El presidente Bukele y sus ministros prometen grandes obras, inversión extranjera, desarrollo social y otras maravillas. Pero la realidad es otra. Veamos unos ejemplos:
- Todo está caro. Hasta el mes de mayo la inflación iba en 3.68%; podría cerrar el año en 9%. El año pasado fue de 6%, la mayor desde 1996.
- En mayo de este año, la canasta urbana de alimentos costaba 26 dólares más que en mayo de 2021. El costo de la vida (canasta básica ampliada) aumentó en 52 dólares (13%). En el campo tuvo el mismo incremento.
- Las tarifas de energía y agua subieron en muchos hogares. Los combustibles están 18% más caros que en diciembre de 2021.
- Los salarios y las pensiones están congelados. Las remesas ayudan al 20% de los hogares, pero solo han crecido 3.9% hasta mayo (en 2021 aumentaron 26%) y podrían estancarse debido a la inflación y la contracción económica en Estados Unidos, donde están subiendo los intereses bancarios.
- Miles de veteranos y veteranas de guerra a quienes Bukele les prometió 300 dólares de pensión siguen recibiendo 100 dólares, con los cuales compran menos que antes. Tampoco tienen las 10,000 viviendas prometidas.
- Los veteranos denuncian que el Gobierno le quitó 40 millones al INABVE, el Instituto que administra sus beneficios. Eso significa que no habrá proyectos productivos, ni viviendas, canasta alimenticia, sedes regionales, becas para hijos e hijas ni pago a las viudas.
- Según las encuestas, la mayor preocupación de la gente es la falta de empleo. En febrero se perdieron 11,900 privados con respecto a enero. Desde entonces el Gobierno oculta los datos de cotizantes en el ISSS y en las AFP.
- La policía realiza miles de detenciones arbitrarias. Hay maltratos y asesinatos en las cárceles. Las familias gastan en ropa y comida para sus parientes encarcelados. Y cientos de familias ni saben dónde los tienen.
- El Gobierno aprobó la ley “Crecer Juntos para la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia”, pero encarceló a miles de mujeres de forma arbitraria, las cuales son, en su mayoría, jefas de hogar. Se estima en 6,000 las mujeres capturadas durante el Estado de Excepción.
- Las mujeres ya no tienen acceso a protección legal, en salud y oportunidades laborales que antes les daban en Ciudad Mujer. Y como tienen los peores salarios y pensiones, la inflación les golpea más.
- La niñez ha perdido 1.7 años de estudios debido a la pandemia y el Gobierno solo entrega computadoras sin mejorar la calidad, cobertura e infraestructura educativa.
- El Gobierno le debe 27 millones de dólares a la Universidad de El Salvador: 11 del año pasado y 16 de este año. Y en vez de construir las cuatro sedes prometidas en el Plan Cuscatlán, construye cárceles y gasta dinero apostándole al bitcoin.
- El Boletín Epidemiológico del MINSAL de la semana del 12 al 18 de junio, muestra que en relación a la misma semana del año pasado los casos sospechosos de dengue aumentaron 333%, los de Zica 78%, los de chikungunya 43%, la infección respiratoria aguda 107% y la neumonía 15%.
- El Gobierno no aprueba el reglamento de la Ley Especial de las Personas con Discapacidad, lo que mantiene en el desamparo laboral a 500,000 personas con discapacidad. Ya hay protestas por ese retraso.
- La mayoría de alcaldías no tienen dinero para hacer obras, mientras el Gobierno le hace propaganda a la Dirección de Obras Municipales, que se limita a tapar baches.
- El Banco Central de Reserva (BCR) dijo hace un mes que la economía crecerá 3.2% este año. El ministro de Hacienda aseguró que crecerá entre 5% y 6%. Pero en un reciente balance económico el BCR bajó la proyección a 2.6%. El ministro no ha dicho nada.
- En el balance del BCR se ve una caída en los sectores construcción, comunicaciones, educación y servicios profesionales, científicos y técnicos. O sea, vamos para atrás en infraestructura y en conocimiento.
- El Gobierno necesita 2,200 millones de dólares para cerrar el año: 800 para cubrir el presupuesto aprobado, 600 para mantener los subsidios al combustible, el gas y la energía y 800 para pagar una deuda en enero. La deuda pública total equivale el 87% del PIB y el Riesgo País (de pago) subió de 7% a 25%.
- Como el Gobierno no puede conseguir ese dinero mediante la recaudación tributaria, seguirá endeudándose (a intereses altos) y recortará su inversión. Y es probable que deje de subsidiar los combustibles y la energía. No tiene escapatoria, pues debe pagar la deuda y teme poner o subir impuestos.
- La ciudadanía no sabe qué empresas acaparan las compras gubernamentales ni cómo se usa el dinero público, pues el Gobierno no rinde cuentas y gasta sin sujetarse a la ley LACAP.
- En medio de tantos males económicos y sociales, el presidente vuelve a decir que compró bitcoin, un criptoactivo que no es moneda y que genera más deuda pública. El Gobierno juega en un casino con el dinero del pueblo, como si no hubiera necesidades que atender.
Escrito por: César Sención Villalona
Fuente: Portal Alba