El 21 de febrero en Nicaragua se vivió una hermosísima noche donde brillaban esas luces, esos rostros, esos ojos, esa mirada intensa de juventud eterna y de juventud reconociendo los caminos de hoy en el acto central al General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino.
La Vicepresidenta destacó el orgullo patrio y de libertad que Sandino con su llama inapagable, fuego inextinguible sigue siendo el camino.
«Todo el día vibramos y sentimos ese orgullo de patria y libertad, de amar a la patria, de amor patrio, ese orgullo que tenemos todos de saber resguardar lo principal que es la paz».
Porque hay patria, hay paz «y hemos sabido defender, resguardar la paz, que es la base para el futuro en todo sentido la paz es totalmente clave para poder crear futuro».
«Y eso es lo que cuidamos esmeradamente y es lo que resguardamos y defendemos, y es lo que disfrutamos grandemente en esta Nicaragua de siempre más allá».
«Ahí estaba, como está en todo el territorio nacional nuestro General Sandino, en el firmamento de los héroes junto a nuestros ancestros Diriangén, Nicarao, el General Benjamín Zeledón, Carlos, ahí estaban, ahí estábamos todos, Tomás, ahí estamos y aquí estamos».
Mencionó como «todos curioso además que en esa hermosisima avenida de Bolívar a Chávez frontalmente desde donde estábamos nosotros desde la tarima veíamos a un Chávez iluminado en amor a esta patria que tanto quiso, a esta Nicaragua de revolución que tanto admiró y detrás de nosotros en esos bloques donde están los héroes de nuestra Ámerica estaba Chávez también, se que fue una noche de bendición, todos nuestros maestros, todos nuestros guías, todos los grandes seres humanos, extraordinarios seres humanos estaban ahí, estaban ahí iluminando la noche, iluminando el porvenir porque somos soles en ese otro plano de vida, cuando llegamos allá somos soles que iluminan la vida buena de los pueblo, la vida digna de los pueblo, el heroísmo de los pueblos, somos soles que no declinan, que iluminan siempre y que marcan las sendas que tenemos que seguir recorriendo, sendas como decíamos de dignidad permanente».
«Que intenso se siente, que bonito se siente, que hermoso se siente, que plenitud se siente cuando uno sabe que ama a su Patria, cuando uno sabe que sigue adelante en caminos de patria, dignidad, soberanía, libertad… cuando uno sabe que no tiene alma de esclavo, que no tiene alma de serviles, que no hay egoísmo en nuestros corazones, al contrario afán de servir a nuestro pueblo, que hermoso, que intenso, que plenitud se siente cuando uno sabe que cumple misiones de la justicia divina».
«La justicia divina que nos dice: Que la pobreza es un pecado capital y hay que luchar contra la pobreza, la justicia divina que nos dice: El ser humano es digno y merece defender su dignidad y debe defender su dignidad todos los días. La justicia divina que nos afirma: Estamos viviendo tiempos, tiempos buenos, tiempos mejores y tiempos que han estado escritos, tiempos de victorias, de victorias de la fe , de la fortaleza, de la hermandad, de la fraternidad, tiempos nuevos, tiempos antiguos pero tiempos nuevos que logramos hacer realidad esos principios, esos valores que son de espíritu, que son la imitación de Cristo, de Cristo Jesús, imitación de Cristo un libro hermoso, que nos leyó en los primeros tiempos de la vida, por supuesto cargado de algunas cosas que no entendíamos y no entendemos, pero, el título es lo principal, imitar a Cristo, Cristo que vivió su pasión, su amor, su entrega al prójimo, Cristo que no vaciló en servir al prójimo desde esa humildad gloriosa que le conocemos y que tramos en todos sentido de imitar, de ser dignos de Cristo Jesús en su grandeza, en su humildad y en sus lecciones permanentes».
«Gran día ayer, y vamos siempre más allá».
Fuente: 19 Digital