El 14 de febrero de 2007 falleció Amanda Aguilar a los 116 años de edad. Fue una heroína matagalpina que acompañó con toda su familia a la guerrilla sandinista en las montañas del Norte, y cuyo nombre verdadero era Petrona Hernández.
En ese entonces, la Secretaría General del FSLN, a través de un comunicado oficial, declaraba «a la querida Compañera Amanda Aguilar, Heroína de la Resistencia Popular Campesina», y al comunicar su fallecimiento expresaba «las condolencias de su Secretario General, Comandante Daniel» y de los militantes sandinistas, «a la familia campesina nicaragüense, y a los familiares, de doña Petrona, Heroica Mujer del Cuá».
Esa misma tarde, en el Instituto de la Mujer, el Comandante Daniel le impuso póstumamente la Orden Augusto C. Sandino, en el Grado Batalla de San Jacinto, y rindió tributo «a esta humilde y extraordinaria mujer, digna exponente del Amor, la bravura y el heroísmo cotidiano, de las mujeres de nuestra Patria Libre».
En Matagalpa, en horas de la noche, Amanda Aguilar recibió honores en la Alcaldía, donde la esperaban autoridades y ciudadanos. Posteriormente fue trasladada a Rancho Grande, donde reposa, junto a sus familiares, «muchos de ellos víctimas de la injusticia, que imperó en Nicaragua, durante los 45 años de dictadura somocista».
El comunicado oficial terminaba destacando: «El Frente Sandinista, al despedir a Amanda Aguilar, reconoce y valora su ejemplo, y su aporte indiscutible a la historia, y a la libertad».
Amanda Aguilar: dignidad, firmeza y heroísmo
Amanda Aguilar era una de las «Mujeres del Cuá», un grupo de campesinas que en 1968 sufrió prisión, torturas y violaciones a manos de la Guardia Nacional somocista, por apoyar a los guerrilleros sandinistas. Pese a las atrocidades a las que fueron expuestas, estas mujeres no hablaron, ni revelaron donde se encontraban los campamentos guerrilleros.
La historia de las Mujeres del Cuá no conmovió solo a Nicaragua, sino también al mundo entero.
Amanda Aguilar, revolucionaria inquebrantable, fue colaboradora del General Sandino. Perdió a dos hermanos y a la mayor parte de sus hijos, que cayeron en la gesta heroica de la liberación de Nicaragua.
En sus honras fúnebres, el 14 de febrero de 2007, el Comandante Tomás Borge, recordó a Amanda Aguilar como Madre de la Revolución Sandinista y afirmó: «Cada vez que cae un militante ejemplar, todos nos sentimos como amigos y hermanos de esa persona que hemos perdido».
Por su parte, el Comandante Daniel Ortega, expresó: «Una mujer humilde, una expresión de lo que es la sensibilidad, el compromiso, el valor, la fortaleza espiritual de la mujer nicaragüense, que se entregó con toda su familia a la lucha por la liberación, allá en esas montañas, en momentos donde solo el hecho de demandar un salario justo era exponerse a la muerte. Y se comprometió a esa lucha con el pueblo, con el Frente, con Sandino, con Darío, con Andrés Castro […]».
Como el General Sandino, Amanda Aguilar no pidió ni un palmo de tierra para su sepultura.
Fuente: https://barricada.com.ni/