Este jueves se conmemoran los 242 años del asesinato del líder indígena peruano Túpac Amaru II, quien lideró la mayor revolución indígena en América, y uno de los primeros atisbos de emancipación del continente contra el imperio español.
José Gabriel Condorcanqui Noguera, que pasaría a la posteridad como Túpac Amaru II, nació el 19 de marzo de 1738 en Surimana (Cusco), provincia peruana de Canas.
El 4 de noviembre de 1780, Túpac Amaru II inició su gran rebelión anticolonial. Ganó la batalla de Sangarará y estuvo a punto de tomar el Cusco, pero las fuerzas del virrey Jáuregui lo derrotaron en la batalla de Checacupe.
La acción se extendió por 24 provincias de la nación suramericana. Durante la gesta murieron 100 mil indígenas que lucharon con gran fortaleza, y 1.200 hombres del ejército realista fueron derrotados en Sangarará.
Aún así el inca revolucionario fue capturado, obligado a presenciar la tortura y asesinato de sus aliados, amigos, hijos y esposa; y, finalmente, brutalmente asesinado el 18 de mayo de 1781, a la edad de 43 años.
Sin embargo, no pudieron claudicar su fuerza ni el poder de su legado. Luego de ser sometido a un intento de descuartizamiento al amarrarlo a caballos, Túpac Amaru II alzó la voz y aseguró a los presentes «¡Volveré y seré millones!», antes de ser decapitado ante los fallidos propósitos de darle muerte.
El también independentista Francisco de Miranda, venezolano pionero en la gesta de la liberación de la región, destacó en sus relaciones con la Corona británica la rebelión liderada por el inca Túpac Amaru II.
En la actualidad varios partidos y movimientos políticos de América han dedicado su nombre al líder indígena, debido a su carácter patriótico, soberano, rebelde y valiente.
Fuente: TeleSur