El 22 de Enero del año 1967 se recuerda como una fecha fatídica en la Historia del calendario político de Nicaragua. Ese día, la Guardia Nacional, cuerpo castrense al servicio de la familia de Anastasio y Luis Somoza Debayle, abrió fuego y disparó sus fusiles Garand contra manifestantes de la llamada Unión Nacional Opositora (ONU).
Las cifras de muertos y heridos no se supo nunca. Algunos datos dispersos afirman que murieron 200 personas y mil heridos considerando que a la concentración política llegaron unas 20 mil personas. Otros afirman que fueron entre 1 mil y 1 mil 500 personas fueron asesinadas por la guardia nacional.
Es importante recordar que a inicios de 1967 la UNO estaba integrada solamente por los partidos Conservador de Nicaragua, Socialcristiano y Liberal Independiente. A la hora de conformar la coalición, había prevalecido el estigma anticomunista y por lo tanto habían sido excluidas las fuerzas de izquierda: Movilización Republicana (MR), integrada por los socialistas del PSN, el mismo partido MR y el FSLN.
En el caso del FSLN, se había apartado de la alianza, para dedicarse a la formación de la base guerrillera de Pancasán y a organizar las condiciones para la lucha armada. Sin embargo, cuadros del Frente y de otras fuerzas de izquierda participaban en manifestaciones de la UNO, que de hecho por esta razón eran bastante heterogéneas.
Los manifestantes exigían elecciones libres y la presencia de observadores internacionales durante las elecciones presidenciales previstas a realizarse en la primera semana de Febrero del año 1967.
Se tomó la decisión de avanzar hacia la Loma de Tiscapa, donde se encontraba la Casa Presidencial, sin embargo, la multitud tuvo que detenerse en la esquina del edificio del Banco Nacional de Nicaragua (BNN), donde hoy es la Asamblea Nacional, porque ahí estaba un pelotón de soldados de la GN; el teniente Sixto Pineda pretendía usar las mangueras de un camión de los bomberos del Aeropuerto Internacional Las Mercedes para dispersar a los manifestantes. Sin embargo, un disparo lo hirió a muerte y en pocos segundos se desató una balacera que dejó un saldo impresionante: cayeron abatidos por los Garand y las armas de guerra de la Guardia Nacional centenares de manifestantes (incluyendo a mujeres, ancianos y niños).
Tras la masacre del 22 de enero, la Guardia Nacional, por orden de Somoza desató una cacería violenta en todo el país, que llevó a la cárcel un sin número de opositores políticos de las distintas fuerzas antisomocistas (incluyendo a militantes y cuadros del FSLN), sin importar que muchos opositores sacados de su casa no habían participado en la manifestación.
Otros opositores se refugiaron en las embajadas de México, Venezuela y otros países, que terminaron repletas.
De la dirigencia nacional de la UNO, el único a ser encarcelado fue el Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, quien permanecería en prisión durante casi dos meses. Agüero, en cambio, pudo continuar en campaña. El 5 de febrero, perdió las elecciones. El tercer Somoza, garantizaba con su victoria la continuidad dinástica de la dictadura.
Cuatro años después, el 28 de marzo de 1971, Agüero pactó con Somoza para ser miembro de la Junta Nacional de Gobierno (JNG) en el periodo del 1 de mayo de 1972 al 1 de diciembre de 1974. De esa forma garantizó al dictador la reelección para su segundo periodo en la presidencia.
El 22 de Enero del año 1967 quedó grabado como un acontecimiento triste para la Historia del país en la cual la dictadura de Anastasio Somoza Debayle se mantuvo hasta salir del poder pero por una Revolución.
Fuente: https://barricada.com.ni/
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