Compartimos carta escrita por el General Augusto C. Sandino, dirigida a José Idiáquez, titulada «Nuestro Ejército no está dispuesto a pedir cacao al enemigo». A continuación se presenta el texto:
Cuartel General del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, Agosto 10 de 1931.
Señor José Idiáquez
Danlí, Honduras, C. A.
Paz y amor, mi querido hermano:
Con el mismo placer recibimos su muy atenta nota fechada en ésa el 24 de julio pasado. También recibimos, adjunto a su carta, la que se sirvió enviarnos el señor Gustavo Alemán Bolaños.
Recientemente escribí una nota al mencionado Alemán Bolaños, ofreciéndole un legajo de importantísimos documentos de nuestro Ejército, para la edición de un folleto. [1] Sin embargo, con la última carta del señor Alemán Bolaños hemos reconsiderado la idea del envío del mencionado legajo, y resolvimos ya no mandarlo, en vista de la pretensión idiota del señor Bolaños al formularnos lo que debemos de decir y su orden de lo que según él debemos de hacer [2].
Muchos son los que han adolecido del propósito de imponérsenos, entre ellos estuvieron los señores Froylán Turcios y Gustavo Machado,[3] pero aquellos individuos tan siquiera tenían nuestra representación, y Gustavo Alemán Bolaños solamente trae la pretensión de convertirse en director de nosotros sin ni habérsele solicitado; pobre diablo.
Nuestro Ejército no está dispuesto a pedir cacao al enemigo y siempre hemos estado dispuestos a la muerte o a la victoria, y no sería posible que hoy, que ya hemos abierto conciencia en nuestro pueblo, fuésemos a humillarnos al enemigo, pidiendo o proclamando presidente a un individuo que ni tan siquiera lo hemos oído mentar, y por lo mismo nada podría esperar nuestro Ejército de un individuo que ignora en su totalidad los sacrificios de nuestro Ejército…
Sinceramente comprendo que a usted le preocupen las discusiones limítrofes entre Honduras y Nicaragua, y que sus deseos son de que todo se arregle armoniosamente entre nosotros mismos, pero esa no lo permitirá el asesino yankee y las cosas tenemos que verlas a la luz de la propia realidad.
Nuestro Ejército reconoce como enemigo, tanto al renegado gobierno de Nicaragua, como al actual Gobierno de Honduras, porque los dos son agentes de los banqueros yankees, y nuestros dos pueblos (Honduras y Nicaragua), no esperan nada de semejantes piltrafas humanas.
No creo en la ruptura del Gobierno de Honduras y el de Nicaragua, y en el caso de que llegase a suceder, de seguro que eso obedecería a maniobras de la política internacional que desarrollan los banqueros yankees en nuestros pueblos indo – hispanos.
En esa virtud, nuestro Ejército mirará un solo bloque de enemigos, compuesto por las fuerzas de los gobiernos de Honduras, Nicaragua y Estados Unidos de Norte América. La situación se nos pondría color de hormiga, y aprovecharíamos atacar solamente a las fuerzas derrotadas de cualquiera de los tres gobiernos, para aumentar nuestros elementos bélicos, y poder ayudarnos a la formación de una nueva república libre para todos los hombres de la tierra.
Nicaragua ni Honduras necesitan entrar en ninguna discusión de límites y todo lo que actualmente se está observando a ese respecto, es cuestión exclusivísima de la política internacional de los Estados Unidos de Norte América.
Ahora bien: si alguna vez preguntan a usted la forma en que se podría llegar a un entendimiento de paz con nuestro Ejército, manifiésteles que las propuestas deberían ser completamente oficiales, dentro del mismo territorio nicaragüense, y que las personas designadas a traernos las propuestas deberán salir de Jinotega o San Rafael del Norte, con bandera blanca sobre los caminos de los llanos hasta internarse en las montañas del Naciente, en donde seguramente serán observados por nuestros vigías, quienes a su vez lo participarán a nuestras columnas expedicionarias, y éstas se encargarán de capturar a la supuesta delegación.
Los individuos que llevasen las propuestas de paz, solamente deberán ser tres, y todos montados en bestias mulares, pudiendo llevar las armas que gusten, entendidos los tres supuestos individuos, que si al ser requeridos por nuestra imaginaria hacen disparos, el fuego será contestado por nuestras armas.
Nos anticipamos a manifestarle lo anterior, por si alguna vez los gobiernos centroamericanos quieren ayudarnos en la pacificación de Nicaragua. No es, pues, tan fácil la cosa como se la ha imaginado Alemán Bolaños, de que con solo unas mal escritas líneas en unos pedazuchos de papel, podría terminar con una lucha que hemos estado sosteniendo por seis largos terribles años, con sólo la esperanza de ser libres, soberanos e independientes. El tal Evaristo Carazo Hurtado es granadino y de cepa conservadora, de quienes el pueblo solamente espera presiones y calamidades. Está loco Gustavo Alemán Bolaños, y jamás volverá a ver otra letra escrita de nuestras manos.
Mi Blanquita y todos, le retornamos con creces sus frases cariñosas.
Siempre Más Allá
A. C. Sandino
[1] En esta carta del 16 de julio de 1931, documento N° 142, p. 54, el general Sandino anuncia a Alemán Bolaños que recibirá un legajo de documentos del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, para ser publicados en un libro cuyo título sería «El bandolerismo de Sandino en Nicaragua».
[2] Se refiere a la propuesta que Alemán Bolaños hace al propio general Sandino de proclamar presidente de Nicaragua a Evaristo Carazo. Véase el documento N° 195, p. 189.
[3] Sobre el caso de Froylán Turcios, véase en el tomo I del documento N°98, p. 305; y en relación al de Gustavo Machado, el N° 133, p. 25 del presente volumen.
Referencias: Ramírez, S. (1984). «El pensamiento Vivo / Augusto C. Sandino». Tomo II. Editorial Nueva Nicaragua, colección de pensamiento vivo 4. pp. 191-193
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