Nuestra Revolución es espiritual, es valórica, es de valores, es una Revolución de la conciencia y es una Revolución de la conciencia porque captura, promueve y difumina las aspiraciones colectivas del Pueblo, los derechos de los cuales el Pueblo es titular.
Y tenemos que hacer un reconocimiento aquí que esta Revolución espiritual, una de las voceras, de las inspiradoras, de las motivadoras, de esta transformación de los valores y la conciencia es la Compañera Rosario Murillo, vicepresidente de la República.
Esta Revolución moral, esta Revolución espiritual que tiene su expresión en el fomento de una cultura de amor y ella ha dicho tantas veces que “el amor es más fuerte que el odio”, ella ha dicho muchas veces “el amor que todo lo vence, que todo lo puede, que todo lo transforma, que todo lo sana, que todo lo libera”, esta cultura de amor que implica amor a Dios, amor al ser supremo amor al creador y sustentador del Universo, a ese ser que es amor y que nos convoca a amar al prójimo sin discriminación, sin distinción alguna.
Esta cultura de amor, amor a Dios, amor a sí mismo, amor al prójimo, amor a Nicaragua y eso significa, desterrar el odio para siempre, enterrar el odio y que crezca, florezca el amor, porque dice Jesús que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, no nace, no crece, pero si muere, crece y da muchos frutos y eso es lo que estamos haciendo en nuestro país fomentando una cultura de amor a nuestra historia, a nuestra nacionalidad, a nuestra identidad.
Esta cultura de amor es estar permanente enamorados y re-enamorados de nuestros símbolos, de nuestra bandera nacional, azul blanco y azul, que significa libertad, paz, justicia, hermandad, fraternidad; que significa cuidar y proteger todos los bienes colectivos.
No como lo hicieron en el año 2018, que profanaron la bandera azul, blanco y azul, la tiñeron de sangre. La bandera azul, blanco y azul, que es protegida por la bandera roja y negra de la dignidad nacional. Esta cultura de amor es una cultura de amor a los héroes, a las heroínas, es el amor a las luchas, a la gesta heroica de Sandino que venció y expulsó a los marines norteaericanos, es la gesta heroica del Frente Sandinista desde 1961 hasta 1979 donde se derroca a la dictadura de los Somoza, es el amor a la primera etapa de la Revolución, donde se democratizó la tierra a través de un proceso de reforma agraria, en donde se impulsó un proceso de alfabetización y logramos reducir el analfabetismo de más del 50% a un 12%, en donde se creó un modelo económico basado en las cooperativas en los años 80.
Entonces, el amor a Nicaragua es el amor a todos los logros, a todos los triunfos de la Revolución en cada uno de los momentos y es el amor a lo que estamos viviendo en estos momentos, la cultura de amor al prójimo, de fortalecer la unidad en la diversidad y crecer juntos independientemente de las ideologías religiosas, de crecer juntos independientemente de nuestra pertenencia étnica, es la unidad nacional, por eso es que este gobierno es de reconciliación y “re” significa volver a y “conciliación” significa encontrarse, significa reencontrarse. Entonces, este gobierno es el gobierno del reencuentro humano, es el gobierno de la unidad, es el gobierno de que todos los sectores confluimos, es el gobierno donde todos nos juntamos para seguir prosperando juntos.
Este proceso de transformación moral es la cultura de Paz, es la cultura de la hermandad en donde todos los nicaragüenses pertenecemos a una sola familia, los Nicarao, somos un solo linaje, un solo tipo de sangre, un solo cielo nos cobija, una sola bandera nos cobija, tenemos una identidad nacional que permite que caminemos en una sola dirección que está trazado en el Plan Nacional de Lucha contra la pobreza y para el Desarrollo Humano 2022 – 2026, en donde están las grandes metas a alcanzar en los próximos cinco años.
Entrevista a Carlos Emilio López
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