Rubén Darío, Héroe Nacional nicaragüense, nacido en un pequeño pueblo llamado Metapa, hoy Ciudad Darío, de sus 49 años de vida, únicamente 19, los vivió en Centroamérica[1].
A partir de esto, es posible afirmar que Darío no era solo de Nicaragua, donde nació y vivió su niñez y temprana adolescencia, adonde regresó en la cumbre de su fama y en la decadencia de la vida, circunstancia que no fue su decisión, sino el azar inexplicable.
En 1907 confesó: “soy un instrumento del Supremo Destino, y bien pudo nacer en Madrid… en Buenos Aires, en Bogotá, o Caracas, el que nació en la humilde Metapa nicaragüense”.
Rubén fue pues hombre de muchas patrias. Pero solo una Patria soñada en sus versos. Esa es la Patria Centroamericana[2]. En su vida, nunca renegó, ni mucho menos renunció a su origen. Él, a pesar de haber vivido más tiempo fuera de su país, nunca renunció a su nacionalidad nicaragüense y a su identidad centroamericana.
Centroamérica fue siempre su Patria Grande y a ella dedicó poemas inspirados en un profundo sentimiento centroamericanista, sentimiento que se manifestó desde sus primeros versos juveniles y le acompañó a lo largo de su vida. Así, en 1885, a los 18 años, Rubén exclama, en su poema “Unión Centroamericana” (1885), dedicado al presidente de Guatemala Gral. Justo Rufino Barrios:
Unión, para que cesen las tempestades;
para que venga el tiempo de las verdades;
para que en paz coloquen los vencedores
sus espadas brillantes sobre las flores;
para que todos seamos francos amigos,
y florezcan sus oros los rubios trigos;
entonces, de los altos espíritus en pos,
será como arco-iris la voluntad de Dios.
El poeta nicaragüense “fue un participe activo de los procesos de unión centroamericana, en 1889 – por ejemplo – participó en las discusiones políticas de esa unión y después retomó el tema de la unión centroamericana en 1907 a su regreso a Nicaragua y lo publicó en “Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical”; era un centroamericano comprometido y ferviente creyente de la unión centroamericana.
Celebrar el nacimiento de Darío este 18 de enero, es también celebrar los procesos de unidad que han vivido los pueblos centroamericanos necesarios para lograr ese “Supremo Destino” del que fue instrumento nuestro poeta.
En estos tiempos difíciles y duros, en medio de pandemias, fenómenos naturales, injerencias, seguimos construyendo el porvenir, con “cantos de vida y esperanza” que no abandona nunca nuestros pueblos, que nos definen rutas de unidad por el bien común, sabiendo que la unión centroamericana, como decía nuestro gran Rubén Darío, es la fuerza que nos mueve hacia el futuro.
Estamos seguros de que la voluntad y el compromiso de las mujeres y hombres de nuestra Centroamérica es continuar construyendo paz y bien mientras fortalecemos esta unidad de nuestros pueblos, de nuestros gobiernos en el SICA y en nuestra vocación de desarrollo justo, armonioso y sostenible para esta patria que a través de la historia nos ha reunido y estamos seguros que nos seguirá reuniendo por el bien de todos”[3]
“… ante todo, esas cinco patrias pequeñas que tienen por nombre Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Honduras han sido y tienen necesariamente que volver a ser una sola patria grande” (El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical (1909)
[1] https://noticias.asamblea.gob.ni/ruben-dario-unionista-centroamericano/
[2] Bautista Lara, F. (2015). “Último año de Rubén Darío”. 1edición. – Managua: La Salle XXI. Pp. 17 – 31.
[3] https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:107320-la-union-centroamericana-es-la-fuerza-que-nos-mueve-hacia-el-futuro