Compartimos con nuestros lectores un artículo de Carlos Fonseca Terán, titulado «Conductas gubernamentales en tiempos de Covid-19». A continuación se presenta el texto original:
Es increíble la capacidad que tienen los gobernantes de extrema derecha para hacer exactamente lo contrario de lo que se necesita frente a la actual pandemia:
- En El Salvador cuando había cero contagios, Bukele cerró el país, generando una crisis humanitaria al quedar sin ingresos la mayor parte de la población, y ahora hay decenas de contagiados.
- En Estados Unidos, con cientos de miles de contagios y casi 15,000 fallecidos, Trump se niega a aplicar cuarentena nacional. Igual sucede en Brasil, donde con más de 16,000 casos y casi 1,000 fallecidos,
- En Brasil, Bolsonaro se muestra contrario a la cuarentena y ha dicho que todo se trata de un simple catarrito. Esto sin mencionar que las previas privatizaciones neoliberales de los sistemas de salud han imposibilitado a muchos países del mundo enfrentar con efectividad la pandemia.
Y mientras esto sucede, Nicaragua con apenas siete contagios verificados, todos importados, es puesta en la mira de la desinformación mediática con exigencias a nuestro Gobierno de tomar medidas radicales, ocultándose el hecho de que en realidad somos uno de los países que han tomado más medidas y en el que éstas han sido más efectivas, y esta efectividad se debe a dos cosas:
La primera es que nuestro sistema de salud es de acceso universal, de carácter público, comunitario y enfocado en la prevención, esto gracias a la Revolución, y lo primero que hizo el sandinismo cuando regresó al gobierno hace 13 años fue desprivatizar la salud, que había sido privatizada por los partidos de derecha que gobernaron antes y que ahora nos acusan de inacción frente a la pandemia. No quiero ni imaginarme lo que habría sucedido si esta amenaza epidemiológica nos llega con ellos en el poder. Los miles de muertos durante el deslave del volcán Casitas cuando el huracán Mitch nos pueden iluminar un poco al respecto.
Y la otra razón del éxito obtenido por Nicaragua frente al coronavirus es el grado de organización popular que caracteriza al modelo político revolucionario del sandinismo, que ha hecho posible el despliegue de miles de brigadistas en visitas de casa en casa instruyendo a la población en general sobre las medidas a tomar (que también divulga nuestro Gobierno en los medios de comunicación) y reportando posibles casos, lo que también se hace cotidianamente desde cada barrio o comunidad; esto además de las medidas de control en los aeropuertos y puntos de acceso al país, en el ingreso de personas provenientes del extranjero. Cada persona que entra al país es puesta en cuarentena voluntaria y se le da seguimiento diario durante 15 días por las autoridades correspondientes, estableciéndose comunicación diaria con ellas, y a los contactos de las personas que han venido contagiadas se les ha dado un seguimiento mucho más de cerca, siendo ingresadas en los centros asistenciales para un mayor control.
Por otra parte, todos los días las autoridades informan de la situación a través del Ministerio de Salud y de la vocera de nuestro Gobierno, la Vicepresidenta Rosario Murillo en sus acostumbradas alocuciones diarias, a través de las cuales por cierto, siempre ha estado presente orientando medidas a tomar frente a emergencias de cualquier tipo, como por ejemplo cuando tenemos actividad sísmica.
El cuento del ocultamiento de casos cae por su propio peso, pues sería imposible ocultar cientos o miles de casos de contagio o peor aún, de fallecimientos, en la época de las redes sociales, cuando cualquiera puede filmar un video y transmitir en tiempo real lo que se le ocurra, y sobre todo tomando en cuenta el interés de los vendepatria en hacer quedar mal a nuestro Gobierno, que a pesar de los contagiados por el virus del odio y a pesar de la hostilidad del imperio más poderoso del mundo, sigue adelante buscando siempre el bien para todo nuestro pueblo, que es quien ejerce el poder en un modelo revolucionario como el nuestro, que por eso mismo avanza invencible hacia nuevas victorias.
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