Escrito por Carlos Fonseca Terán (21/02/24)
En la historia de Nicaragua, el General Augusto C. Sandino fue el iniciador de la lucha revolucionaria organizada, con su propio proyecto político y socioeconómico para la transformación de la sociedad nicaragüense, poniendo en primer plano la emancipación social y la defensa de la dignidad nacional. Las fuentes originarias de su pensamiento revolucionario fueron: el liberalismo social, el anarcosindicalismo y el marxismo. El contenido de ese pensamiento, que es el fundamento del sandinismo como doctrina política, se puede resumir en: liberación nacional en lo político y lo económico, antimperialismo, poder popular y socialismo.
Sandino se enfrentó con las armas en la mano a la tercera intervención directa de tropas norteamericanas en Nicaragua, hasta expulsar al invasor tras una guerra de guerrillas que duró seis años. Una vez expulsados los marines yanquis en 1933, Sandino se dio a la tarea de imprimir carácter político organizado al movimiento revolucionario nicaragüense, que por las circunstancias de la lucha era hasta entonces de carácter militar. Para crear las condiciones necesarias, requeridas por el proyecto en marcha, trabajó en el establecimiento de los Acuerdos de Paz, y durante el transcurso de sus esfuerzos en esa dirección, las fuerzas tenebrosas vendepatria al servicio de Estados Unidos y por instrucciones de su embajada en Nicaragua, planificaron y ejecutaron su asesinato, llevado a cabo el 21 de febrero de 1934, en base a un plan orquestado por el tenebroso personaje que pocos años después sería impuesto como dictador por el imperialismo: Anastasio Somoza García, a quien le sucederían como títeres del tío Sam en Nicaragua sus dos hijos, Luis Somoza Debayle y Anastasio Somoza Debayle.
Casi tres décadas después del asesinato de Sandino y al poco tiempo de ser ajusticiado el tirano Somoza García por el poeta revolucionario Rigoberto López Pérez, surgió el Frente Sandinista de Liberación Nacional, rescatando el pensamiento de Sandino y continuando bajo la conducción del Comandante en Jefe de la Revolución Popular Sandinista, Carlos Fonseca, la acción revolucionaria iniciada años atrás, por la liberación nacional de Nicaragua y la construcción de una sociedad más justa, que en el proyecto histórico impulsado por el FSLN y plasmado en nuestras actuales políticas de gobierno, tiene como base fundamental el poder popular en los ámbitos político y económico, expresado en un modelo de democracia protagónica, impulsado durante las dos etapas de nuestro proceso revolucionario: la primera en la década de los ochenta e iniciada tras el derrocamiento de la dictadura somocista con el triunfo de la Revolución, y la segunda actualmente en marcha, desde que el sandinismo recuperara el gobierno en 2007, después de casi dos décadas de interrupción del proceso revolucionario por tres gobiernos consecutivos de derecha.
El General de los hombres y mujeres libres, Augusto C. Sandino, es la más grande personalidad histórica de Nicaragua, a quien rendimos tributo en este aniversario noventa de su partida a ese plano de vida desde donde se hace presente en cada acto de amor al pueblo nicaragüense en la construcción de esa Nueva Nicaragua por la que tanto lucharon él, sus compañeros, todos nuestros héroes y mártires, entre ellos el Comandante Carlos Fonseca, y por la que continúa luchando y trabajando toda la militancia del FSLN bajo la sabia y certera conducción del Comandante Daniel Ortega Saavedra, Presidente de Nicaragua y líder de nuestra Revolución, siempre con el aporte invaluable de esa heroína del trabajo y digna representante de la mujer revolucionaria sandinista que es nuestra Vicepresidenta, la Compañera Rosario Murillo.
A continuación comparto esta selección de escritos de nuestro General Sandino, que reflejan la esencia revolucionaria de su pensamiento:
Fragmentos de escritos de Sandino
«…Los dirigentes políticos conservadores y liberales nicaragüenses, son una bola de canallas, cobardes y traidores, incapaces de poder dirigir a un pueblo tan patriota y tan valeroso como el nuestro.
…El objeto fundamental de mi segundo viaje a esta capital, fue el de corresponder a las aspiraciones de muchas agrupaciones, deseosas de organizarse en un nuevo partido (…) El propósito de ese nuevo partido tiende a restarle fuerza a los partidos antagónicos: Liberal y Conservador (…) Moncada nos traicionó en Tipitapa. Allí también quedó sepultado mi liberalismo (…) No permitiremos a esos politicastros, sinvergüenzas y corrompidos. Vamos a eliminar los partidos liberal y conservador.
Revolución es sinónimo de purificación (…) Nuestra causa triunfará porque es la causa de la justicia, porque es la causa del amor (…) Siempre hemos pertenecido a la clase común y (…) antes que solamente liberales, somos más bien comunistas (…) Jesús y todos los profetas siempre fueron comunistas. Nosotros (…) les seguiremos en el camino a la tierra prometida del comunismo mundial (…) El comunismo está aureolado de libertad.
El capitalismo norteamericano ha llegado a la última etapa de su desarrollo, transformándose, como consecuencia, en imperialismo (…) Los capitalistas (…) son los primeros y directamente responsables de cuanto ha venido pasando en Nicaragua, porque ellos trajeron a los mercenarios yankees al territorio nacional. (…) A quienes se ha ordenado capturar es a las personas capitalistas, quienes están identificadas como enemigas de nuestro Ejército…
La clase trabajadora de toda la América Latina sufre hoy una doble explotación: la del Imperialismo, principalmente el yankee, y la de las burguesías nativas o sea los capitalistas nacionales explotadores (…) Por un período (…) fue castrado el movimiento sindical de su base fundamental, que es la irreconciliación de los intereses de los explotadores agentes del Imperialismo y de los explotados, única garantía del triunfo de nuestra causa.
Con la agudización de la lucha, con la creciente presión por parte de los banqueros yankees, los vacilantes, los tímidos, por el carácter que toma la lucha, nos abandonan, porque sólo los obreros y campesinos irán hasta el fin, sólo su fuerza organizada logrará el triunfo.
Nuestro ejército se prepara para tomar las riendas de nuestro poder nacional, para entonces proceder a la organización de grandes cooperativas de obreros y campesinos nicaragüenses, quienes explotarán nuestras propias riquezas naturales, en provecho de la familia nicaragüense en general.
…Proclamaremos la Unión Centroamericana, bajo el nombre de Comuneros Centroamericanos, regida por la acción de obreros y campesinos. Tomaremos como campo de operaciones todo el territorio Centroamericano para combatir a los ejércitos yankis y a los aliados de ellos en Centro América (…) Nuestro movimiento de Unión Centroamericana quedaría desligado de los elementos burgueses, quienes en todos los tiempos nos han querido obligar a que aceptemos las humillaciones del yanki, por resultarle más favorable a sus intereses…
Este movimiento es nacional y antimperialista (…) En el terreno social (…), es popular y preconizamos un sentido de avance en las aspiraciones sociales. (…) Mi espada defenderá el decoro nacional y dará la redención a los oprimidos (…) Quiero (…) la emancipación y bienestar social de la clase trabajadora (…) (En) una extensa zona del norte (…) vamos a (…) hacer una agricultura cooperativizada, donde todos seamos hermanos (…) Vamos a poner escuelas, a construir ciudades (…) Nada de borrachines vagos, egoístas, explotadores. Todo será en cooperativas. Con los obreros y campesinos quiero forjar una nueva Nicaragua.
El capital puede hacer su obra y desarrollarse, pero que el trabajador no sea humillado y explotado (…) Yo soy partidario más bien de que la tierra sea del Estado. En este caso particular de nuestra colonización en el Coco, me inclino por un régimen de cooperativas (…) Que haya trabajo y actividad para todos.
Soy artesano, pero mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo (…) Nada más lógico, nada más decisivo ni vital, que la fusión de los veintiún Estados de nuestra América en una sola y única Nacionalidad Latinoamericana.
…Nuestra acción libertadora en Nicaragua, solamente es un episodio en la acción conjunta que habrá de emprender el pueblo de este continente contra el imperialismo yankee.
Estamos (…) con los mejores propósitos de que nuestra lucha contra el imperialismo yankee en Nicaragua tome el carácter de lucha antimperialista en una firme acción revolucionaria de masas a escala continental y mundial…
Los pueblos oprimidos romperán las cadenas de la humillación, con que nos han querido tener postergados los imperialistas de la tierra. Las trompetas (del Juicio Final) que se oirán van a ser los clarines de guerra, entonando los himnos de la libertad de los pueblos oprimidos contra la injusticia de los opresores (…) y quedará (…) el reino (…) del Amor (…) Muy pronto tendremos nuestro triunfo definitivo en Nicaragua, con lo que quedará prendida la mecha de la Explosión Proletaria contra los imperialistas de la tierra».
Fuentes bibliográficas:
«El pensamiento vivo de Sandino», Editorial Nueva Nicaragua, Managua, 1984. Tomo I, páginas: 117, 119, 341 y 357. Tomo II, páginas: 29, 160, 162, 163, 166, 200, 205, 243, 245, 267, 335, 343, 362, 363, 364.
Archivos del Centro Histórico de la Infantería de Marina de Estados Unidos; documento N° 11 (rescatados por Richard Grossman).
«Siempre más allá», de Michelle Dospital, IHN, Managua, 1996, página 84.
Gràcies, Carlos!