Escrito por Germán Van de Velde
(13/03/2023)
La tierra se creó hace un poco más de 13700 millones de años. Hace 3800 millones de años, de un océano primordial, o de un pantano ancestral irrumpió la primera forma de vida, una bacteria llamada Aries. Hace 75 millones de años, al final del mesozoico, surgieron los antepasados remotos de la humanidad, los simios. Hace 35 millones de años aparecieron los chimpancés y otros grandes simios. Hace 100 mil años apareció el homo sapiens sapiens. El imperio romano se desarrolló entre los años 27 antes de Cristo – 476 después de Cristo.
Jesucristo llegó al mundo en pleno imperio romano, el quinto de los grandes que había existido. Vino a proclamar una manera de gobernar alternativa, a oponerse y corregir la forma aberrante de gobernar. Cristo llamó reino de este mundo a ese criminal sistema imperial impuesto, donde los poderosos atropellaban y aplastaban a los débiles.
Jesús predicó lo que llamó el Reino de Dios en la Tierra[1], donde proclamó la igualdad, la cooperación, la justicia, la compasión, la misericordia, el perdón, el amor a todos los/as semejantes, sin exclusiones, amor a la Madre Tierra, la solidaridad y la Paz. Para Jesús, todos/as somos iguales en cuanto a dignidad. Esta es la esencia del mensaje de Jesús.
Para el imperio romano, que proclamó el reino de este mundo, el mensaje de Jesús era subversivo y peligroso. La alternativa revolucionaria del Reino de Dios en la Tierra fue contraria a los intereses imperiales, por lo que Cristo fue crucificado. Jesús fue entonces, el primer gran revolucionario.
La propuesta de Jesús para salvar al mundo, para impedir que la humanidad terminara provocando su propia extinción, era una propuesta 100% política, una propuesta Comunista. Jesús proponía un cambio radical en la forma de gobernar el mundo.
Después de la traición de Roma a Jesús y a su mensaje, el emperador Valentiniano III abandonó la corte de Ravena por la invasión de Atila. Allí, el Papa León Magno, Papa N° 45, desde 440 hasta 461 asumió el papel de emperador e impidió la invasión a Roma y se apropió del título pontifex maximus que los emperadores romanos ya habían abandonado desde 382. Desde ese hecho, la iglesia sustituyó al imperio y quedó situada como la principal fuerza política de Europa.
Esta fuerza política, antidemocrática, se extiende hasta nuestros días en alianza con los poderosos de occidente y contra los legítimos intereses y derechos de los explotados y oprimidos de la tierra. Jorge Mario Bergoglio es el papa N° 266 y es quien hoy encabeza la iglesia católica en el Vaticano.
Actualmente, la iglesia católica y el gobierno de Estados Unidos se confabulan para atacar gobiernos que asumen la alternativa propuesta por Jesús: el Reino de Dios en la Tierra. Al parecer, esta propuesta sigue siendo subversiva y peligrosa para los más poderosos.
Nicaragua, un país de América Central, históricamente explotado, intervenido por el gobierno de Estados Unidos, lucha por su dignidad, soberanía y autodeterminación. El actual Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional asumió la propuesta de Jesús: el Reino de Dios en la Tierra.
Después de 16 años de haber implementado esta propuesta, Nicaragua no ha dejado de ser agredida por el imperialismo y la iglesia católica, es tan así que en el año 2018 utilizó a sus Judas “nacionales” para asesinar al Pueblo. En miras de defender los derechos de los más pobres, Nicaragua expulsó a los Judas de su territorio. Un cura no quiso partir, por lo que fue juzgado y condenado a 26 años y 4 meses de prisión por haber cometido delitos que ponen en peligro la Paz del pueblo nicaragüense.
En días recientes, Bergoglio tildó de “desequilibrado” al Pueblo de Nicaragua, salió en defensa del cura que cumple condena por delitos cometidos y comparó la actual propuesta de Nicaragua, la del Reino de Dios en la Tierra, con la dictadura hitleriana del 35.
Con sus declaraciones contra el humilde Pueblo de Nicaragua, Bergoglio no solo dejó en evidencia su postura política – ideológica, sino que expuso la actitud pro-imperialista del Vaticano.
Salir a defender a un delincuente con sotana es uno de los hechos más repudiables que pueden existir y lo convierte en cómplice de los perversos delitos (secuestros, torturas, violaciones y asesinatos) cometidos por la iglesia católica.
Todos los obispos pro-imperialistas, esos que han apoyado y avalado golpes e intentos de golpes de estado contra gobernantes constitucionales, progresistas y democráticamente electos por sus Pueblos, deberían ser destituidos. El título de Monseñor debería dejar de existir.
El Pueblo de Nicaragua está claro que Jesús no se dejó intimidar por lo que pensara Caifás, el máximo de los sacerdotes, o Herodes, el Jefe de Estado, o el emperador. Caerle mal al imperialismo eclesial o a la burguesía pro-imperial capitalista es la mejor garantía de que Nicaragua ya hace mucho tiempo proclamó construir y avanzar por los caminos hacia la alternativa del Reino de Dios en la Tierra.
El imperialismo e iglesia católica (siempre pro-imperialista) fueron, son y serán incompatibles con la esencia del mensaje de Jesús, quien luchó y soñó con otro mundo posible. Bergoglio, con su postura, ¿está en contra de la esencia del mensaje de Cristo? No nos equivoquemos, el mensaje de Cristo es claro.
Referencias:
[1] Ideas de Miguel d´Escoto Brockman (2014), retomadas y adaptadas por el autor.
Pero Jesús, llamándolos junto a sí, dijo: Sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que los grandes ejercen autoridad sobre ellos. Mateo 20;25 RV.
Toda la historia de la iglesia católica a sido así SIEMPRE, se han unido a los poderosos del mundo para someter a los pueblos pobres inculcando miedo hacia Dios.
Dios es humildad, solidaridad, comunidad, amor al prójimo, eso no les gusta a los gobiernos imperiales y sus lacayos vende patrias. Viva Nicaragua bendita y siempre Digna y libre. Siempre más allá