Compartimos un artículo de Carla Caldera titulado «Cmdt. Walter Ferreti, ejemplo de valor y energía». A continuación se presenta el texto:
Quienes recuerdan al Comandante Ferreti coinciden en pensamiento en cuanto a sus caracteristicas, lo describen como un compañero sumamente humilde y con un alto sentido de protección a sus compañeros.
El comandante Guerrillero Walter Ferreti, junto a otros heroicos combatientes, participó en eventos históricos como el Asalto al Palacio Nacional, donde fueron liberados valiosos líderes y combatientes guerrilleros.
Eran aquellos días en que el pueblo nicaragüense se encontraba sumisa en días de oscuridad gracias a la Guardia Nacional, donde cada manifestación de opiniones o actos encontra del régimen somocista, implicaba persecución, cárcel, tortura, aislamiento, desapariciones y hasta la muerte para los que se levantaban en contra del imperio somocista.
Fueron estas gestas heroicas las que marcaron el fin de la dictadura, pues vinieron a moralizar al pueblo e inspiraron especialmente a la juventud, quienes se incorporaron vertiginosamente a la batalla final por la Liberación de Nicaragua.
El Comandante Ferretti también se destacó en los temas de organización. Como era altamente sociable, tenía muchos amigos. Son muchas las acciones valerosas que se pueden destacar del comandante Ferreti, pero una de las mas destacadas es la que cumplio mientras vivia en Estados Unidos, en la Ciudad de San Francisco-California, cuando en conjunto de otros valiosos compañeros, fundó comités de solidaridad, recaudando avituallamientos y publicitando en “La Gaceta” el pensamiento sandinista y denunciando las tropelías de los aparatos represivos del somocismo.
Y así, se movilizó en diferentes países de Latinoamérica como Honduras, Cuba, Costa Rica, Panamá, Venezuela etc. incidiendo en la organización de exiliados que bajo la persecución en distintos momentos habían tenido que abandonar su patria. Desde ahí surgieron vigorosos comités de solidaridad y combatientes internacionalistas que nos acompañaron en la lucha.
Luego del triunfo revolucionario, dedicó sus días y noches a organizar y captar a los más destacados combatientes que continuarían integrando las distintas especialidades en el Sistema de Defensa Nacional; fue uno de los cuadros y segundo Jefe fundador de la Seguridad del Estado; el Segundo Jefe de la Policía Sandinista, ahora Policía Nacional, donde igualmente trabajó sin horario en la consolidación tendiente a la formación técnica y humanística de dicha institución; periodo en que se impuso el orden y se mantuvo a raya a la delincuencia, que pese a la Guerra Imperialista, brindó absoluta seguridad a la ciudadanía nicaragüense.
Posteriormente pasaría a dirigir las Tropas Especiales Pablo Úbeda (TPU) y en coordinación con el Ejército, la Seguridad del Estado y otros componentes del Sistema de Defensa, dirigió numerosas operaciones acertándole contundentes golpes a la Contrarrevolución.
En 1988 pasó a ocupar el Cargo de Delegado de Gobernación en la Segunda Región (León – Chinandega), cargo que ocupaba cuando perdió la vida en el mencionado accidente.
Por sus méritos, obtuvo numerosos reconocimientos y medallas. Incluido el honorífico como Comandante Guerrillero reservado por única vez a los más destacados combatientes.
A 32 años de su paso a la inmortalidad debido a fatal accidente de transito, los militantes sandinistas tenemos la obligación de estudiar y apropiarnos a conciencia profunda del pensamiento del General Sandino y la historia contemporánea del Frente Sandinista, adquiriendo herramientas ideológicas que nos permitan estar dotados de la capacidad de alimentar la memoria histórica del sandinismo.
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