Hoy en día, el legado de la resistencia no violenta y la desobediencia civil impulsado por Mahatma Gandhi, líder del movimiento de independencia de la India, se ve reflejado en un sinnúmero de movimientos sociales que luchan por defender sus derechos y el respeto a sus pueblos.
Gandhi también inspiró movimientos como el del estadounidense Martin Luther King contra la discriminación racial en Estados Unidos en la década de los 60 del siglo pasado y movimientos de resistencia, como el de los indignados en Europa en 2015.
En América Latina, directa o indirectamente, luchas de resistencia, como la que protagonizan en Colombia, comunidades indígenas y campesinas, continúan prolongando la herencia de Gandhi, a pesar de la campaña sistemática de exterminio en contra de sus líderes.
La caravana en el noroeste de Brasil para exigir la liberación del expresidente Luiz Inázio Lula Da Silva, que concluye este viernes, lidereada por el Partido de los Trabajadores y colectivos, es una ejemplo más de la envergadura del legado de la resistencia no violenta.
En Arequipa, Perú, donde la comunidad se organizó para evitar la instalación del proyecto minero Tía María, mientras los indios en la amazonia brasileña reclaman sus derechos ante los intentos del presidente Jair Bolsonaro de privatizar tierra, nacieron con el germen de la herencia de Mahatma.
Un ejemplo más hoy en día son los chalecos amarillos en Francia, uno de los movimientos con mayor duración en los últimos años en Europa, cada sábado salen a las calles de París ante la advertencia policial de reprimir el movimiento en demanda de que el Gobierno del presidente Emmanuel Macron cambie su política de reformas liberales.
La reciente salida del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló ante las manifestaciones que exigían su dimisión tras conocerse polémicos mensajes que el gobernante mantuvo con sus colaboradores en un chat privado, pueden enmarcarse en un movimiento social que impuso sus demandas justas sin ejerce la violencia.
Primavera árabe y «los indignados»
Otro ejemplo, es la llamada primavera árabes en 2011, en Túnez y Egipto principalmente, cuando cientos de miles, movilizados a través de las redes sociales, exigieron la salida de gobiernos impopulares y tiránicos, además de reclamar sus derechos políticos y sociales, que culminó con la caída de esos gobiernos.
En España, en 2011, el llamado movimiento de «indignados», un movimiento ciudadano que comenzó siendo parte de una manifestación marginal, sin el apoyo de los sindicatos y las fuerzas políticas mayoritarias, bajo el espíritu de la desobediencia civil y la no violencia .
Pero fue la intervención de las fuerzas del orden público, intentando desalojarlos, lo que prendió la mecha. En Madrid, la Puerta del Sol se convirtió en símbolo de resistencia cuando en todo España creció el clamor de acabar de una democracia más participativa que terminó en la creación del partido de izquierda Podemos.
El Movimiento de los Sin Tierra
Uno de los colectivos sociales más importantes de Latinoamérica, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) nació en Brasil a mediados de los 80 del siglo pasado para presionar a favor de una reforma agraria en un país donde la propiedad de la tierra ha estado históricamente muy concentrada.
Este mismo año, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, ha anunciado hará frente al MST y calificará las invasiones de áreas de cultivo como actos de terrorismo, a pesar de que este colectivo es de los principales productores de producto orgánicos en Brasil.
El grupo se encuentra entre los movimientos sociales más grandes de la región iberoamericana, contando entre sus miembros con más de un millón y medio de campesinos sin tierra organizados a lo largo de 23 de los 27 estados de Brasil.
El movimiento de desobediencia civil de Gandhi
Recordando la lucha que Gandhi encabezó está la protesta no violenta que protagonizó el líder indio el 12 de marzo al 6 de abril de 1930, conocida como marcha de la sal (salt satiagraha).
Gandhi y su comitiva recorrieron en 25 días los 388 kilómetros que los separaban del mar de Arabia, desafiando la injusta ley británica que prohibía la extracción de sal en su colonia.La marcha fue brutalmente reprimida, que causó la indignación mundial.
Este hecho que preparó el camino de la India hacia la independencia de la India del imperio británico en 1947 sin uso de las armas o la violencia.
Honrado en la India como el padre de la nación, fue pionero y practicó el principio de Satyagraha: la resistencia a la tiranía a través de la desobediencia civil masiva no violenta.
Lideró campañas a escala nacional para mitigar la pobreza, expandir los derechLos de las mujeres, crear armonía religiosa y étnica, y eliminar las injusticias del sistema de castas, Gandhi aplicó de forma suprema los principios de la desobediencia civil no violenta para liberar a India del dominio extranjero.
“Existen muchas causas por las cuales estoy dispuesto a morir, pero ninguna por la cual esté dispuesto a matar”, escribió en 1927. Una afirmación que recoge la esencia de su filosofía, la no violencia de Gandhi.
“La fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable”, afirmaba Gandhi, quien añadió: “Me opongo a la violencia porque cuando parece causar el bien este solo es temporal. El mal que causa es permanente”
Gandhi influyó en la conciencia del mundo entero con su concepto de no violencia
Los líderes de derechos civiles mundiales desde Martin Luther King, Jr., hasta Nelson Mandela han reconocido a Gandhi como fuente de inspiración en su lucha para conseguir igualdad de derechos para su pueblo.
Fuente: https://www.telesurtv.net/
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