Su corazón no resistió a un tercer y fatal infarto. Si hubiese sido atendido minutos antes, quizás habría sobrevivido. Pero en los hospitales donde lo habían llevado de emergencia su esposa y su cuñada, no recibió atención.
Su delito: ser un opositor del régimen somocista, inclaudicable defensor de los derechos laborales y la justicia social. Tenía 35 años. Hoy ese mismo hospital donde perdió su vida, lleva su nombre, para honrar su memoria y su ejemplo.
Manuel José Morales Peralta nació en el barrio San Sebastián de Managua, el 17 de diciembre de 1939. Sus padres fueron Dionisio Morales Cruz y Salvadora Peralta, originarios de Juigalpa, Chontales.
Desde jovencito fue obeso y sus amigos, años después, lo apodaron con cariño “el gordo bueno”.
Cursó la primaria y la secundaria en el Instituto Pedagógico de Managua, donde destacó por su inteligencia y dedicación en los estudios. Ahí se bachilleró y un año después entró a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en León, donde ingresó a la carrera de Derecho.
Eran años de grandes transformaciones en la UNAN-León, gracias a la conducción del Doctor Mariano Fiallos Gil, quien había asumido el Rectorado en 1957.
Los años universitarios fueron años de estudio y conspiración contra el régimen de Somoza. Como dirigente estudiantil, Manolo Morales promovió la marcha del 23 de julio de 1959.
Tras la masacre del 23 de julio, Manolo Morales, inició una huelga de hambre, exigiendo que los estudiantes somocistas fueran expulsados del recinto.
Obtuvo sus títulos de Abogado y Notario Público, Manolo Morales y luego trabajó como docente en la Facultad de Derecho de la Universidad Centroamericana.
Sus compañeros y amigos de juventud, recuerdan que cada vez que el dictador mandaba alguien a la cárcel por razones políticas, ahí estaba el abogado Morales, defendiéndolos en los tribunales.
El Dr. Manolo Morales no solo apoyó las luchas estudiantiles. Asesoró y ayudó a los trabajadores de la salud en sus luchas sindicales, en especial manera al gremio de los enfermeros.
El día 9 de agosto de 1975, Manolo Morales estaba terminando de organizar el sindicato de trabajadores de la Salud de Ocotal, cuando fue apresado por la Guardia Somocista. Horas más tarde, fue liberado y manejó de regreso hasta Managua toda la noche, donde su esposa lo esperaba consternada.
Llegó noche a su casa, sin embargo decidió participar con su esposa de una actividad benéfica, la “Feria del Niño”, porque al matrimonio le gustaba colaborar en cualquier causa consideraran justa.
Regresando de la madrugada de la actividad, empezó a sentirse mal. Los síntomas eran inconfundibles: se trataba de un infarto.
Su esposa y su cuñada lo acompañaron al Centro de Cardiología ubicado en el Reparto Linda Vista, pero ahí no había médico que lo pudieron atender. De ahí, se fueron al Hospital Velez Paíz, donde tampoco recibió atención. Poco antes de entrar al tercer hospital, el Oriental, falleció de un tercer ataque al corazón.
El compañero Clemente Guido, nos comentó al respecto:
“El Doctor Manolo Morales fue defensor del gremio de las enfermeras y salud en general, era abogado y militaba en el Partido Social Cristiano Nicaragüense. Era aliado del FSLN y amigo personal de grandes líderes, como el Comandante Carlos Fonseca. El Comandante Carlos lo menciona como un ejemplar social cristiano en uno de sus escritos.
Ciertamente murió de un ataque al corazón, por falta de atención médica, no lo quisieron recibir en el hospital conocido entonces como Hospital Ocón, y luego llegó tarde al hospital que ahora lleva su nombre, Hospital Manolo Morales”.
El día de hoy, 44 años después, recordamos al Dr. Manolo Morales, quien no tuvo miedo de oponerse al régimen y como abogado se dedicó a defender las causas de los trabajadores y de cuantos lucharon en contra de la dictadura somocista.
Fuente: Barricada
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