«En ese instante apareció Carlos Fonseca. Llegó hasta nosotros con sus ojos bruscos, miopes y azules; contundente, serio, cordial, de pantalones blancos brincacharcos, de gestos extensos. En el instituto 10 en Álgebra, en francés y todo lo demás; en la calle de largas piernas rápidas -era cartero para ayudar a doña Justina, su madre-…» T. Borge [1]
El hombre nuevo, del que hablaba el che, un revolucionario; nació en Matagalpa el 23 de Junio de 1936 Carlos Fonseca Amador, ideólogo, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional y héroe de la patria grande, de su tierra Nicaragua, quién con su ejemplo de valentía y entrega desde muy joven, encontrara el camino que guiara a nuestro pueblo a su liberación, en su destino hacia la patria socialista.
El descubrimiento
Tras el asesinato del General Sandino, el pueblo de Nicaragua se encontraba en la oscuridad, de conocimiento y libertades, entre ellos un grupo de estudiantes, entre los cuales se encontraban Carlos Fonseca, Tomas Borge y Silvio Mayorga, formaban una de las primeras células de estudio marxista, tratando de encontrar una mejor respuesta al como terminar con la dictadura de Somoza que aquella brindada por las fuerzas de «oposición» de la época.
Entre polvosas estanterías de libros casi malditos por la tiranía, encontraron sus primeras influencias, contaría el comandante Borge:
«Las primeras reuniones fueron en el patio de la Lala, con sombras de pájaros, jocotes y naranjas. Descubrimos a Tomás Moro, a John Steinbeck; después, el hallazgo de Marx y Engels, localizadas en la polvosa librería del poeta Samuel Meza» [2]
Entre los estudios, el trabajo, las necesidades de su madre, y la fuerte convicción de luchar por los explotados, el futuro comandante Fonseca forjó su carácter y conciencia; dadivoso, comprometido, serio e inteligente, pudo discernir entre la oscurana del feudo que lo rodeaba, para abrir la puerta de una nueva sociedad, y fue así entre lecturas y jocotes, que encontraron aquellos muchachos en Sandino más que un héroe, era el camino, el máximo ejemplo de lucha por libertad, de nacionalismo consecuente, de amor por los más humildes y explotados.
«Sandino -dijo una vez Carlos- es una especie de camino. Sería una ligereza reducirlo a la categoría de una efemérides más de disturbio anual. Creo que es importante estudiar su pensamiento». T. Borge [3]
Moscú y la juventud dispuesta al cambio
En 1957 Carlos viajó a Moscú, Rusia, para participar del Congreso mundial de la Juventud, con ayuda de su gran amigo Manolo Cuadra quién lo ayudara a viajar desde Costa Rica; Carlos encontró asombrado la sociedad soviética, las experiencias compartidas con compañeros de diversos países, las ciudades y países visitados, despertaron aún más en el joven un gran sentimiento de patriotismo internacionalista, de responsabilidad con la humanidad, y que no todo lo que se mostraba sobre los rusos y el comunismo era cierto, miró con sus propios ojos las raíces de una sociedad nueva, mejor para todos los nicaragüenses.
«El sexto festival demostró que no existe Cortina de Hierro que pueda dividir a la juventud del mundo. El sexto festival mundial demostró que los jóvenes somos mucho más fuertes que el hierro. PAZ Y AMISTAD. El festival demostró que la juventud responde con entusiasmo al llamamiento: ¡JOVENES DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!» C. Fonseca [4]
Tras regresar a Nicaragua, y bajo la persecución Somocista, Carlos incrementaría su actividad revolucionaria; organiza la primera huelga estudiantil a nivel nacional, incluyendo primarias, por aquel entonces, era ya difamada su imagen, como un agente de Moscú. Para 1959 su madurez política lo lleva a formar parte de la columna guerrillera «Rigoberto López Pérez» contando con ayuda en su preparación del comandante Ernesto Guevara; tras intenso combate en el Chaparral, Carlos Fonseca resulta gravemente herido.
Recuperado, Carlos forma parte de la organización de la protesta estudiantil que toma parte en León el 23 de Julio del mismo año, siendo esta ametrallada por la Guardia Nacional, era la sangre de los mártires que encendía aún más la mecha de la revolución, en los ojos de un padre que lucharía hasta el final por lograr el objetivo.
FSLN y lucha guerrillera
Las primeras experiencias de lucha pacífica y armada fueron lumbrera en las ideas del comandante Fonseca, cada vez era más claro que enfrentaban una dinastía cruel y despiadada, que no había otra opción que una lucha popular, una guerra prolongada por todos los medios para derrocar al tirano; con esto en mente, fundan en Julio de 1961, en Honduras, al Frente Sandinista de Liberación Nacional; junto a Carlos estaban: Tomas Borge, Silvio Mayorga, Santos López, Jorge Navarro, Rigoberto Cruz, Francisco Buitrago, Faustino Ruiz, José Benito Escobar, Víctor Tirado y Germán Pomares.
«Obedecemos la consigna internacional que lanzó Augusto César Sandino desde las montañas de las Segovias. Obedecemos la consigna internacional que desde la cordillera de los Andes, lanzan las gloriosas cenizas de Ernesto Che Guevara. Declaramos que nos tiene sin cuidado el plomo del enemigo y el veneno de los traidores. El inexorable rumbo de la historia universal demuestra que la victoria definitiva pertenece a los explotados y oprimidos». C. Fonseca [5]
En 1962 la primera columna guerrillera del naciente FSLN incursiona en el río Patuca, dónde 60 hombres entrenan durante casi un año, posteriormente avanzan a los márgenes de los ríos Coco y Bocay donde tienen combates con la guardia nacional; siguiendo entonces, el camino y vida de un guerrillero.
Hambre, desnudez y enfermedades, tras diversas contradicciones Carlos es apartado del grupo, tras casi morir, los hombres deben replegarse nuevamente a Honduras, tras estas experiencias el comandante Fonseca recordaría que no se trató de un foco guerrillero, que el FSLN había nacido con vocación de clases explotadas; siendo esta la moral de Carlos, involucrado con las el pueblo, los barrios, las fábricas, las escuelas, universidades, es decir, una lucha popular.
En 1966 llegaría la formación de un campamento en Pancasán, con mayor madurez política y combativa, con cuadros muy preparados entre sus filas empuñando el fusil; fue Pancasán un avance organizativo, terminando como una gesta heroica de supervivencia y lucha, representa la incesante labor revolucionaria que demandaba la época.
Padre, maestro y guerrillero
Su vida entregada por una causa de amor, de dificultades y sacrificios; los exilios en Costa Rica como soldado de América, o desterrado por Somoza, como un joven peligroso por sus ideas, nos enseñó Carlos sobre la moral revolucionaria, aquella que cuida la vida en todo momento, y nos diferencia de las bestias reaccionarias, que lucha por la paz, sabiendo que la guerra ha sido pradera de entrada a ella.
«Si un soldado de la guardia nacional cae prisionero en nuestras manos, no solo deberán respetarse su vida y dignidad, sino que es preciso tratarlo como uno de nuestros propios hermanos. Preferible es pecar de generosos y no de rigurosamente justos. Lo importante -como dijo alguna vez Fidel- es eliminar el pecado, dejando a salvo al pecador». [6]
Nos enseñó a cuidarnos del dogmatismo y la jactancia izquierdista, a ser consecuentes en lo expresado, analíticos y cautelosos con la fanfarronería del izquierdismo infantil; poniendo la unidad, necesidades del pueblo antes que nada, crítico absoluto del sistema imperante y pensador incansable del sistema deseado.
Entre fuego y metralla estalló de fraternidad su corazón, al crear entre estudiantes y campesinos el lazo de conexión que faltaba, padre en la enseñanza, casi un erudito, a quién no podemos jamás terminar de estudiar; quién alzara los ideales de Marx, de Sandino y del Che, y entre sus líneas, no escondido, pero bien explicado está, el corazón de una nueva nación, que creció entre las cenizas de un semi feudo, con el estudio de su historia, su realidad, con el esfuerzo de su gente y su finalidad de felicidad.
Continuó Carlos su labor guerrillera y organizativa, en las montañas en 1969 y 1970, ampliando columnas y frentes, forjando la futura victoria Sandinista, capturado y rescatado en 1971 en Costa Rica, siempre activo en la propaganda escribe «Viva Sandino» desde Cuba, antes de regresar a las montañas.
Padre de la Patria
En tu ejemplo está el camino, de un pueblo inmenso que deberá luchar por mantener su libertad, soberanía, por avanzar hacia el futuro socialista; con tu sacrificio y enseñanzas dejas en la historia de esta tierra, gesta tan grande como grande es el valor nuestros ancestros, porque luchaste contra siglos de explotación.
Caído en combate un 8 de Noviembre de 1976, con llagas en sus pies y esperanza en la mirada, una bala en Zinica te arrebató la vida, pero no tus ideales; celebramos hoy tu legado, conmemoramos tu lucha y recordamos tus enseñanzas. Padre de la patria americana, de la patria roja y negra, profesor de anteojos grandes y sueños inmensos, Comandante Carlos Fonseca Amador, te decimos hoy ¡Presente, Presente, Presente!
Escrito por Alonso
Referencias:
[1] Borge, T. Carlos, El Amanecer ya no es una tentación. Editorial Nueva Nicaragua, 1982. PP. 12
[2] Borge, T. Carlos, El Amanecer ya no es una tentación. Editorial Nueva Nicaragua, 1982. PP. 12
[3] Borge, T. Carlos, El Amanecer ya no es una tentación. Editorial Nueva Nicaragua, 1982. PP. 16
[4] Fonseca, C. Obras Tomo 1, Bajo la Bandera del Sandinismo. Editorial Nueva Nicaragua, 1982. PP. 326
[5] Fonseca, C. Obras Tomo 1, Bajo la Bandera del Sandinismo. Editorial Nueva Nicaragua, 1982. PP. 269
[6] Fonseca, C. Obras Tomo 1, Bajo la Bandera del Sandinismo. Editorial Nueva Nicaragua, 1982.