Amini murió en un hospital de Teherán el pasado 16 de septiembre, tres días después de que entrara en coma mientras recibía instrucciones sobre las reglas adecuadas para usar un hiyab en la sede de la Policía en Teherán, la capital.
Poco después de su muerte, surgieron denuncias de malos tratos e incluso tortura en las plataformas de las redes sociales, y los medios de comunicación occidentales no tardaron en retomar la historia y distorsionarla deliberadamente.
La narrativa de estos medios fue así: una chica kurda iraní fue arrestada por la policía de Teherán por no respetar los códigos de vestimento. Luego, fue golpeada mientras estaba bajo custodia policial, causándole una trágica muerte.
Las investigaciones preliminares han demostrado que la mujer sufría de problemas cardiacos. El jefe de policía de Teherán describió la muerte de Mahsa como “desafortunada” y rechazó las acusaciones de que la golpearon o lastimaron de alguna manera.
La prueba más sólida de ello es un vídeo de cámaras de seguridad que muestra a la joven caminando dentro de la oficina de Policía y sentada en la clase de hiyab junto con otras mujeres. Luego llega el momento en que se derrumba en el suelo, segundos después de hablar con una mujer policía sobre su vestimenta. Está todo grabado.
Otras pruebas incluyen sus registros médicos anteriores, así como un informe de la organización forense de Irán que no revela signos de lesiones en su cuerpo.
Su familia dice que no tenía condiciones médicas preexistentes. Pero los informes de los medios iraníes dicen que se sometió a una cirugía de tumor cerebral a la edad de 8 años y había visitado regularmente a neurólogos en los últimos años.
Actualmente, se está llevando a cabo una investigación sobre la causa de su muerte, ordenada por el presidente Ebrahim Raisi, y también se espera un informe oficial de la organización forense en unos días.
Preguntas sin respuesta en la muerte de Mahsa Amini
¿Por qué murió Amini? ¿Es este realmente un caso de brutalidad policial o simplemente un caso de circunstancias desafortunadas e imprevistas? Hasta que se responda esta pregunta clave, no podemos sacar conclusiones precipitadas.
Pero eso no le importa a los medios occidentales que tienden a resaltar y enterrar selectivamente las tragedias humanas de acuerdo con la nefasta agenda de sus propios gobiernos.
Tampoco es importante para los líderes occidentales que se han manifestado para condenar a Irán por el incidente, sin molestarse en determinar los hechos. Por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, elogió a “las mujeres valientes de Irán” por “manifestarse para asegurar sus derechos”. Esto equivale a instigar el caos y el desorden.
En los últimos días, los principales medios de comunicación occidentales se han empeñado en avivar afirmaciones sin fundamento sobre el caso sin esperar a que concluyan las investigaciones. Han estado vendiendo una narrativa falsa de que el gobierno está tratando de ocultar la realidad de los hechos sobre la muerte de Mahsa.
Ejemplo de estos titulares: CNN dijo: “Los iraníes lo están arriesgando todo para protestar. Sus familias dicen que algunos de ellos no van a volver a casa”. The Guardian dijo: “Rabia contra el régimen: cómo estalló Irán después de la muerte de Mahsa Amini”. France 24 dijo: “La muerte de Mahsa Amini es la gota que colmó el vaso para la desafiante juventud de Irán”. Nada podría estar más lejos de la verdad.
Los principales medios de comunicación occidentales han elegido deliberadamente no destacar el vandalismo de la mafia y los disturbios de los agitadores respaldados por Occidente. Tome esto de Reuters: “Irán denuncia el apoyo de Estados Unidos” a los alborotadores.
Mientras que esos medios siguieron una línea diferente sobre la muerte de George Floyd, un estadounidense negro que fue asfixiado por un oficial de policía de EE.UU. por aparentemente intentar comprar comestibles con un billete falso.
En palabras del organismo de control de los medios estadounidenses FAIR, “cuando comenzaron las protestas después de la muerte de Floyd, los informes de los medios corporativos culparon rápidamente a BLM (Black Live Matter) por iniciar la violencia, retratándolos como alborotadores sin sentido en una sociedad pacífica y tranquila”.
Si bien los principales medios de comunicación siempre han tratado de minimizar los casos de brutalidad policial en EE.UU., se han esforzado por exagerar las acusaciones de brutalidad policial en Irán. Allí apoyan a los policías de gatillo fácil y aquí apoyan a los alborotadores y traficantes de problemas.
¿Cómo no es este un caso de flagrante doble rasero?
Los periodistas están capacitados para ser justos y objetivos, para verificar los hechos sin temor y evitar el favoritismo. Pero, una vez más, las agencias de medios occidentales no se adhirieron a los valores sacrosantos del periodismo ético en el caso de Amini.
Siempre ha sido el caso cuando se trata de Irán: adoptar un enfoque parcial y partidista. En el caso de Sahar Jodayari, una niña iraní con discapacidad mental que se autoinmoló meses después de ser arrestada por atacar a las fuerzas policiales frente a un estadio de fútbol en Teherán en septiembre de 2019, los medios occidentales se apropiaron de ese caso para diseminar propaganda contra Irán de manera similar, como lo detalla el autor Ivan Kesic en un artículo para el blog Saker.
No se trata de Mahsa
Cualquiera que sea la causa de la desafortunada muerte de Amini, el pueblo iraní tiene derecho a conocer los hechos. Y las autoridades tienen el deber de dar respuestas a sus preguntas.
Algunos argumentarían que los agentes de policía no deberían haber detenido a Amini en primer lugar. Pero no tiene nada que ver con el coro anti-Irán que ha llenado las esferas en línea. La tragedia ha sido secuestrada por quienes tienen cuentas por saldar con la República Islámica.
Las “agencias de noticias” occidentales harían bien en comenzar a practicar un periodismo objetivo y profesional, en lugar de explotar las tragedias humanas para promover agendas políticas occidentales engañosas.
Escrito por: Alireza Hashemi
Fuente: HispanTv