Escrito por Alonso
Friedrich Engels, gigante del pensamiento revolucionario mundial, forjador de la teoría del Socialismo Científico junto a su mejor amigo Karl Marx, fallecería un 5 de Agosto de 1895, prevaleciendo desde entonces en sus estudios e ideas, recordamos hoy a este maestro del análisis dialéctico de nuestra naturaleza y sociedad.
Escribir sobre Engels es siempre placentero, pues abre el espacio de aclaración a muchos supuestos o falsas interpretaciones que sobre su legado algunos infantiles de ultra izquierda se han encargado de levantar durante muchos años, quien fuera hijo de Burgueses, propietarios de una fábrica en la Inglaterra de mediados del siglo diecinueve, logró estudiar durante toda su vida la situación del proletariado en la Europa contemporánea y en otros continentes menos desarrollados, de su legado antes que nada debemos rescatar su mentalidad anti dogmática, por lo que toda su obra, como él siempre lo esclareciera, debe ser vista como guías de estudio para la acción y nunca como manuales estoicos de aplicación.
Mencionado lo anterior, damos paso a reconocer a un joven Engels, de nacimiento Prusiano (actual Alemania), vio la luz el 28 de Noviembre de 1820 en la Ciudad de Wuppertal, en la Región de Renania del Reino de Prusia; de niño un apasionado del arte, aprendiz de canto, viajero, bailarín, por su puesto, privilegios que más tarde comprendería le fueron posibles gracias a la posición social de sus padres, cultivándose en la literatura contemporánea y clásica, escribiendo desde muy joven.
Descubriría, al igual que Marx, en los libros de G.W. Hegel una teoría filosófica base para el desarrollo posterior de sus obras, abriendo su mente a las realidades de la sociedad que lo rodeaba, observable por sí mismo, como joven Hegeliano llegaría a conclusiones primarias que indican por qué dedicaría su vida entera a la causa de liberación del proletariado internacional, escribiendo:
“Si todo el mundo se desarrolla, si unas instituciones sustituyen a otras, ¿por qué han de perdurar eternamente la autocracia del Rey Prusiano o del Zar Ruso, el enriquecimiento de una minoría insignificante a expensas de la enorme mayoría, el dominio de la burguesía sobre el pueblo”. [1]
Con estas interrogantes en su mente Friedrich se embarcaría en un viaje de estudios y lucha por la verdad, conociendo a Karl Marx en 1842 en las oficinas del periódico donde este último trabajaba, el Rheinische Zeitung, juntos iniciarían una amistad basada en sus deseos de conocimiento, a través de los cuales llegarían a la conclusión de que Hegel, aun en su certeza, estaba equivocado en la orientación de su teoría, corrigiendo así la misma, postulando que a diferencia de lo que pensaba Hegel, la conciencia o espíritu no explica el desarrollo de la naturaleza, sino al contrario, la naturaleza, explica el desarrollo del espíritu, de la sociedad y su historia.
Encontrando que el desarrollo de las fuerzas productivas formaba las relaciones sociales, con lo cual, el capitalismo se encargaba de oprimir a los trabajadores, quienes a su vez, son los forjadores de la riqueza y el capital; para llegar a estas conclusiones Engels no solo dedicó su tiempo al estudio de diversas ciencias positivas como la Biología, Física, Matemáticas entre otras, sino también al estudio práctico del mundo que lo rodeaba, de la realidad de los trabajadores.
Salió de su oficina en Inglaterra, en la fábrica de su padre, para recorrer los barrios humildes de los obreros, instruyéndose sobre su vida, sus miserias, escribiendo sus primeros aportes en los panfletos socialistas ingleses del movimiento obrero en 1844, llegando a publicar en 1845 una de sus primeras obras titulada “La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra”; de estas experiencias iniciaría a trabajar en conjunto a Marx, publicando en la Revista Anales Franco – Alemanes, destacando su artículo titulado “Estudio Crítico sobre la Economía Política”.
Esperado destino, que al escribir sobre las realidades de la Europa del siglo diecinueve y las opresiones imperiales, lo llevaría a conocer el exilio, viviendo entre el período de 1845 a 1847 en Bruselas, Inglaterra y París, alternando en todo momento sus estudios con la actividad política militante; durante este tiempo escribiría su primera obra en conjunto con su amigo Karl, la cual titularían “La Sagrada Familia” o “Crítica de la Crítica, Crítica”, con una redacción muy fresca, casi en tono de burla, pero muy inteligente y basada en previos estudios, en esta obra se encargarían de atacar a los pseudo filósofos Bruno y Edgar Bauer, así como a los jóvenes Hegelianos, desmontando sus posturas idealistas, en un sentido de querer interpretar el mundo, más nunca tomar acción por cambiarlo o mejorarlo.
Para 1848, ambos pensadores fortalecieron nexos con la previamente llamada Liga de los Justos, de la cual eran parte desde 1836, tomando el control y renombrándola “Liga de los Comunistas”, donde publicarían su famosa obra “Manifiesto del Partido Comunista” el cual, como ambos expresaran, debía ser tomada como un resumen de la ideología revolucionaria de los obreros, publicado con un enfoque propagandista, como una guía, no como un manual; con una organización ya establecida, con focos de masas establecidos en diversos países, tanto Engels como Marx participarían de las Revoluciones que ese mismo año iniciarían tanto en Francia, Bélgica y Alemania.
Regresando a Prusia tras su participación retomarían su escritura creando la Nueva Gaceta del Rin, a través de la cual bombardeaban las calles con propaganda a favor de las revoluciones que suscitaban en Europa, sin embargo, la fuerza militar de los reaccionario fue superior, con la revolución derrotada, el Gobierno clausuraría su periódico; Engels, quien fue participe de la insurrección armada en Alemania se vio obligado a huir a Inglaterra, a través de un paso por Suiza.
Ejemplo en la teoría como en la práctica, consecuente con su decisión de vida, abandonando las comodidades de la burguesía por la crudeza del devenir revolucionario, activo durante su juventud, militando en cualquier espacio que pudiera, organizando a los trabajadores, agitando el pensamiento de la sociedad europea del siglo diecinueve; durante su vida Friedrich Engels escribiría diversas obras, entre las cuales siguen destacando:
- La situación de la clase obrera en Inglaterra
- El Anti-Dühring
- Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico
- El origen de la familia, la propiedad privada y el estado
- Dialéctica de la Naturaleza
- Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana
Sin dudas un hombre que merece la pena ser estudiado y comprendido, de sus aportes surgieron grandes movimientos revolucionarios, reconocer su trabajo parte como elemento indispensable en la concepción de nuestra propia realidad, saberlo como un forjador de ideas adaptables y nunca un creador de dogmas inmutables; en su vejez sirvió como consejero de los nuevos revolucionarios europeos, quienes lo miraban, tras la muerte de Marx, como el líder indiscutible del socialismo en esa época.
Falleció a los 74 años, a causa de un cáncer de esófago, sin embargo, como la historia nos ha enseñado a través del tiempo, las ideas no mueren, no se matan, por lo que sigue vivo en sus postulados, en sus aciertos, vivo incluso en sus fallos, demostrando que fue también humano, y como tal, como habría deseado, no debe ser endiosado, ni dogmatizado; partió hace 128 años, pero lo recordamos hoy, mañana y siempre.
¡Proletarios de todos los países… únanse!
Referencias:
[1] https://www.ecured.cu/Federico_Engels#cite_ref-4
[2] https://cuadernosandinista.com/2022/08/05/federico-engels-titan-de-las-ideas/
[3] https://cuadernosandinista.com/2021/11/28/friedrich-engels-principios-del-comunismo/
[4] https://www.telesurtv.net/news/cinco-datos-curiosos-federico-engels-20210730-0025.html
Es merecedor reiniciar las pláticas y discusiones ideológicas, ojalá se pudieran restablecer desde las iniciativas educativas en Nicaragua!!! Es imprescindible no detenerse en el mundo de las teorías Marxistas/Leninistas/Sandinistas para crear las bases de una sólida ideología revolucionaria.-