Escrito por Carlos Alberto Escorcia
La “legitimidad” de origen de la sangrienta tiranía somocista no se sustentaba en el pueblo sino se originaba en el total apoyo político, financiero, militar y comercial de los Estados Unidos de América.
Esa es exactamente la misma situación actual de la Oposición golpista apátrida mercenaria. Sus esperanzas están puestas en los Estados Unidos de América, no en el apoyo del pueblo nicaragüense. Ese es su primer gran pecado capital.
En razón de lo arriba expresado, una oposición creada, organizada y estructurada únicamente para servir a los intereses de una potencia extranjera y para servilmente vender la patria al mismo imperialismo que asesinó al mas ilustre de todos los nicaragüenses, Augusto Cesar Sandino y nos impuso a sangre y fuego a la más brutal dictadura de América, la dictadura militar somocista por casi medio siglo, no merecía llamarse ni ser nicaragüense, porque hace muchas décadas dejó de serlo, si es que alguna vez lo fue.
Con el par de medidas judiciales, parlamentarias y diplomáticas tomadas por el gobierno de Nicaragua en contra de los ex nicaragüenses mercenarios, el Presidente Daniel Ortega le ha propinado un virtual Jaque Mate a la oposición golpista “criolla”, que ya de criolla no le quedó pero ni el nombre.
Pasarán muchos años antes que la oposición pueda retornar al poder. Y si continúan utilizando la misma fallida estrategia, jamás volverán al poder.
La actual correlación internacional de fuerzas es nada favorable al imperialismo norteamericano y más aun a las maltrechas y derrotadas fuerzas opositoras antisandinistas.
A escala planetaria, el presidente Biden aún no logra controlar la pandemia del siglo del COVID-19, ni la “amenaza existencial” del cambio climático (como la caracterizaba el mismo Biden durante su campaña presidencial), ni la inflación mundial, ni siquiera a podido doblegar a Putin en Ucrania con 9 sanciones fatales para cualquier otra economía.
En el plano regional, los regímenes títeres de Estados Unidos y por tanto aliados de los mercenarios que equivocadamente nacieron en la patria de Augusto Sandino, se baten en retirada.
Por recuento propio de los mismos parlantes mediáticos continentales como el venadero mayor CNNenEspañol, admiten que en Latinoamérica ya solo quedan 3 “democracias” a saber Costa Rica, Uruguay y Paraguay.
El resto directa o indirectamente, unas más, otras menos, han ido guardando distancia de “la bestia rubia del norte” como llamaba Sandino al imperialismo yanque.
Las 3 economías mas grandes de América Latina, Brasil, México y Argentina, han dado giros electorales hacia la izquierda, aunque no tan radicales como Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero lo suficiente como para alarmar a “Foggie Bottom”, apodo con el que se conoce el terreno donde descansa el edificio del Departamento de Estado en Washington.
El padrino de los golpes de estado en América Latina, Luis Almagro, parece tener sus días contados y los aliados de los golpistas apátridas antisandinistas en la OEA, son cada vez menos.
Eso no les impide, sin embargo, a los mercenarios repetir ridículamente hasta el cansancio, que Ortega esta cada vez más aislado, cuando un simple recuento superficial de votos en la OEA indica que los verdaderos aislados son los títeres de Estados Unidos, Almagro y sus ahijados somocistas.
El Jaque Mate histórico, como sentencia lapidaria, pronunciado por el Presidente Daniel Ortega, contra los mercenarios que desgraciadamente nacieron en la patria de Agusto Sandino, no solo tomó por sorpresa a los payasos y a los dueños del circo, sino que colocó claramente a la defensiva a la potencia del norte y a sus empleados somocistas.
El mismo pueblo nicaragüense recibió la noticia con cierto grado de desconcierto y perplejidad y no era para menos, si ni los yanques salen de su asombro, ¿cómo no sería con humildes trabajadores sin estudios universitarios en Nicaragua?
Los grandes «analistas” (tapudos de la pantalla y el micrófono) de la derecha antisandinista, no ocultaban su desorientación y lucían en la televisión venadera internacional, mas perdidos que un can en liturgia idolatra romana (más perdidos que perro en procesión).
Ni el dueño del circo ni los payasos, se esperaban la jugada maestra del más hábil presidente que ha conocido Nicaragua en toda su historia.
Se creían y se siguen creyendo con derecho a pisotear nuestro ordenamiento jurídico y el estado de derecho de la soberana nación nicaragüense.
Se consideran por encima de la ley y que jamás pagarían por sus crímenes contra el pueblo cometidos con mayor ferocidad a partir de Abril de 2018.
Teniendo una correlación de fuerzas totalmente desfavorables a nivel internacional tanto para Estados Unidos, como para sus títeres nacionales, habiendo sido testigo de la histórica implosión y colapso total, refrendada, firmada y promulgada el 12 de Mayo de 2021, fecha en la que vencía el plazo para inscribir alianzas partidarias para las elecciones presidenciales de Noviembre de 2021, totalmente “Libanizados” y chingasteados en mil tuquitos, el presidente Daniel Ortega pasó a la ofensiva y procesó judicialmente a los responsables del golpe fallido de Abril de 2018.
Todos los golpistas, comenzando con la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Nicaragua, creyeron que saldrían con impunidad luego de conspirar y planear el derrocamiento del gobierno legítimamente constituido del Presidente Daniel Ortega Saavedra.
Creyeron que el estado nicaragüense jamás haría valer sus leyes, su soberanía y su dignidad. Que equivocados estaban.
Durante el violento golpe de estado, ejecutado al pie de la letra, según la receta del ideólogo de la CIA Gene Sharp (quien irónicamente falleció días antes de iniciado el fallido golpe), los mercenarios del imperialismo norteamericano robaron, mataron, incendiaron buses, saquearon supermercados, le pegaron fuego a la radio YA, quemaron alcaldías y casas de campaña del FSLN, violaron mujeres, asesinaron a 22 policías, destruyeron 500 mil empleos (200 mil empleos formales, que cotizaban al INSS, y 300 mil empleos informales según estimó el economista de Yale, Néstor Avendaño), provocaron un desempleo masivo, impusieron la pobreza y el hambre al pueblo y todavía siguen diciendo que cayeron presos solo por opinar distinto, que cínicos e imbéciles.
Las increíbles medidas judiciales, legislativas y diplomáticas tomadas en los últimos días por el presidente de todos los nicaragüenses, José Daniel Ortega Saavedra, tienen alarmado a tirios y troyanos.
Aun la militancia reaccionó con asombro, pero luego del relato, con coloquial estilo anecdótico pero real, que compartió el presidente de los nicaragüenses, el pueblo disciplinadamente aceptó las impactantes medidas de su presidente.
Y es que Daniel jamás le ha tenido miedo a los yanques, ni tampoco jamás le tuvo miedo a la guardia, a la cual enfrentaba a pedradas cuando apenas era un niño de 13 años de edad en el barrio San Sebastián de Managua.
Como tenerle miedo a un gobierno que en casi un año, jactándose de ser la potencia militar más formidable en toda la historia de la humanidad ha sido incapaz de derrotar al presidente Vladimir Putin en Ucrania y más bien le salió el tiro por la culata?
¿Como tenerle miedo al imperialismo cuando este se bate en retirada en virtualmente todos los frentes en el plano internacional? ¿Como tenerle miedo a una oligarquía blancoide, fanática, arrogante, parroquial, títere de los yanques, sin imaginación, sin iniciativas, provinciana e ignorante? ¿Como tenerle miedo a una OEA que igualmente como sus amos, se bate en retirada?
Quien escribe estas líneas sugiere tres escenarios de confrontación que nos han llevado al actual contexto en el cual, el grueso de la dirigencia mercenaria ya se encuentra desterrada en su verdadera patria, los Estados Unidos de América y el resto huyó a Costa Rica, México, España u otros países.
En primer lugar, el escenario mediático de las Mega Cloacas de Propaganda al servicio del imperialismo yanque como CNNenEspañol, Univisión, Telemundo, La Nación de Costa Rica o El País de España.
En este punto especifico, tiene toda la razón cuando el pingüino tropicalizado Jaime Arellano, grita engallotado “vamos ganando”, si vamos ganando pero en Miami, San José o Madrid, no en Managua.
Ese escenario mediático es altamente exitoso para los mercenarios golpistas.
En segundo lugar, otro escenario de confrontación (según los mercenarios), lo constituyen la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua.
Los golpistas sueñan con que la Policía o el Ejército, traicionen al presidente constitucional de Nicaragua y se pasen al bando de la ignominia, la cobardía y la traición.
Obviamente ignoran 2 cosas: uno, que la constitución política de Nicaragua mandata tanto a la policía como al ejército, el no ser beligerantes sino obedientes y que el comandante supremo de ambos cuerpos armados es el presidente de Nicaragua y ese hombre se llama José Daniel Ortega Saavedra, no se llama Alianza Cívica, ni COSEP, ni Unidad Nacional Azul y Blanco, mucho menos familia Chamorro.
El otro punto que ignoran lo constituye el origen de ambos cuerpos armados. La Policía y el Ejército de Nicaragua actuales, nacieron, crecieron y se institucionalizaron al fragor de la lucha contra la tiranía somocista, vanguardizados por el FSLN.
Ambos cuerpos armados nacieron de esa lucha Sandinista contra las fuerzas imperialistas ante las cuales los mercenarios les piden que claudiquen, misión imposible.
El tercer escenario de confrontación, aunque no es necesariamente el último (me he limitado a los que considero los más decisivos),lo constituye todo el territorio nacional.
El pueblo, desparramado por cañadas, valles, montañas, pueblos y ciudades, es el más importante de los escenarios donde se ha decidido ya, no es que se decidirán los resultados de esta contienda.
Al interior de Nicaragua y en el corazón del pueblo, los mercenarios no cuentan con ningún respaldo. Viví en carne propia la insurrección popular del pueblo de Nicaragua contra la sangrienta tiranía somocista en 1979 y fui testigo de lo que era realmente cuando todo un pueblo, harto de tanto crimen y maltrato se rebeló con palos y piedras contra Somoza.
La oposición mercenaria vive repitiendo que el 80% del pueblo está contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Algunos de los más tapuditos dicen que es el 90%, sin mostrar ninguna encuesta seria que los respalde.
Si todo lo anterior fuera cierto, ya el gobierno Sandinista hubiera caído. Yo vi con mis propios ojos lo que era un 90% del pueblo rebelado contra Somoza.
Los mercenarios van ganando la batalla, si la van ganando pero en los estudios de televisión de Miami, San José y Madrid, España.
Los mercenarios van ganando pero en “Confidencial”, en las plataformas venaderas somocistas, financiadas totalmente por el gobierno de Estados Unidos y por lo tanto de independientes no tienen nada.
Van ganando en todas partes, menos donde deberían ganar, que es donde verdaderamente cuenta, al interior de Nicaragua, no en los estudios de televisión de la propaganda mediática del imperialismo yanque.
En cambio, donde verdaderamente se decidirá el desenlace de la contienda política, o sea dentro de Nicaragua, allí los mercenarios van perdiendo y es una pérdida arrasadora y aplastante.
El gobierno de Nicaragua va ganando en Bilwi, Estelí, Matagalpa, Somoto, León, Bluefields, Nueva Guinea, Rivas, Masaya, Diriamba, los barrios de Managua como Monseñor Lezcano, San Judas, la colonia Nicarao, la Centroamérica, Las Américas, etc.
Sorpresiva e irónicamente el gobierno de Estados Unidos, aceptó inmediatamente y sin reservas la propuesta de la primera dama y vice presidenta, Rosario Murillo, que los yanques se llevaran a sus mercenarios.
La propuesta fue hecha por el hilo telefónico por la compañera Rosario al embajador yanque Kevin Sullivan, un simple mandadero de la Casa Blanca en nuestro país.
En la detallada narrativa que ofreció el presidente Daniel Ortega a toda la nación, el presidente explicó que en la negociación con los yanques, llegaron a algunos acuerdos básicos de orden practico o de procedimientos, pero jamás hubo ningún “kid pro quo” (dame y te doy), porque en la mente del estadista Sandinista, “la soberanía de un pueblo no se discute sino se defiende con las armas en la mano”.
Entre los acuerdos estaba que la expatriación o destierro de los mercenarios al servicio del imperialismo, tenía que ser aceptado voluntariamente por los payasos del circo, ya que los dueños del circo o sea los yanques, al aceptar a sus súbditos, no querían aparecer como cooperando en una imposición de la “dictadura” Ortega-Murillo.
Todos firmaron su salida voluntariamente, excepto el filisteo incircunciso y falso profeta, el obispo de Matagalpa Rolando Álvarez Lagos.
Al dárseles la opción de decidir por si y ante si, el quedarse en Nicaragua o salir a su verdadera patria, la figura de deportación perdía totalmente su sentido, quedaba vaciada de contenido.
Sin embargo, en su patológica obsesión por satanizar todo lo que hace el gobierno Sandinista y en su enfermizo fanatismo de culpar al presidente Ortega, de absolutamente todo lo malo que pasa en Nicaragua, aun de los propios escapes gaseosos de los intestinos de los golpistas, los mercenarios inmediatamente argumentaron que su “deportación” constituía un crimen de Lesa Humanidad. Es que son imbéciles y la cara les ayuda.
En efecto, según el estatuto de Roma, la deportación constituye un crimen de Lesa Humanidad, pero si se hace forzada y no con la opción de obviarla o dar su consentimiento por escrito.
Un mercenario afincado en el distrito federal de la ciudad de México tuvo la extraña lucidez de reconocer que el término deportación no se aplicaba en este caso, porque en su sentido general en realidad tiene otra connotación.
Es preocupante que a ciertos medios revolucionarios pareciera no importarles este importante detalle, ya que los mercenarios seguirán repitiendo que su destierro de Nicaragua, fue un crimen de Lesa Humanidad.
A lo largo de toda mi vida, (estoy a punto de cumplir 70 años) aun no he conocido un somocista, un oligarca o un golpista que no sea tapudo o que no sea flojo de las tapas.
En cuanto llegaron a Washington, donde los esperaban sus amos, acompañados de los venados pagados por el mismo gobierno de Estados Unidos, los golpistas se soltaron improsultos de la lengua y se despacharon hermoso ante las cámaras de televisión del poderoso aparato de propaganda del imperialismo norteamericano.
De lo que no se dieron cuenta estos súbditos norteamericanos nacidos en Nicaragua, fue que, en su diarrea mental y exhibicionismo, estaban contradiciendo la mentirosa propaganda de CONFIDENCIAL y demás compinches que decían que estaban flaquitos y que la dictadura ORMU los estaba matando de hambre.
El pavo real que no llega ni a chompipe, Félix Maradiaga, alegremente dijo que mientras estuvo en las “ergástulas” (había que conocer las verdaderas ergástulas de Somoza primero para hablar tan irresponsablemente), se declaró en huelga de hambre y que había bajado 60 libras.
Sin saberlo estaba echando por tierra las mentiras del ideólogo venadero Carlos Fernando Chamorro Barrios.
Igualmente la “comandanta” Dora Téllez, dijo en un raro arranque de su pasado sandinista, que los oficiales del sistema penitenciario, habían sido profesionales, eficientes y amables.
Oh si???? ¿Profesionales, eficientes y amables? Eso no es lo que repetía como lora en guayabal, el charlatán somocista Santiago Aburto, ni el jovencito de voz artificialmente engolada de Confidencial.
Hasta donde sabemos hoy, el gobierno de Estados Unidos, además del vuelo gratis a Washington, les pagó 3 días de hotel, una mudada y 300 dólares y luego de procesar sus papeles como beneficiarios de un “parole” humanitario, los mando a los leones.
La comunidad somocista auto apodada la “diáspora”, se las arregló para abrirle las puertas a sus correligionarios de desventuras, en muchos casos en sus propios hogares, lo cual, a nivel humanitario y personal, me parece un gesto amable.
Pero el problema es que “todo muerto a los tres días hiede” dice un refrán nicaragüense; otro dice que “la flor de largo huele y de cerca hiede.”
Conociendo la mega soberbia e irresponsabilidad que caracteriza a todo mercenario somociano, es inevitable que esos nicaragüenses que hoy generosamente abren sus puertas a sus correligionarios, muy pronto se las cerraran.
La “dirigencia” opositora se ha desperdigado por todos los Estados Unidos. Por fin en su miserable vida, tendrán que trabajar por primera vez y dejar de ser parásitos de los contribuyentes (pagadores de impuestos) norteamericanos.
Otros ya viajaron a España, donde les espera un futuro muy incierto, similar a los que se quedan en Estados Unidos.
En cambio los peces gordos como los tres primos Chamorro, millonarios por herencia desde hace 2 siglos y por la generosidad del gobierno norteamericano, no tendrán problemas, pero los soldaditos de a pie, igualados como el seudo dirigente campesino Medardo Mairena, sin estudios universitarios, sin dominio del idioma inglés, esos van a vérselas muy duro y por fin van a aterrizar a una realidad que se negaron a ver en lo que una vez fue su patria.
Solo un par de ellos como el catedrático del INCAE (extensión académica de la prestigiada universidad de Harvard), Arturo Cruz Sequeira o el pavo real que no llega ni a chompipe, Félix Maradiaga, podrán obtener empleo nuevamente como profesores de universidades.
Todos los demás no bendecidos por las bondades de “la vida” tendrán que ir a cuidar ancianos o limpiar inodoros. Esa es la triste y dura realidad que ellos mismos escogieron.
Quieran o no quieran, tendrán que decirle adios al indigno oficio de mercenarios por el cual le vendieron su alma al diablo y su patria al imperialismo norteamericano.
Ese mismo imperialismo que luego que les pagó el avión, tres días de hotel, una mudada y 300 dólares, ya les dió la patada y no los va a volver a ver, para siempre.
Mientras tanto el presidente Ortega, contempla la dantesca escena de la implosión y autoliquidación de una oposición mercenaria, desde palco alto, cabalgando sobre la ola y la cresta del lado correcto de la historia, esa historia de los obreros y campesinos de Nicaragua que un 19 de Julio de 1979, tomaron la decisión de ser libres hasta la consumación de los siglos y lo hicieron bajo la consigna de “Patria Libre o Morir.”
Fuente: 19 Digital
Los verdaderos revolucionarios son los que llegan hasta el final, B. I. Lenin