Escrito por Norely Areas Esquivel
Para hablar de la Empresa Municipal de Tratamiento Integral de Desechos Sólidos de Managua, capital de Nicaragua, hay que retroceder varios años para poder hacer memoria de las injusticias sociales que se vivían en el país cuando se permitía de manera consciente que miles de niños, jóvenes y adultos sobrevivieran y trabajaran en el vertedero de basura conocido como la Chureca.
En el vertedero había trabajo infantil, insalubridad, analfabetismo, desnutrición, pobreza extrema y lo que más faltaba era la esperanza. Nadie creía que a partir del año 2012 para mejorar las condiciones de vida de estas familias vulnerables el Gobierno del Presidente Daniel Ortega suscribiría a través de la Alcaldía de Managua un importante acuerdo para transformar la vida y dejar de contaminar el ambiente y los recursos hídricos.
Todos los días niños, mujeres y hombres escarbaban para poder encontrar algo que les fuera útil para poder venderlo, vestir e incluso comer. Era una situación de emergencia social, de salud y ambiental.
Mauricio Díaz, gerente general de la Empresa Municipal de Tratamiento Integral de Desechos Sólidos (Emtrides), ubicada en el barrio Acahualinca, explicó que este espacio era el mayor basurero a cielo abierto que existía en Nicaragua.
“El Comandante Daniel y la Compañera Rosario dieron la orientación de que se cambiará la realidad. Se estaba contaminando el agua, se estaba contaminando el manto acuífero y también había personas que vivían dentro de la basura con toda su familia, subsistían con perros, con zopilotes, con chanchito y era una situación realmente deplorable e indignante”, recordó Mauricio.
¿Y cómo se transformó la Chureca?
Mauricio Díaz Tinoco, cuenta que se hizo una solución integral y en el año 2012 se construyó un relleno sanitario para dar solución ambiental y una planta de clasificación donde se emplearon a las más de 500 familias que vivían dentro del basurero.
“Desde hace más de 10 años estamos trabajando en esta planta de clasificación, en este relleno sanitario donde hacemos una separación de los materiales reciclables. Se clasifica el plástico, papel, cartón de diferentes tipos de metales para luego ser comercializados”, detalló.
La Empresa municipal actualmente recibe todos los desechos del municipio de Managua, de Ticuantepe y de El Crucero para un total de 1 mil 250 toneladas de basura, que por supuesto, ha venido creciendo con el paso del tiempo a medida que aumenta la población.
“Dependiendo del tipo de desecho que entra a la planta de clasificación o van directo al relleno sanitario. Todos los escombros y desechos de poda van al relleno sanitario y los residuos domiciliarios entran a la planta de clasificación, esos residuos son los que separamos en el sector de peaje”, explicó.
Beneficio al Medio Ambiente
“La planta solo con el simple hecho de clasificar los materiales reciclables y que no vayan al relleno sanitario ya es un beneficio para el medio ambiente, además aporta a la economía circular porque convertimos estos desechos en materia prima para generar nuevos productos, evitamos que se siga extrayendo materia prima de los recursos naturales, es decir, estamos haciendo circulación”, aseguró el gerente general.
“Ya se han hecho estudios de factibilidad en donde hemos visto resultados positivos sobre poder utilizar el gas metano que se genera en el relleno sanitario. Nosotros tenemos ahorita 38 pozos de captación de metano que se pueden usar para generar alrededor de 1.5 megawatt de energía. Se está trabajando en este proyecto y esperamos que en los próximos años podamos tener una planta para generar energía limpia”, mencionó Mauricio.
Díaz detalló que además tratan los residuos orgánicos e inorgánicos en el relleno sanitario.
“El relleno sanitario es un sistema que evita que exista la lixiviación al manto acuífero y en nuestro caso también al lago. Entonces nosotros encapsulados toda esa lixiviación que se genera de los desechos orgánicos y los tratamos en pilas de tratamiento de lixiviados para que no contamine los cuerpos de agua cercanos o subterráneos”, culminó.
Al mismo tiempo se aprovechan también las fracciones orgánicas puesto que se sacan 60 toneladas de abono orgánico. Se pone la composta durante un período de un mes. El abono es comercializado o bien es usado en las áreas verdes de la municipalidad.
Un antes y un después en su vida y el futuro de sus hijos
No podíamos irnos de la empresa municipal de tratamiento integral de la basura sin conocer el testimonio de una de las jóvenes que logró cambiar su vida gracias a este emblemático proyecto.
Rosa Urbina Sánchez trabaja desde hace 10 años en Emtrides. «Soy una de las trabajadoras que inició cuando construyeron la planta y antes yo vivía recogiendo en la Chureca. Cuando vino el proyecto habitacional y el proyecto Emtrides fuimos beneficiados. Mi vida cambió mucho desde ese tiempo porque tengo un trabajo estable, una casa digna y mis hijos están contentos y yo soy feliz al ver que ellos no van a volver a pepenar en medio de montañas de basura como yo lo hice”, manifestó Rosa.
“Cuando yo conocí a mi esposo él vivía ahí en la Chureca y el medio de trabajo al que podíamos optar era la Chureca, ahí sobrevivíamos y no eran condiciones, porque pasábamos todo el día con sol, con agua de lluvia, sintiendo unos olores espantosos, tragando polvo, corriendo peligro de ser aplastados por los camiones que llegaban a tirar cualquier tipo de desecho, pero con eso sobrevivimos para poder comer”, contó.
“Ahora todo cambia porque me levanto tranquila, dejo a mis hijos desayunando para que vayan al colegio. Acá tengo trabajo digno porque me dan mis prestaciones, vacaciones si no vengo ese día me lo dan a cuenta de vacaciones, si estoy enferma puedo ir a la clínica, si necesito un subsidio me lo dan y no pierdo porque estoy ganando y sé que cada quincena voy a recibir mi dinero completo, no tengo el miedo de saber que si no trabajé ese día no voy a comer”, relató.
“Mi hija mayor vivió en la Chureca, no lo recuerda porque era muy pequeña, sin embargo, con mi segundo hijo las cosas fueron muy diferentes. Mis hijos están creciendo en un lugar más sano, por eso, agradezco al Gobierno este proyecto de la planta recicladora porque cambió la vida no solo de mí sino de todos lo que sabemos lo triste que era vivir ahí, no era porque quisiéramos sino porque no teníamos dinero para vivir en otro lugar”, recalcó Rosa.
Actualmente trabajan 400 personas en esta empresa municipal de la Alcaldía de Managua, en horarios de lunes a sábados, con jornadas de 6 horas. Ellos tienen prestaciones sociales a como manda la ley y el Ministerio del Trabajo de Nicaragua.
Fuente: 19 Digital