La Procuraduría General de la República de Nicaragua ha entregado más de 650.000 títulos de propiedad a las familias nicaraguenses entre 2007 y 2023. El proyecto de la legalización de escrituras a nivel nacional fue aprobado con el fin de generar bienestar, tranquilidad y, sobre todo, garantizar seguridad jurídica al pueblo.
En este país centroamericano se erige un esfuerzo sin precedentes, en los últimos 16 años, casi 700.000 manzanas de tierra han sido tituladas; para que la audaz iniciativa sea gratuita a los ciudadanos, el Estado ha invertido 31 millones de dólares. Y si bien el aspecto económico es relevante, lo es más la estabilidad emocional que genera, sobre todo, a aquellos en condiciones desfavorables.
«Este es un orgullo, para mí es un orgullo porque ya estoy en lo propio, ya no ando alquilando, dando lástima a nadie. Ya puedo decir ‘tengo casa’. Sin este papel no soy nada, no tengo nada, pero orgullosamente ahora puedo decir ‘tengo casa'», manifestó José Alejandro Cardón, nuevo propietario gracias a la mencionada iniciativa.
El hombre de 44 años trabajó como taxista hasta que una lesión cerebral en 2008 lo dejó en silla de ruedas de forma permanente. Esta vez, en la puerta del lugar que ha llamado hogar durante los últimos 20 años, recibió el tan ansiado documento que lo certifica como legítimo dueño.
Sueños cumplidos
Según explica la procuradora de la República, Wendy Morales, los títulos de propiedad en Nicaragua «tienen de primera un fundamento jurídico que fue establecido desde la primera etapa de la revolución, desde 1979». «Una de las primeras decisiones y políticas, en ese entonces, fue la restitución al campesinado de sus tierras que anteriormente habían sido usurpadas, adquiridas anómalamente por el Gobierno somocista», detalló.
«Como mujer representa mucho, para nosotros esto es supervalioso, es algo propio que nadie nos va a sacar, nadie nos va pedir, nadie te va a decir nada. Para mis hijos, esto es un legado que les voy a dar a ellos», destacó por su parte la propietaria Mireya Díaz Blandón.
Desde 2007 hasta octubre de 2023, el sueño de un terreno propio se ha convertido en realidad para más de 656.000 familias nicaragüenses, un hito en el que han desempeñado un papel especial los funcionarios públicos, que sin importar las condiciones del lugar acercan este derecho a los ciudadanos.
La búsqueda de seguridad jurídica, paz y armonía ha sido el motor impulsor del programa de titulación, que se ha fortalecido con el paso de los años y persistirá hasta que cada ciudadano viva un auténtico sentido de pertenencia. Es un testimonio de cómo las políticas gubernamentales bien ejecutadas transforman desde una vida hasta comunidades enteras.
Fuente: 19 Digital