Por Pablo Jofré Leal
Un exterminio más horrible que aquel perpetrado por el Tercer Reich contra los países europeos ocupados entre 1939 a 1945, en este caso a 79 años de distancia, a manos del régimen más criminal que conozca la humanidad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días.
El símil del terror nacionalsocialista en versión VI Reich sionista, en esta sexta administración como primer ministro del criminal de guerra Benjamín Netanyahu. Me refiero, lógicamente, a la entidad nacionalsionista israelí y su política de ocupación, colonización y exterminio del pueblo palestino, que ha sumado en los últimos meses la agresión directa mediante bombardeos, incursiones sobre territorio libanés y el asesinato de al menos 3 mil libaneses, gran parte de ellos mujeres y niños. Muertes que incluyen al secretario general del Movimiento de Resistencia islámica de El Líbano, Seyed Hasan Nasralá el día 27 de septiembre de 2024.
Desde aquel 7 de octubre del 2023, tras la heroica Operación Político-Militar denominada “Tormenta de Al Aqsa” llevada a cabo desde la Franja de Gaza, por parte de la resistencia palestina, a territorio palestino ocupado por asentamientos, cuarteles y bases militares sionistas, el ente infanticida israelí incrementó sus acciones de crímenes contra Palestina. Política que provienen, incluso antes que aquel 14 de mayo de 1948 que es la fecha que marca el nacimiento de aquella creación internacional que denominaron Israel.
Una resistencia, que va más allá de la definición de signar la tenacidad como la capacidad física y psíquica que nuestro cuerpo tiene de soportar frente a un esfuerzo – en este caso una Yihad propia interior y colectiva – y la capacidad de recuperarse después de este. Mi percepción es que se sigue resistiendo, porque es justo, es necesario, porque se trata de un pueblo, con el derecho que le asiste para la obtención de su autodeterminación. Su enorme ansia de libertad, con un sentido de entrega y sacrificio que es destacable, admirable, que debe ser objeto de apoyo, no de abandono o freno a la necesidad de condenar y castigar a quienes cometen crímenes de guerra y lesa humanidad como son los lideres civiles y militares del ente sionista.
Una entereza que representa la valentía y dignidad del pueblo palestino, de sus hombres y mujeres, que no abandona su tierra a pesar de estar sometido a un proceso de exterminio, de genocidio, un holocausto que se extiende ya por 76 años. Se sigue dando el pecho frente a un enemigo superior en armas y recursos, porque esta es la esencia del pueblo palestino y forma parte de su afán de libertad de enfrentar al régimen criminal que apoyado por potencias occidentales y la traición de regímenes árabes como el Arabia saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, entre otros.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) precisa que, la lucha frente al ocupante nacionalsionista es la vía principal para frenar sus crímenes y que seguirá en esta tarea, hasta concretar la consignada necesidad de “la liberación total de la palestina ocupada por el régimen de Tel Aviv”. Y en ese marco, en esa decisión, tanto la muerte de Ismael Haniye (jefe del buró político de HAMAS asesinado en Teherán el 31 de julio de 2024 por un acto de terrorismo internacional israelí) como el de Yahia Sinwar caído en combate en Rafah, al sur de la Franja de Gaza no cambiarán en nada la estrategia del Movimiento de la Resistencia y su cuerpo dirigente.
Más aún, el pensamiento y la voluntad de lucha se mantiene incólume y estos martirios, otorgan aún más fuerza al objetivo de libertad. En la decisión tomada y con justa razón, se ha declarado que los retenidos israelíes no quedarán libres «a menos que cese la agresión contra nuestro pueblo, se produzca una retirada completa, y nuestros heroicos prisioneros salgan de las cárceles de la ocupación» (1). La estrategia de tenacidad, de esfuerzo, esta yihad personal y colectiva, que llega incluso al martirio anhelado en función de una causa justa. Una experiencia y decisión trascendental que glorifica a ese ser humano que da la vida por el bien común. Esto merece mi más absoluta admiración y el más decidido apoyo, en cada lugar que nos encontramos en función de la plena solidaridad con la causa del pueblo palestino.
Algunos creen que cediendo ante el enemigo sionista en materia de cantos de sirena o llamados a negociaciones donde participa el principal apoyo del régimen israelí como es Washington, que suele actuar de juez y parte. Eso es inaceptable y es lógico pensar, como lo sostiene la resistencia que la conducta genocida israelí no cambiará un ápice.
Reitero la idea que el constante arrojo, el valor a toda prueba, el camino a seguir, los métodos a utilizar contra los nazisionistas, los define el pueblo palestino y sus organizaciones. Y, si esa instancia precisa y concluye la liberación de los retenidos entonces se hará. Y, en ello en función de las hipotéticas condiciones que se impongan desde los equipos que negocien. Mantener los retenidos es parte de la estrategia de lucha de los luchadores palestinos, es la posibilidad de liberar a los miles de secuestrados: hombres, mujeres y niños palestinos, que están sometidos a condiciones inhumanas, privados de los más elementales derechos, con miles de ellos bajo la denominación de detenciones administrativas, que implica no tener acusaciones, ni cargos, ni procesos. Pasando así décadas en esta tortura como fue el caso del propio Yahia Sinwar quien pasó 23 años de los 62 en cárceles sionistas.
El proceso de exterminio desatado por Israel desde octubre del 2023 hasta ahora no es un proceso nuevo, es un incremento sin lugar a duda, pero no es reciente, se extiende ya por 76 años. El último año hemos sido testigos de una política genocida despiadada, delirante, perversa, cuyas cifras elevan estas muertes del pueblo palestino, especialmente mujeres y niños, a la categoría de holocausto, obligando a parte de la comunidad internacional a traspasar ese silencio timorato que tenían y declarar, por ejemplo, el reconocimiento del Estado de Palestina y al mismo tiempo apoyar las denuncias de la Corte Internacional de Justicia para el cese a estos ataques definidos ya como genocidio y de la Corte Penal Internacional en el sentido de la solicitud de detener a dos criminales de guerra como son el primer ministro Netanyahu y el ministro de la Guerra, Yoav Gallant.
Pero, no podemos olvidar que a esos nombres de criminales hay que unir a otros terroristas como el ministro de seguridad nacional sionista, el colono extremista Itamar ben Gvir, como también el ministro de finanzas y encargado del tema de creara más asentamientos en territorio palestino, el colono trastornado Bezalel Smotrich. Todos ellos amparados por una sociedad israelí, que no puede eludir su propia responsabilidad en la comisión de este holocausto. Son ellos los que avalan al régimen civil militar nazisionista.
En general, cuando suelo viajar a dar alguna entrevista, charla, estar presente en algún conversatorio sobre lo que acontece en el levante mediterráneo me suelen preguntar ¿Qué puede hacer la sociedad civil, los gobiernos, la gente común en apoyo o para tratar de detener esta ofensiva, este genocidio contra el pueblo palestino? (2)
Frente a esta interrogante vital, difícil cuando nos encontramos a miles de kilómetros de Palestina, donde los que luchan y mueren son sus habitantes suelo responder que, existen varias vías respecto al qué hacer. Y entre ellas suelo recurrir a dos. La primera es que nuestras sociedades apoyemos, no callemos, denunciemos, conversemos, que la indignación nos sacuda respecto a lo que el régimen nacionalsionista está generando, tanto para el pueblo palestino, como también contra el pueblo libanés. Y, en segundo lugar, suelo expresar la necesidad de a conocer, en todas las instancias, los crímenes que cometen, el régimen israelí, que esto no es esporádico, que es crónico, permanente. Como también que existe una sociedad israelí involucrada en estas acciones criminales y deberán responder ya sea por su acción u omisión. Por su apoyo, como también por su silencio frente el exterminio cometido.
Y, por otra parte, generar el apoyo permanente en ayuda humanitaria, pero también obligar a nuestros gobiernos a cesar las relaciones con el régimen israelí, a terminar con intercambios académicos, deportivos, militares. Cesar toda relación con el ente sionista y poder generar una denuncia tan permanente que obligue a aplicar la Carta de las Naciones Unidas en su capítulo VII, articulado que da cuenta de boicotear, desinvertir y sancionar a un régimen que debe ser el régimen más criminal que ha dado la humanidad en los últimos 80 años. Hay muchas tareas que hacer, una de nuestras sociedades y otra de los gobiernos que tienen una responsabilidad esencial.
El martirio de miles de palestinos, entre ellos mayoritariamente mujeres y niños marca con su muerte el camino de la victoria, como también cubre de vergüenza y oprobio a los asesinos y sus cómplices. El 7 de octubre de 2023 efectivamente desató un diluvio, una tormenta teniendo como símbolo a Al Aqsa, que paso a paso conduce al régimen nacionalsionista israelí a su destrucción. Nada es lo mismo desde la furia de dignidad desatada ese 7 de octubre.
Para la relatora de la ONU para palestina, la italiana Francesca Albaneses – que ha mostrado enorme valor al enfrentar presiones, amenazas e infundios – señala que la violencia en Gaza es tan elevada que se trata de una matanza de gran magnitud, cuestionando los requisitos necesarios para detener ese infierno antes de confirmar que lo sucedido en el enclave palestino es el fin del orden mundial (3)
Lo señalado por Albanese resume lo declarado el pasado 7 de octubre, al cumplirse un año del inicio de la ofensiva genocida de Israel en la Franja de Gaza. “El mundo se enfrenta a la crisis más profunda desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Las atrocidades que el mundo presenció en la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a la determinación colectiva de decir ‘Nunca más’ y de crear las Naciones Unidas para lograr ese objetivo. Sin embargo, un año después del mundo ha sido testigo de una brutal escalada de violencia, que se ha traducido en ataques genocidas, limpieza étnica y castigo colectivo a los palestinos. Una escalada que amenaza con romper el sistema multilateral internacional” (4). A mi entender un sistema de dominio que hizo crisis y que requiere su cambio permanente, pronto, con urgencia.
Por su parte, la dirigencia palestina afirma que el pueblo palestino, que día a día abofetea nuestros rostros con su lucha, con su paso digno siguen el legado de cada uno de sus mártires, muestran su entereza de no salir de sus tierras, haciendo frente a las atrocidades, los crímenes de la perversidad nazisionista. El pueblo palestino ama la paz, es una sociedad pacífica, pero se alza con la bravura de un león cuando se trata de defender su historia, su vida, su tierra, sus sueños.
Los mártires palestinos, así como los libaneses y cada uno de los que ha caído en función de la labor del eje de la resistencia en la lucha contra la alianza sionista-imperialista son un modelo inspirador, que eleva muy en alto la condición humana frente a aquellos que con su paso bestial pretenden llevar a delante sus objetivos de muerte y destrucción.
Referencias:
- https://www.excelsior.com.mx/global/hamas-descarta-liberar-a-rehenes-tras-muerte-de-su-lider/1679889
- https://www.piensaprensa.com/2024/05/29/analisis-internacional-pablo-jofre-leal-acerca-la-ofensiva-israeli-sobre-la-franja-de-gaza/
- https://www.hispantv.com/noticias/palestina/603446/gaza-atrapada-genocidio-israeli
- En una página oficial de la ONU en la sección noticia se señala que “Tras explicar que Israel está “perpetrando un genocidio” contra el pueblo palestino, un grupo de relatores independientes expone como las decisiones de la Asamblea General de la ONU y los tribunales internacionales para detener este crimen de lesa humanidad son ignoradas sin que la comunidad internacional sea capaz de actuar. https://news.un.org/es/story/2024/10/1533476
Fuente: HispanTv