es tan sólo el poder sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la creatividad. Tal capacidad se manifiesta en la autonomía del superhombre, en su creatividad y coraje.
Para llegar al superhombre, el hombre europeo tiene que autosuprimirse, y este proceso debería pasar por tres fases :
- El camello es el símbolo del hombre europeo actual, que todavía está impregnado de la moral de esclavos y que soporta el peso de la carga con paciencia.
- El león en cambio es el símbolo del hombre revolucionario, el que se levanta contra la moral de los esclavos. A su vez, el león después de romper las cadenas de la esclavitud tiene que transformarse en niño.
- El niño simboliza la pureza e inocencia de la infancia, desde la que se recrea la nueva tabla de valores.
El superhombre representa, el amor a la vida, el sentido de la Tierra y la exaltación de los instintos ascendentes. El hombre para convertirse en superhombre ha de expulsar de su interior a Dios. No se trata de una divinización del hombre, sino todo lo contrario, una sustitución de Dios por el superhombre, de tal forma que éste se convierta en un ser con plenitud de poder y de dominio sobre sí y sobre los demás. Pero esta transformación requiere, según Nietzsche, de una voluntad de dominio, de agresión y de sentimientos hacia lo ajeno, la «voluntad de poder».
Frases célebres
Obra
- Fatum e historia (1862)
- Libertad de la voluntad y fatum (1868)
- Homero y la filología clásica (1869) (Homer und die klassiche Philologie. Ein Vortrag)
- El drama musical griego (1870) (Das griechische Musikdrama)
- Sócrates y la tragedia (1870) (Socrates und die Tragödie)
- La visión dionisíaca del mundo (1870) (Die dionysische Weltanschauung)
- El Estado griego (1871)
- El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música (1872) (Die Geburt der Tragödie aus dem Geiste der Musik)
- Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas (1872) (Über die Zukunft unserer Bildungsanstalten. Sechs öffentliche Vorträge)
- Cinco prefacios para libros no escritos (1872) (Fünf Vorreden zu fünf ungeschriebenen Büchern)
- La filosofía en la época clásica de los griegos (1873) (Die Philosophie im tragischen Zeitalter der Greichen)
- Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873) (Über Wahrheit und Lüge im aussermoralischen Sinne)
- David Strauss, el confesor y el escritor (1873) (I. David Strauss: der Bekenner und der Schriftsteller)
- Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida (1874) (II. Unzeitgemasse Betrachtungen. Vom Nutzen und Nachteil der Historie fur das Leben)
- Schopenhauer como educador (1874) (III. Unzeitgemasse Betrachtungen. Schopenhauer als Erzieher)
- Richard Wagner en Bayreuth (1876) (IV: Unzeitgemasse Betrachtungen. Richard Wagner in Bayreuth)
- Humano, demasiado humano (1878) (Menschliches, Allzumenschliches. Ein Buch für freie Geister)
- El caminante y su sombra (1880) (Der Wanderer und sein Schatten)
- Aurora. Reflexiones sobre los prejuicios morales (1881) (Morgenröthe. Gedanken über die moralischen Vorurtheile)
- La gaya ciencia (1882) (Die Fröhliche Wissenschaft)
- Así habló Zaratustra (1883, I y II; 1884, III; 1885, IV) (Also Sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen)
- Más allá del bien y del mal (1886) (Jenseits von Gut und Böse. Vorspiel einer Philosophie der Zukunft)
- La genealogía de la moral (1887) (Zur Genealogie der Moral. Eine Streitschrift)
- El Anticristo (1888) (Der Antichrist. Fluch auf das Christentum)
- El caso Wagner. Un problema para los amantes de la música (1888) (Der Fall Wagner. Ein Musikanten-Problem)
- Ditirambos de Dioniso (1888–1889) (Dionysos-Dithyramben)
- El crepúsculo de los ídolos (1889) (Götzen-Dämmerung, oder: Wie man mit dem Hammer philosophirt)
- Nietzsche contra Wagner (1889) (Nietzsche contra Wagner. Aktenstücke eines Psychologen)
- Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (1889) (Ecce Homo. Wie man wird, was man ist)
Fuente: EcuRed
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