En el año 1997, Armando Hart escribió el artículo ¿Por qué somos socialistas?, que fue publicado el 26 de agosto de ese año, en la página 3 del periódico Granma. A continuación se presenta el texto, adaptado a las coyunturas de los países con Revoluciones andantes.
No se trata de una obligación doctrinaria. Las ideas filosóficas que tenemos se derivan de un análisis acerca de cómo defender prácticamente los intereses del Pueblo trabajador. Somos socialistas no porque lo hayamos aprendido en los libros, aunque estos han servido bastante, explicando y orientando el mejor camino de nuestra acción, sino porque es la única forma concreta de defender los intereses de millones, sus sucesores y una tradición espiritual de siglos de historia.
Los que pretenden representar los intereses de una parte de la población o los suyos propios en particular, podrán proyectarse con fórmulas burguesas e incluso con un capitalismo salvaje; pero no podemos hacerlo quienes defendemos a Cuba, Nicaragua y Venezuela, su pasado, presente y futuro.
En primer lugar, el que se ha opuesto a que en el país exista un capitalismo independiente ha sido Estados Unidos. Por ejemplo, en la primera mitad del siglo XX, en Cuba se plantearon la idea de un régimen burgués para el país, cosa que nunca lograron, ya que por ley económica e intereses de dominación, el sistema predominante en Norteamérica les impidió hacerlo.
En segundo lugar, cuando nos proponemos defender los intereses populares y resistir las embestidas del capital imperialista, sólo podemos realizarlo a partir de la unidad popular, y esto nada más que es posible sobre fundamentos de una cosmovisión socialista. Si repartiéramos el país en propiedad privada y entregáramos sus riquezas al dominio de intereses particulares, la nación se fragmentaría, se crearía el caos y nos pondríamos a disposición de los intereses de los enemigos. Destruyendo el socialismo se llega al caos. De ello da muestra lo que ha sucedido en la antigua URSS y Europa del Este. Sólo con la cohesión que brinda la propiedad socialista y la planificación de la economía puede lograrse las fuerzas necesarias para enfrentar todos unidos a nuestros adversarios.
En tercer lugar, dada la composición social de nuestro país, de base trabajadora, la única manera de garantizar prácticamente esa unidad es mantener la brújula del ideal socialista.
Asumimos el materialismo histórico en tanto guía par el estudio y para la acción en función de orientar nuestros empeños con todos y para el bien de todos, que es parte inseparable de nuestra América. Defendemos el socialismo por razones de carácter práctico y sobre el fundamento de nuestra tradición revolucionaria.
La igualdad social, la dignidad plena de todos, sin excepción y por consiguiente el socialismo, constituyen una necesidad objetiva en la existencia y desarrollo de la nación y, en especial para salvar al país de la injerencia yanqui y mantener en alto el ideal nacional.
Este es el sentido que tienen las expresiones «Patria Libre o Morir», «Patria o Muerte» y «Socialismo o Muerte», «Venceremos».
Referencias:
Hart, Armando (2005). «Marx & Engels. La condición humana. Una visión desde Latinoamérica. Edición Ocean Sur. pp. 163 – 164
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