El 18 de diciembre de 2007, la Asamblea General de la ONU estableció el 15 de octubre como “Día Internacional de la Mujer Rural», con el objetivo de reconocer a la mujer rural por su contribución en el desarrollo rural y agrícola, la erradicación de la pobreza y la mejora en la seguridad alimentaria.
Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43 por ciento de la mano de obra agrícola. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.
¿Qué problemas enfrentan en la sociedad?
Las campesinas sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor. Tampoco disfrutan de un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria, ni a infraestructuras, como el agua y saneamiento.
Estos se ven agravados además por las crisis mundiales económica y alimentaria y el cambio climático.
Las barreras estructurales y las normas sociales discriminatorias continúan limitando el poder de las mujeres rurales en la participación política dentro de sus comunidades y hogares. Su labor es invisible y no remunerada, a pesar de que las tareas aumentan y se endurecen debido a la migración. Mundialmente, con pocas excepciones, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas.
La mujer rural en Nicaragua
Nicaragua, ha desarrollo políticas con enfoque de género, programas socioproductrivos de impacto en los que se le da empoderamiento y capitalización a la mujer.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) a través de la iniciativa «Mesoamérica sin hambre» apoya estos programas emblemáticos del Gobierno, por ejemplo la estrategia de bancos comunitarios de semillas criollas y acriolladas con el cual se aporta a su empoderamiento y a la seguridad semillera nacional.
Con su trabajo, entrega y esfuerzo se garantiza un insumo fundamental para la producción como es la semilla, además con las capacitaciones promovidas por el El Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), adaptándose al cambio climático a través de los proceso de fitomejoramiento.
Este día dedicado a las mujeres agrícolas recuerda la necesaria atención e inversión en las mujeres que residen en el campo. Para ello, es necesario apoyar su participación plena e igualitaria en la toma de decisiones a todos los niveles, así como considerar su presencia en las políticas rurales que se lleven a cabo.
Juntos podemos contribuir al reconocimiento a las mujeres rurales, a sus luchas, sus necesidades y su papel fundamental y clave en nuestra sociedad, y a la implementación de políticas públicas específicas que puedan promover y proteger sus derechos humanos.
Referencias: 19 Digital
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