Por Pascual Serrano
Algunas veces los grandes medios pueden aportar informaciones muy elocuentes. El periodista especializado en financiación de campañas electorales y la influencia de los multimillonarios en la política estadounidense Theodore Schleifer ha publicado en The New York Times un magnífico trabajo sobre quiénes son los donantes más importantes de Trump y Harris.
Es verdad que los candidatos tienen muchos pequeños donantes, pero son los multimillonarios los que inclinan la balanza financiera hacia uno u otro y, sobre todo, los que saben qué candidato les interesa para sus negocios. Para un político es fácil embaucar a un pobre ciudadano para que aporte diez dolares para su campaña, pero engañar a un multimillonario para que suelte un millón de dólares tiene que estar seguro de que le resultará rentable.
Las campañas de la vicepresidenta Kamala Harris y del expresidente Donald Trump han recaudado 1300 millones de dólares, y eso sin contar, dice Schleifer, el dinero obtenido por organizaciones de “dinero oscuro” que participan activamente en la carrera presidencial y no revelan sus donantes. Según parece, en los dos últimos meses de las elecciones es cuando aparecen los mayores cheques de donantes, así que esto no ha hecho más que comenzar.
Empecemos con Donald Trump.
Tim Mellon
El mayor de todos sus donantes es Timothy Mellon, un rico heredero bancario y magnate ferroviario. Ha invertido más de 125 millones de dólares en la campaña de Trump, por ahora.
Mellon también es amigo de Robert F. Kennedy Jr. y puso 25 millones de dólares en un super PAC pro-Kennedy, convirtiéndose en el mayor donante revelado de este ciclo. También donó más de 50 millones de dólares en valores para ayudar a Texas a construir un muro fronterizo.
Este multimillonario creció en un ambiente de riqueza en una mansión de Virginia, pasaba las tardes en un “jardín estilo Jefferson con paredes de ladrillo serpenteantes”, tenía un chofer familiar, una rotación de institutrices internacionales y un avión privado que lo llevaba a un internado en Massachusetts, según sus memorias.
Forbes estimó su herencia ya en 1970 en unos 100 millones de dólares.
En 2014, publicó comentarios en una sala de chat en línea comparando a los científicos que estudian el cambio climático con ISIS y expresando su preocupación por la posibilidad de que los terroristas atacaran a Estados Unidos utilizando “burros que cruzaran nuestra frontera sur”.
Más recientemente, se convirtió en un importante donante del grupo antivacunas de Kennedy, Children’s Health Defense.
Los Mellon han convertido la riqueza en poder político desde hace mucho tiempo. A principios del siglo pasado, el abuelo paterno de Mellon, Andrew Mellon, aprovechó su vasto imperio industrial para ocupar durante más de una década el Departamento del Tesoro, donde impulsó recortes de impuestos para los ricos. No hay como ser multimillonario, invertir en un presidente y conseguir que te nombre alto cargo para aplicar tu política.
Las empresas de Timothy Mellon ha sido acusadas en repetidas ocasiones de violar las normas ambientales y de seguridad. En 2006, un jurado las condenó y les impuso una multa de 500.000 dólares en Massachusetts por encubrir un derrame de petróleo. En 2008, los reguladores federales revocaron la certificación de la compañía aérea que había intentado reconstruir tras descubrir que la empresa falsificaba registros financieros y operaba en malas condiciones financieras, lo que la obligó a cerrar. Y en 2014, un jurado concedió a un trabajador 400.000 dólares tras descubrir que lo habían despedido por informar a las autoridades sobre problemas ambientales.
Elon Musk
Lo de Elon Musk es más que sabido. Propietario de la plataforma de medios sociales X y director ejecutivo de Tesla, nunca había mostrado mucho interés por la política, pero esta primavera decidió fundar un comité independiente de campaña que tenía la gran ambición de gastar 180 millones de dólares en la campaña del Partido Republicano.
A cambio, Trump, siguió el consejo de Musk para elegir a JD Vance como su compañero de fórmula. Y también parece que ha convencido a Trump para apoyar los vehículos eléctricos. Es decir, los multimillonarios ponen candidatos y deciden las políticas que luego nos venden como medioambientales.
Dick y Liz Uihlein
Dick y Liz Uihlein, fundadores de la compañía naviera Uline. Sus empresas generan un estimado de 6,1 mil millones de dólares en ventas anuales, lo suficiente para que ambos tengan un valor de 4 mil millones de dólares cada uno, según las estimaciones de Forbes.
Son conservadores acérrimos y han sido durante mucho tiempo importantes donantes de la organización antiimpuestos Club for Growth. Aunque al principio apoyaron a Ron DeSantis en las primarias republicanas, se cambiaron a Trump al observar que era el candidato con más posibilidades.
En sus intervenciones públicas lanzan preguntas del tipo: ¿Estados Unidos está en declive? ¿China se está haciendo cargo de nuestro país? ¿Estamos gastando demasiado en programas de asistencia social?
Linda McMahon
Linda McMahon es una vieja amiga de Trump y una de sus principales donantes. Trump la nombró directora de la Agencia Federal de Pequeños Negocios cuando era presidente. Es decir, los altos cargos de la Administración estadounidense se venden.
Vayamos ahora a Kamala Harris
Reid Hoffman
Es el cofundador de LinkedIn, su participación en la empresa está valorada en 2.340 millones de dólares. Anteriormente fue miembro de la junta directiva que creó PayPal, el servicio electrónico de transmisión de dinero. Era responsable de todas las relaciones externas de PayPal, incluyendo la infraestructura de pagos (VISA, MasterCard, ACH, WellsFargo), desarrollo empresarial (eBay, Intuit, otras), relaciones gubernamentales (de legislación, judiciales), y legal.
También fue uno de los primeros inversores en Facebook.
Hoffman acude frecuentemente al World Economic Forum en Davos, Suiza, y asistió a las Bilderberg Meetings en 2011 y 2012.
Hoffman ha invertido unos 18 millones de dólares en una empresa de nuevas tecnologías que está intentando construir un banco con los datos que varios grupos progresistas recopilan sobre los votantes y sus criterios para votar. Como parte de su adquisición de datos, esta empresa, llamada Alloy, ha comprado listas de números de teléfono móvil de votantes, una fuente muy valiosa para las campañas digitales.
George y Alex Soros
George Soros es más que conocido como donante demócrata.
Es un inversor y empresario estadounidense nacido en Hungría al que se le calcula un imperio financiero de más de 25.000 millones de dólares y un patrimonio neto de más 7.000 millones de dólares.
La novedad es que hay otro Soros que también realiza donaciones: Alex, el hijo de Soros. Alex Soros está igual o más interesado en la política estadounidense que su padre.
Desde la Open Society Foundation, Alexander distribuye alrededor de 1.5 mil millones de dólares al año para promover políticas alineadas con sus “intereses ideológicos”.
Alex Soros está comprometido con Huma Abedin, asesora durante muchos años de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Parece que donde va el dinero va el corazón, o viceversa.
Mike Bloomberg
Bloomberg, empresario y exalcalde de Nueva York, ha mantenido una relación fría con Biden y todavía no ha invertido tanto como suele en las elecciones presidenciales de 2024.
Es fundador de la compañía de información financiera Bloomberg L.P. En abril de 2023, Forbes le situaba como la séptima persona más rica del mundo, con una fortuna de 94.500 millones de dólares.
Desde 2020 se desempeña como Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Ambición Climática y Soluciones. Ya comentamos que el dinero compra los altos cargos.
Según The New York Times, tiende a ser un donante muy tardío, a menudo financiando un último esfuerzo en las rectas finales de las campañas.
Dustin Moskovitz
Moskovitz, uno de los fundadores de Facebook, no es muy conocido fuera de Silicon Valley, pero cuenta con un equipo de asesores políticos que ejercen una influencia significativa en los círculos de donantes.
Aún no ha donado significativamente para apoyar a Harris, pero se espera que mande un cheque importante en los últimos meses de esta carrera a Future Forward, el grupo demócrata que sembró con decenas de millones de dólares en 2020.
Jeffrey Katzenberg
Jeffrey Katzenberg, expresidente de Walt Disney Studios. Su importancia es porque es la persona que consigue el dinero para los demócratas en Hollywood. Era uno de los copresidentes de la campaña nacional de Biden y ahora de Harris.
Creo que estos nombres, sus millones de dólares, los intereses de sus empresas y su poder, nos dan una idea de quién gobierna en Estados Unidos. Sinceramente, no hace falta que esperemos al 5 de noviembre a ver ningunas actas electorales en ese país.
Fuente: Cubadebate