Por Carlos Emilio López Hurtado
Nicaragua es una Patria en donde la Paz se reconoce como un derecho colectivo, un patrimonio nacional,
un valor ancestral heredado y una conquista fruto de la lucha histórica de mártires, héroes y heroínas.
Esa Paz como bien espiritual, base de los bienes materiales, las familias y comunidades la respiran, y la viven en:
– La Construcción de un modelo de desarrollo nacional y municipal, desarrollo integral y sostenible centrado en las personas, familias y comunidades. Modelo de Desarrollo con prácticas de género, en donde se mejoran las condiciones de vida de las mujeres sin discriminaciones, ni exclusiones. Modelo articulado por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional con la participación protagónica y consciente del Pueblo.
– La creación e implementación de Leyes promotoras de la Paz, como La Ley para una Cultura de Diálogo, Reconciliación, Seguridad, Trabajo y Paz. La Ley que declara Abril mes de la Paz. La Ley Especial de Ciberdelitos. La Ley contra el lavado de activos, el financiamiento al terrorismo y el financiamiento a la proliferación de armas de destrucción masiva, entre muchas otras leyes de carácter penal y social.
– La disposición de un Gobierno que administra los recursos públicos con eficacia, eficiencia y transparencia, esto es que los impuestos que son recaudados son traducidos en hospitales, escuelas, colegios, institutos tecnológicos, universidades, carreteras, puentes, caminos, sistemas y redes de agua potable, luz eléctrica, saneamiento básico y viviendas de interés social . Es el Pueblo administrando los recursos del Pueblo eso genera alegría, regocijo y ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos.
– La organización de un sistema de seguridad humana, protección institucional y social con base en la comunidad. Sistema que protege la vida humana, natural y social, con protagonismo del Pueblo, en donde el Ejército de Nicaragua, la Policia Nacional y el Ministerio del Interior juegan un papel importante para prevenir y atender todas las formas de violencia, prevenir y atender los desastres y eventos de la naturaleza y perseguir todas las formas delictivas como la trata de personas, el tráfico de armas, el tráfico de drogas, entre otros fenómenos delictivos.
– La concurrencia multitudinaria de las personas y familias en plazas, parques, estadios deportivos, centros culturales y comerciales, mercados, supermercados, y templos religiosos. Esa concurrencia se da en ambientes de tranquilidad, armonía, respeto y convivencia armoniosa.
– El desarrollo de una Economía Creativa, una Economía Familia y Emprendedora, un mar vivo de actividades económicas, comerciales y productivas en ambientes de tranquilidad y estabilidad que permiten el aumento del flujo del turismo, el crecimiento de las exportaciones, la ampliación de mercados a nivel local, regional e internacional, la reducción de la pobreza y el posicionamiento de Nicaragua como un país en rutas de prosperidad, equidad, y justicia social y económica.