Puerto Príncipe, 06 de agosto de 2023
Carta abierta a los países hermanos de África, tierra de nuestros antepasados, en particular a los países de la Unión Africana (UA)
“Ninguno de los países de la tierra de nuestros antepasados (África) debe servir de caja de resonancia para las antiguas potencias coloniales, esclavistas, transformadas en potencias imperialistas y hoy comprometidas activamente en el proyecto criminal de desestabilización de Haití, de sabotaje sistemático de su soberanía, donde la ocupación estadounidense-ONU representa una etapa peligrosa”
Honorables Jefes de Estado y de Gobierno de los hermanos países de África,Nosotras, organizaciones haitianas signatarias, hemos recibido con asombro la sorprendente noticia de que un país hermano como Kenya ha aceptado dirigir contra Haití una fuerza de ocupación estadounidense-ONU disfrazada bajo el rótulo de “fuerza multinacional” para seguir engañando mejor a la opinión pública nacional e internacional, tratando así de ocultar el lado maquiavélico de esta iniciativa criminal. Cabe señalar que para preparar a la opinión pública nacional e internacional para la aceptación de esta felonía, se han movilizado bandas armadas a escala nacional con el objetivo de crear un caos total susceptible de justificar la ocupación estadounidense-ONU de nuestro país. Así, las bandas armadas están autorizadas para violar colectivamente a niñas y mujeres jóvenes, masacrar, secuestrar y aterrorizar a la población indefensa a diario.
Honorables Jefes de Estado y de Gobierno de los hermanos países de África
Queremos llamar su atención sobre la participación de los Estados Unidos de América en el proceso de suministro de armas y municiones a las bandas que, sin problema alguno, siembran terror y muerte en Haití.
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC) publicado en marzo de 2023, las armas y municiones utilizadas por las pandillas provienen en particular de los Estados Unidos de América. La UNODC, en este mismo informe, ha confirmado un incremento en el tráfico ilegal de armas, principalmente desde Estados Unidos hacia Haití, desde el Estado de Florida. ¿Cómo entender o esperar que Estados Unidos, teniendo una responsabilidad tan grande en la entrega de armas y municiones a las pandillas, pueda al mismo tiempo pretender ayudar a combatirlas de manera efectiva a través de una supuesta fuerza multinacional? ¿Paradojalmente qué interés tendría repentinamente Estados Unidos en combatirlas?
Sorprendentemente, a pesar de esta situación contradictoria, el gobierno de Kenya, en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, anunció que estaría listo para asumir el liderazgo de una fuerza multinacional y desplegar en Haití un contingente de 1.000 policías supuestamente destinado a ayudar a la formación de la policía haitiana para eventualmente restaurar la normalidad en Haití. Sólo espera un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, así como el acuerdo de las autoridades locales para iniciar su operación de despliegue. Incluso ya tiene, en su entusiasmo, planeado en las próximas semanas, según la Agencia France Presse, “el envío de una misión de evaluación dirigida por un equipo operativo de la Policía de Kenya”. ¿Qué operatividad es? ¿Qué conocimiento de la realidad sobre el terreno tendría un equipo de este tipo para llevar a cabo la evaluación de una situación que percibe a lo sumo sólo a través de informes sesgados escritos por agentes cómplices del Core Group?
Cabe subrayar que Kenya accedió apresuradamente a involucrarse en esta sospechosa aventura política luego de que Canadá y otros países tuvieran que, bajo la presión de una serie de ciudadanos informados, rechazar la solicitud de Estados Unidos de asumir el liderazgo de esta fuerza de ocupación que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres y el gobierno de los Estados Unidos quieren imponer por todos los medios. ¿Se ha preguntado el gobierno de Kenya por qué Canadá y otros países se negaron, a pesar de la presión o las ventajas ofrecidas, a involucrarse en esta dudosa empresa criminal? ¿Se preguntó acerca de los objetivos reales de tal empresa? ¿Se ha tomado, como los demás países ya contactados al respecto, el tiempo necesario para reflexionar sobre la trascendencia política y las desastrosas consecuencias de tan sospechosa aventura? En un momento en que varios países de África comienzan a liberarse de las garras de Occidente o a desviarse de la lógica de las nocivas prácticas neocoloniales de Occidente, ¿puede Kenya permitirse, para mayor desgracia de Haití, contribuir al reforzamiento de prácticas tan perniciosas y desestabilizadoras?
¿Ha tratado el gobierno de Kenya de entender los objetivos ocultos y no reconocidos de tal empresa que va en contra de lo proclamado solemnemente en el Acta Constitutiva y la Carta de la Unión Africana (UA)? De hecho, se menciona en el Artículo II de la Carta: “Los objetivos de la Organización son los siguientes: a) Fortalecer la unidad y la solidaridad de los Estados africanos; b) Coordinar e intensificar su cooperación y sus esfuerzos para brindar mejores condiciones de vida a los pueblos de África; c) Defender su soberanía, integridad territorial e independencia; d) Eliminar todas las formas de colonialismo de África; e) Fomentar la cooperación internacional, teniendo debidamente en cuenta la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos ». El Artículo III continúa: “Los Estados Miembros, en cumplimiento de los propósitos establecidos en el Artículo II, afirman solemnemente los siguientes principios: Igualdad soberana de todos los Estados Miembros; No injerencia en los asuntos internos de los Estados; Respeto a la soberanía e integridad territorial de cada Estado y su derecho inalienable a una existencia independiente»[1]
Honorables Jefes de Estado y de Gobierno de los hermanos países de África,
Estarán de acuerdo con nosotros en que el enfoque de los líderes de Kenya es parte de una lógica totalmente opuesta a lo proclamado en la carta de la UA y que hay razón en esta situación para invitarlos, en nombre de estos principios cardinales adoptados oficialmente, a revisar urgentemente este enfoque, que socava gravemente la soberanía de Haití, su derecho a la libre autodeterminación y su derecho a tomar las riendas de su destino. Depende de Ustedes encontrar la estrategia más eficaz para explicar a los líderes de este hermano país que tal elección probablemente alentará y reforzará en Haití la ya inaceptable injerencia de las potencias imperialistas, incluidos los Estados Unidos de América en particular.
Asegurar el liderazgo de esta fuerza de ocupación para los EE.UU. simplemente significa ayudarlos a asegurar mejor su dominio genocida sobre este país, el nuestro, que llevó a cabo la primera y única revuelta de esclavizados exitosa en toda la historia de la humanidad y que al mismo tiempo cambió el orden mundial, colonial, racista y esclavista. Esta revolución constituyó una gran esperanza para el mundo negro y todos los pueblos oprimidos del planeta en busca de la libertad y el bienestar colectivo. Christiane TAUBIRA destacó lo que Haití representa para el mundo y los negros en particular en estos términos: “No es solo a mí que el pueblo de Ayiti abrió las avenidas de un mundo de justicia y fraternidad. Fue también al mundo negro, en su conjunto, que reconoce allí la primera República Independiente, arrancada luego codificada por antiguos esclavos, construida en la morgue del imperio colonial. …También fue un regalo para el mundo oprimido en su búsqueda de referencia y modelo en un universo que no sólo era hostil, sino que, como afirmaba Frantz Fanon, ya se estaba apoderando de su pasado para desfigurarlo, distorsionarlo. ”[2]
Esta terrible crisis multidimensional por la que atraviesa Haití es, por tanto, cínicamente fabricada y mantenida en gran parte por las antiguas potencias coloniales esclavistas y racistas hoy transformadas en potencias imperialistas. Estas últimas están en proceso de asfixiar a nuestro país con la asistencia efectiva de colaboradores locales conformados por líderes políticos títeres, corruptos, criminales, mafiosos impuestos por Washington y la de oligarcas corruptos, criminales que financian las bandas armadas.
Todo esto es parte de una guerra global de estas antiguas potencias coloniales, racistas, contra Haití porque se había atrevido a romper las cadenas de la esclavitud y así crear las condiciones para el establecimiento de un nuevo orden antiesclavista, anticolonial y anti -mundo racista.
Se trata ahora de que estos poderes esclavistas desestabilicen nuestro país, borren al pueblo haitiano como a los primeros habitantes de esta tierra, al pueblo taíno diezmado por los colonos españoles y construyan un Haití sin los haitianos y las haitianas. En esta perspectiva, alimentan el caos construido para tratar de justificar y legitimar su proyecto de ocupación militar en aras de un control político mucho más sistemático y el saqueo total de nuestras riquezas. En estas condiciones, ¿cómo podemos creer que Estados Unidos tendría la voluntad de ayudar al pueblo haitiano a eliminar las bandas armadas cuando en realidad se trata de una estrategia de aniquilamiento de la resistencia del movimiento popular?
Honorables Jefes de Estado y de Gobierno de hermanos países de África,
Los instamos a que investiguen la repugnante situación de nuestro país para comprenderla mejor, para ayudarnos mejor a superarla y, sobre todo, para convencer a Kenya de la necesidad de no dejarse arrastrar por la lógica criminal de las potencias imperialistas que están empeñadas en enterrar la soberanía de Haití.
Hermanos países de África de los antepasados, es imperativo actuar de tal manera que ningún país del continente africano desempeñe el papel de caja de resonancia de las antiguas potencias coloniales, esclavistas e imperialistas. Y que la solidaridad activa de África con Haití sea en adelante la consigna privilegiada. Como señaló el profesor André Ntonfo: “África encarna la tensión sociológica de Haití; Haití simboliza la lucha por la liberación de los negros colonizados y esclavizados por las naciones imperialistas”.[3] En nombre de este sólido vínculo, en nombre de lo que simboliza Haití y en nombre del panafricanismo, “del movimiento de solidaridad por la emancipación de los pueblos negros en todo el mundo»[4] que, por lo tanto, conlleva una visión política de emancipación tanto para África como para su diáspora, Kenya no debe «elegir la servidumbre imperialista en lugar de la solidaridad panafricana», como lo señala la Alianza Negra por la Paz.
Es importante recordar que Haití tiene una larga tradición de solidaridad con los pueblos en lucha, incluidos los de América Latina, Grecia y África. Es en esta lógica que el presidente haitiano Nord Alexis había confiado a Benito Sylvain, considerado como uno de los primeros apóstoles del panafricanismo, el cuidado de llevar el apoyo efectivo de Haití a Etiopía amenazada por Italia. El presidente Alexis «ayudó al rey Menelik II a comprar cañones de Rusia para derrotar al ejército italiano en la batalla de Adoua en Etiopía».[5] El presidente Nord Alexis insistió: “Debemos ayudar al emperador Menelik de manera completamente desinteresada a mantener la independencia nacional de su imperio y asegurarle en la plenitud de sus derechos soberanos una vía normal de progreso. Si cae Etiopía, seremos los únicos en luchar contra el colonialismo, pero si resiste, nuestro ejemplo llegará lejos y liberará a África del yugo colonial”.[6]
Honorables Jefes de Estado y de Gobierno de los hermanos países de África,
He aquí un ejemplo concreto de solidaridad que los invitamos a seguir y practicar para ayudar a Haití a recuperar su soberanía hipotecada y perpetuar el símbolo de libertad y dignidad del pueblo negro que siempre ha sido.
El pueblo haitiano desea encontrarlos a su lado y les agradece de antemano su solidaridad concreta para ayudarlo a salir de este peligroso callejón sin salida, para sortear el inminente desembarco de este proyecto bélico y asesino de ocupación. Tal solidaridad permitirá a Haití descartar resueltamente el despliegue de tropas extranjeras de ocupación y en consecuencia obtener:
– La recuperación de su soberanía nacional para poner fin a la injerencia de las potencias imperialistas;
– El fin del indecente apoyo internacional, en particular EE.UU., Canadá y Francia, al gobierno criminal del PHTK de Ariel Henry y el establecimiento de un gobierno de transición creíble;
– La aplicación efectiva de la Resolución 2653 (2022) adoptada por el Consejo de Seguridad el 21 de octubre de 2022 que prohíbe el tráfico de armas de los Estados miembros de la ONU a Haití;
– La suspensión por parte de Estados Unidos del suministro de armas y municiones a las bandas, así como la rápida recuperación de las armas ya introducidas;
– La creación de una Comisión de Investigación Independiente responsable de evaluar los dieciocho años de apoyo de la ONU para actualizar sus responsabilidades en la caótica situación actual;
– Obtener indemnizaciones y reparaciones para Haití y en particular para los familiares de los treinta mil (30.000) muertos y ochocientos mil (800.000) contagiados de cólera introducidos por soldados de la MINUSTAH, entre los que lamentablemente se encontraban varios países africanos hermanos;
– La restitución y reparación de los agravios y las graves injusticias sufridas por Haití a lo largo de la historia, en particular la histórica deuda de la esclavitud, el robo de sus recursos, el escandaloso rescate de la independencia, el secuestro de sus reservas de oro por parte de los Estados Unidos de América;
– La recuperación de la isla haitiana de La Navase y el reclamo de indemnización. Los Estados Unidos de América, al tomar el control de esta parte del territorio, durante 165 años, más de siglo y medio, no han cesado de pisotear la Constitución del país que especifica “El territorio de la República de Haití comprende: a) la parte occidental de la isla de Haití, así como las islas adyacentes: La Gonâve, La Tortue, Ile à Vache, Les Cayemites, LA NAVASE, Grande Caye y las demás islas del mar territorial…” (Cap. 2, art1 -a);
– La concesión de otro decenio de afrodescendientes 2024-2033 a nombre de Haití. Nótese que Haití, el primero en romper las cadenas de la esclavitud y por ello considerado por el poeta Víctor Hugo y muchos otros como una luz, quedó relegado a la última fila como parte de la celebración de este Decenio Internacional de personas de ascendencia africana cuando la ONU debería haberle otorgado un lugar de honor.
Nosotras, organizaciones firmantes, queremos terminar recordándoles la urgente necesidad de brindarnos su solidaridad concreta en esta situación de extrema amenaza. Queremos mantener la firme convicción de que Ustedes no dejarán de tomar una posición abierta contra el criminal proyecto de ocupación de Haití y particularmente contra la lamentable decisión de Kenya de persistir en involucrarse en tal empresa que socava nuestra soberanía nacional ya mancillada.
¡Viva la solidaridad de todos los países africanos con Haití!
¡Viva la solidaridad de los pueblos del mundo entero con Haití!
Firman
Alternative Socialiste (ASO) / Jean Hénold Buteau et Jean-Paul Bastien
ALBA MOVIMIENTOS, Chapitre Haïti /Islanda Micheline Aduel
Michel Frantz Grandoit, prêtre engagé
Comité Democràtico Haitiano en Argentina / Henri Boisrolin
KONAKOM, Dunois Erick Cantave
NEHRO / Josue Renaud
Me Jean Oreste Junior Appilar Morin
Réseau caribéen Panafricanistes / Mirtha Desulme
Mouvement des Jeunes carrefour feuilles / Joseph Fenel
Inisyativ Patriyòt Maryen (IPAM) / Hugues Célestin
Tèt Kole Ti Peyizan Ayisyen / Origène Louis
Sek Makandal/Wendy Mentor
Esklav Revòlte / Jean Wilgins Charles
Latibonit Kanpe pou Ayiti (LAKAY) / Rigaud Velumat
Grandans Reveye / Legagneur Bouchensky
PPN / Bernadin Kény
Georges Eddy Lucien / citoyen engagé
James darbouze / citoyen engagé
Òganizasyon Feminis Danto / Vanessa Jeudi
BRIGADA DESSALINES / Ricardo Cabaño
Rezistans pou Ayiti / Patrice Célestin
Mouvman Revolisyonè pou Liberasyon Mas yo (MORELIM) / Nelio Petit-Homme
COMIPOL/ Ernso Ertilus et Julio Fils Cham
Union Nationale des Normaliens-nes d’Haïti (UNNOH) / Péguy Noel
Kolektif Solidarite, Idantite ak Libète (KSIL) / Rudy Prudent
Konbit Ayisyen pou Lojman Altènatif (KAYLA) / Francia Pierrette
KOPI / Raimy Ysmael
Platfòm Ayiti Vèt (PAV) / Saico Jean Michel Sévère
Inisyativ 109 / Luckner Jabouin
Union Syndicale des Transporteurs Haïtiens (USTRAH) / Venès Junior Many
Asosyasyon Viktim Masak Leta nan Katye Popilè yo (AVIMEKP) / Nevelson Jean-Baptiste
Antèn Ouvriye / Reyneld Sanon
Nou se Dorval / Iswick Théophin
Rezo Òganizasyon Nòdwès / Kerby Joseph
MODÒD / Jose Félix
Rezo Òganizasyon Marigo / Lainé Louis
AJ3L / Kerly Dubréus
Platfòm Oganizasyon pou Ideyal Bwawon Tonè / Hugues-Capè Mondésir
FGPB / Edmond Jean-Paul
SECD / Georges Réginald
MOSSOH / Gary Lindor
Rasanbleman Fanm Peyizan Aken / Louise Marie Naissant
Kowòt Patriyotik / Francisco Alcide
MOPDES –Nòdès / Astride Noel
OJPDCP-NIPPES / Simon Wallan
Cercle Grégory Saint-Hilaire / Cilien Luxenat
Armand Joseph Jules / Citoyen engagé
SITWAYEN / Gustave Augustin
Fòs Dèlma 32 / Clerveaux Fritznel
Sèk Janil / Wasly Simon
Baugé mon cœur/citoyen engage
PLANARE / Victor Charidieu
Kolektif medsin tradisyonel / Berthony Jean Charles
MSTH-ROZO / Mario Maisonneuve
ASJPCH / Luckner Chéry
ESKANP/ Mario Coty
ROZO/Mirtha Elie
FOSYNPO/Gedeon Junior Georges
FRAKKA/ Francois Philippe
ZOULA/ Pierre Dieudonné Delice
Òganizasyon Konbit Aksyon Popilè / James Francisque
Schneider Alcereste / NOUVOLIB
Kolektif Atis Angaje (KATAN) / Kébert Bastien
Konbit Òganizasyon Sendikal, Politik ak Popilè / Josué Mérilien
Plateforme Haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif (PAPDA) / Camille Chalmers
MOLEGHAF / David Oxygène
Mouvman Leve Kanpe pou yon Lòt Endepandans / Patrick Joseph
Pour authentification :
Camille Chalmers / PAPDA
Rudy Prudent / KSIL
Josué Mérilien / KONBIT
________________________________________
[1]http://www.leganet.cd/Legislation/Conventions.int/charteUA.25.05.63.htm
[2] ] https://ayibopost.com/la-lettre-de-christiane-taubira-au-peuple-haitien-en-2004/
[3] https://www.alterpresse.org/spip.php?article2440
[4] https://archipel.uqam.ca/5941/1/M13225.pdf
[5] https://forumhaiti.forumactif.com/t14044-ayiti-et-l-ethiopie-sous-le-gouvernement-du-president-nord-alexis
[6] Ibid
Fuente: 19 Digital