Roberto Huembes era médico, pero decía que no quería ser médico en un país – como la Nicaragua de Somoza – donde no había ni hospitales ni medicinas para el pueblo. El mejor homenaje que podemos hacer a Carlos Roberto Huembes Martínez es seguir garantizando el derecho a la salud gratuita y seguir construyendo un sistema de salud pública de calidad, donde al centro esté el ser humano.
“Es importante señalar que no solamente por el rol que juega el proletariado en la producción está llamado a ser la clase dirigente y emancipadora de la sociedad; son también las cualidades que le imprimen su participación en el proceso productivo socialmente organizado -colectivismo, organización, solidaridad, disciplina- las que confirman su capacidad dirigente”. Roberto Huembes.
Breves Datos Biográficos
Carlos Roberto Huembes fue un incansable luchador por la unidad de las tres tendencias sandinistas, para fortalecer al FSLN y así derrocar a Somoza. Este nació el 27 de Agosto de 1951 en Managua. Sus padres fueron Roberto Huembes y María Auxiliadora Ramírez. [1]
De Carlos Roberto Huembes se puede hablar mucho, aprendió a leer a los cuatro años, que estudió y fue el mejor alumno del Instituto Pedagógico de Managua en 1969 y que en su graduación recibió tres premios. Ese día el dictador Anastasio Somoza Debayle asistió y en las tres ocasiones que entregó el premio a Huembes, éste en una actitud de valentía, de decoro y dignidad, dejó con la mano extendida al tirano.
En 1970 se matriculó en la Universidad Nacional de León, en la carrera de Medicina. Como estudiantes de esta Alma Mater empezó a participar en las movilizaciones populares que promovía el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), integrándose a las brigadas de activistas universitarios, coordinados por el Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), destacándose en los mítines de los barrios de León y en las caminatas a Managua de 1971, para lograr la libertad de trece prisioneros sandinistas, entre ellos Ricardo Morales Avilés, miembro de la Dirección Nacional del FSLN.
Por su entrega al trabajo y rápida asimilación fue promovido al Comité Ejecutivo Nacional del FER, sección de León, Roberto se encargó de estructurar al FER como organización intermedia del FSLN, formando asociaciones por cada facultad y una comisión estudiantil de apoyo al CUUN.
También creó círculos de estudios políticos entre los miembros del FER, dando la solidez y la consistencia que la organización requería en ese momento histórico. Asumió la dirección de estos círculos, dando prioridad a la crítica y la autocrítica.
En 1971 participó junto a Carlos Núñez Téllez, Francisco Meza y otros compañeros, en la organización del Movimiento Estudiantil de Secundaria (MES) en León, organización que se destacaría por su combatividad en la lucha contra la dictadura. Junto a Iván Montenegro encabezaron el trabajo del Movimiento Cristiano (Organización Estudiantil) en la tarea de fortalecer políticamente a los dirigentes de la comunidad indígena de Subtiava. Producto de ese trabajo el FSLN tiene en los años siguientes, sólidas estructuras clandestinas de apoyo en el barrio de Subtiava.
En Septiembre de 1973 a raíz del asesinato de Oscar Turcios y Ricardo Morales, asumió las mayores responsabilidades del FSLN, el compañero Pedro Aráuz, convirtiéndose Roberto Huembes e Iván Montenegro en sus brazos derechos en la Región de Occidente, estos incrementan la red de infraestructura en la resistencia urbana de esa región.
En 1974 ingresó a la vida clandestina por orientaciones de la Dirección Nacional del FSLN, asumiendo otras responsabilidades, porque su continuidad en la vida legal era un riesgo para la organización y para su propia vida.
Salió por la vía legal hacia México, de aquí viajó hacia Cuba en una misión del FSLN, como representante de las estructuras sandinistas radicadas en suelo mexicano. Regresó clandestinamente a Nicaragua ese mismo año y asumió la responsabilidad del Comité Regional de Managua, destacándose su esfuerzo para lograr que la vanguardia sandinista se vinculara plenamente con los distintos sectores populares.
Roberto fue el responsable de organizar a la clase obrera y del trabajo organizativo en el movimiento estudiantil universitarios y de secundaria, el FER y el MES, que comenzaba a surgir en Managua. Este trabajo perseguía vincular orgánicamente al FSLN con la clase obrera y reforzar los vínculos que ya existían con el estudiantado.
En 1975 salió hacia Costa Rica y ahí permaneció un año. En este periodo se dedicó al trabajo ideológico, elaborando una serie de documentos, entre estos se destaca un estudio donde define las características de una vanguardia revolucionaria, siendo un aporte importante para los estudios políticos de la militancia sandinista.
También se reunió en varias ocasiones con Eduardo Conteras y Humberto Ortega. De estos encuentros surgieron los lineamientos para fortalecer y consolidar la unidad del FSLN y la decisión de regresar a Nicaragua para continuar la tarea de unidad programada.
Roberto regresó al país en Septiembre de 1976, poniéndose al frente del trabajo organizativo en Managua, y continuó con Eduardo Contreras las pláticas encaminadas hacia la unidad de la organización.
El 7 de Noviembre de 1976 por la noche, luego de una reunión en el Reparto El Dorado, al oriente de Managua, circulando en vehículo, cerca de la casa del compañero Silvio Reñazco, donde la Guardia Nacional tenía un operativo rodeando la casa y sus alrededores, desconociendo esta situación siguió su trayecto y fue detectado por los guardias quienes lo asesinaron en el acto.
Así murió uno de los mejores cuadros del FSLN, incansable luchador por la unidad y el fortalecimiento de los lazos entre el FSLN y los sectores obreros y estudiantiles.
La figura de Carlos Roberto Huembes
El ex vicepresidente de Nicaragua y exjefe del Ejército, general Omar Halleslevens, en una entrevista a Viva Canal 13, realizada en 2014, afirmó que Roberto Huembes era “un hombre con una mística increíble, muy inteligente, que había estudiado su carrera de Medicina, pero también un hombre muy dedicado a la tarea revolucionario”.
El comisionado mayor y doctor Larry Úbeda, Subdirector Médico del Hospital Carlos Roberto Huembes, indicó que el carisma y el legado de este compañero, está impregnado en cada acción que ejecuta los trabajadores, médicos y enfermeros de este centro asistencial administrado por la Policía Nacional. [2]
“A pesar que murió a los 25 años de edad, fue una vida en la cual se vino destacando en su infancia, su familia le fue inculcando los valores de honestidad, solidaridad. A Carlos Roberto su papá le enseñó a leer a los cuatro años”, dijo Úbeda, al destacar que siempre Huembes fue un buen alumno y buen compañero.
“En un momento de rebeldía y es una cosa impresionante, según cuentan Carlos Roberto no le dio la mano al dictador Anastasio Somoza”, señala Úbeda, que señala que la Policía Nacional se enorgullece de que el hospital de la institución lleve el nombre del héroe sandinista, “nos sentimos orgullosos que el hospital lleve y rescate esos valores de Carlos Roberto Huembes”.
Leonel Espinoza, militante histórico del FSLN, estuvo en diversas oportunidades con Carlos Roberto, lo define como un destacado dirigente estudiantil, posteriormente un cuadro importante en la lucha por derrocar al dictador Somoza.
[…] Auxiliadora Huembes, hermana de Carlos Roberto, señala que este nació con la estrella de mando, “brillaba su autoridad sin necesidad de imponer, era algo maravilloso”.
“Él era mi hermano, pero yo creo que era más hermano de los humildes, de los pacientes que pudo tener, (…) era un hermano del pueblo y dio su vida por el pueblo. Recuerdo que un día le dijo a mi madre, solo le faltaba hacer la práctica y dijo ‘no quiero ser médico, para qué ser médico sino hay hospitales, no hay medicina’ y consideró que ahora con la Revolución, ahora con este Gobierno se puede sintetizar ese ideal de él, que la salud sea para todo el pueblo y no que la salud sea un privilegio”, cuenta Auxiliadora, que también relata la anécdota de su hermano que en tres ocasiones desairó al tirano Somoza “no le dio la mano a Somoza, tres veces lo dejó con la mano extendida”.
Auxiliadora dice que ahora ve con mucha alegría que la población acude a los centros de salud y recibe sus medicinas, se están construyendo hospitales, la educación es gratuita, algo por lo que luchó Carlos Roberto Huembes.
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