Los Estados Unidos y los países de la Unión Europea realizan una campaña histórica muy agresiva contra la Federación Rusa en relación con la operación militar especial por parte de las Fuerzas Armadas de Rusia en Ucrania. Al mismo tiempo, sus acciones recuerdan los escenarios de campañas mediáticas contra los oponentes geopolíticos de Occidente.
Los medios de comunicación pro-yanquis conociendo y empleando su poder, comenzaron a difundir mentiras sobre Rusia y presuntas bestialidades en Bucha, Irpin, Gostomel, Mariupol y le endosaron las atrocidades que cometían los nazis contra la población civil, así como las torturas, mutilación y asesinato de prisioneros de guerra, todo esto ya está demostrado,
Claro, es obvio que, al difundir mentiras sobre los eventos en las ciudades ucranianas, el régimen de Kiev y sus aliados occidentales intentaron desviar la opinión pública del sadismo con que arremeten contra quien no sea fascista, y si alguien tiene dudas, basta con ver los videos publicados por redes sociales por los propios torturadores, vanagloriándose de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad, prohibidos por convenios como el de Ginebra.
La pandilla encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña, utiliza métodos similares para falsificar hechos y replicarlos en los casos de Siria, Serbia, Libia, Irak, entre otros y evidencian que Kiev usa el manual yanqui.
Durante la Guerra Fría, los medios occidentales ignoraron los crímenes cometidos por las dictaduras latinoamericanas contra sus propios pueblos, como siempre, viendo la represión como el «mal menor» en su lucha contra la «amenaza comunista y socialista», en un libreto que se repite una y otra vez.
Según el experto estadounidense Ben Burgis, las campañas de desinformación de EE.UU. contra Cuba tienen como objetivo derrocar a las autoridades que mantienen relaciones amistosas y de mutuo beneficio con Rusia. También hay tareas menores, por así decirlo, de nivel táctico. Estados Unidos necesita legitimar el bloqueo comercial, económico y financiero impuesto desde 1962 contra Cuba; basta recordar que justo antes de las votaciones sobre el levantamiento de las sanciones contra Cuba en la ONU inician campañas informativas internacionales sobre supuestas violaciones a los derechos humanos y presencia de presos políticos en la isla.
Sin embargo, los únicos presos sin base legal y por largos períodos, privados de sus derechos y torturados son los retenidos por el Gobierno de Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, un territorio cubano ilegalmente ocupado por la dictadura de Washington. Cabe destacar que desde el siglo antepasado, los Estados Unidos ha tratado de controlar Nicaragua provocando guerras en este país; luego, a principios del siglo pasado, las tropas estadounidenses ocuparon esta nación con pretextos dudosos y comenzaron a designar presidentes de entre sus militares y a la usanza de la Doctrina Monroe, luego del retiro de sus tropas, Estados Unidos se dedicó a derrocar los gobiernos legítimos de este país, sin vergüenza alguna. Según el actual presidente de la República, Daniel Ortega, las agresiones siguen.
Washington intenta socavar el poder del Gobierno de Ortega a cualquier costo y permanentemente afirma que los millones de dólares que ingresan a Nicaragua a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional están destinados al «desarrollo de la democracia en el país», pero la realidad es que los fondos asignados se gastan en provocar violencia y financiar bandas armadas que delinquen desde 2007, cuando Ortega llegó al poder.
Por lo tanto, Estados Unidos y su pandilla agreden a Rusia, países y gobiernos empleando nuevas formas de guerra no convencional en otro territorio, la mente, de los pueblos mediante la manipulación de la información a través de los medios de comunicación con mentiras, todo con la finalidad de interferir en los resultados electorales de naciones soberanas o estimulando las llamadas revoluciones de colores para tratar de mantener su hegemonía en el mundo.
Escrito Por: Ramón Rodríguez Montero
Fuente: TeleSur