Este ciclo que comienza es tiempo donde todas las orugas, de piel blanda y limitados territorios, se convierten en mariposas, obras de arte aladas multicolores, algunas de sus especies pueden volar alturas de hasta 500 metros y distancias de hasta 5 mil kilómetros, los límites espaciales de la oruga ya quedaron atrás.
Tiempo de comer semillas, para olvidar las amarguras, y los sin sabores, semillas de marañón, maní, chía, ajonjolí, girasol, linaza, amapola, para que nos nutramos de minerales, fibras y proteínas y estén fuertes nuestros músculos, huesos, emociones y sigamos en unidad espiritual en un solo cuerpo venciendo la pobreza material y espiritual.
Tiempo de buscar o recibir con amor a la oveja perdida, esta oveja que reconoce sus errores puede ser un padre, una hija, un ser querido, un miembro de la familia Nicaragua, ante su real arrepentimiento le perdonamos, hacemos fiesta, le reintegramos a la familia y celebramos con alegría.
Tiempo de recoger cosechas en abundancia, frutos del corazón de la tierra, segamos lo que hemos sembrado con sudor, lágrimas, dolores, sacrificios, pero ahora levantamos esta recolecta con júbilo.
Tiempo de seguir presenciando las bendiciones del Supremo Ser Amoroso, y los resultados de los Programas de Derechos y Desarrollo Humano, los emprendimientos seguirán floreciendo como hongos que nacen como chiquitas plántulas y crecen hasta convertirse en árboles frondosos, en madroños tupidos, vistosos y olorosos, seguiremos viendo a las hormigas, obreras y obreros laboriosos que construirán más casas maternas en donde las madres dan a luz en alfombras de flores, en colchones de azucenas; carreteras, puentes, pasos a desnivel asfaltados con polvos de estrellas; escuelas, colegios, institutos y universidades que son centros de estudio y enseñanzas – aprendizajes gratuitos de calidad e integrales, acondicionados y pintados de azul cielo, blanco sacuanjoche y azul marino; parques con columpios en donde los niños y niñas pueden elevarse hasta tocar con la yema de sus dedos las nubes y deslizarse en columpios desde el extremo del arcoíris hasta el suelo con alfombras de pinol; estadios y centros deportivos, verdaderos colosos en donde jóvenes y adultos juegan todo tipo de pelotas y las familias disfrutan en plateas y palcos sin clasismos, hospitales que son gigantes de piedras con tecnologías de punta y vanguardia, llenos de calidez humana, portada por serafines vestidos de blanco y celeste aqua, que previenen y atienden todos tipo de enfermedades endémicas y epidémicas protegiendo y salvando la vida de las familias; centros de salud y clínicas especializadas, que son nidos de amor y resguardo a la integridad de personas adultas mayores y personas con discapacidad y tanta y tanta infraestructura que nuestros ojos verán en esta nueva vuelta al sol.
Tiempo de seguir lanzando la piedra del valiente Andrés Castro, contra el filibustero abusivo e invasivo que cae derribado, de continuar arrojando las flechas de los tercos, inteligentes e invencibles flecheros de Matagalpa, contra el filibusteros del norte que con sus corazas de hierro salen huyendo, momento de seguir los ejemplos de los Caciques Nicarao y Diriangen que firmaron un pacto de unidad para enfrentar al prepotente colonizador español, del General Benjamin Zeledón que enfrentó con 300 patriotas al interventor estadounidense, a la Heroína Nacional Blanca Stella Aráuz Pineda telegrafista ayer, hoy diríamos experta en telecomunicaciones que desde el telégrafo desinformaba al ejército gringo e informaba al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional y al General de Hombres y Mujeres Libres Augusto C. Sandino que con su pequeño ejército loco venció y desterró al Ejército Norteamericano defendiendo así todos ellos y ellas la integridad nacional, y los derechos de soberanía, independencia y autodeterminación. Estos héroes y heroínas nacionales ayer vencieron, nosotros hoy también venceremos.
Tiempo de seguir creciendo económicamente, exportando nuestros bienes, servicios, cosechas y productos con valor agregado a muchas naciones y polos económicos, ya no somos un mundo unipolar y unicéntrico, sino multipolar y multicéntrico, esas relaciones multilaterales que promueve el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) nos garantiza que se seguirán abriendo nuevos mercados y seguiremos todos juntos y juntas venciendo la pobreza y alcanzando mejores niveles de prosperidad colectiva, vienen tiempos mejores para todas las familias nicaragüenses…
Que El Dios de Paz nos prospere este 2022. Feliz Año Nuevo
Carlos Emilio López Hurtado