Compartimos un escrito del General Augusto C. Sandino, titulado «Combate de Guanacaste», fechado el 18 de enero de 1929. A continuación se presenta el texto:
Se contaron sesenta y dos caballos muertos, veintiocho mulas, dos ametralladoras enemigas completamente destruidas por nuestras bombas.
En el ya famoso árbol de Guanacaste, lugar del combate, que está en un precioso arenalito, se encontraron estampados pedazos de sesos e intestinos de uno de los artilleros de los bucaneros que más resistencia hizo, amparado al tallo del árbol.
Se avanzaron dos cañones deteriorados (de montaña), ciento dieciocho bestias aperadas, ciento dieciocho capotes, ciento dieciocho frazadas de casimir, ciento dieciocho alforjillas con muchos objetivos útiles, sesenta rifles Lewis, cuarenta y seis rifles Springfields, con mucho parque los mismos, cuarenta bombas de mano, doce discos de máquina Lewis, dos discos de Thompson, cuatro discos de rifle automático, nueve pistolas escuadras 45, doscientos tiros de Thompson, seis cajas de parque de los referidos cañones, conteniendo doce bombas cada una, y muchas presillas que llevaban prendidas en sus ropas los soldados piratas de Wall Street; entre ellas hay dos de Capitanes, una de Subteniente y una de Sargento Segundo. De todas las insignias que se quitaron de los sombreros de los muertos se llenó un costalito harinero de media arroba y tiene un peso de siete libras y cinco onzas; las insignias son las de bronce que representan al águila yankee y a la América que se quiere tragar.
Los que se distinguieron en el combate: En primer lugar, el soldado de diecisiete años de edad José Santos López, el Sargento Segundo, también de diecisiete años de edad, José Luis Mariona, Corneta de la Columna y anteriormente del Ejército Salvadoreño y de nacionalidad salvadoreño. E de notarse que Mariona se agarró cuerpo a cuerpo hasta dejar vencidos a dos soldados del enemigo y, acto continuo, siguió combatiendo ya con armas, armas quitadas por sus manos. Por este acto será ascendido, en la orden del Día, el Capitán Arturo Fernández, guatemalteco.
Pelearon con brillantez el Sargento Mayor Desiderio Aguilera y el soldado de catorce años de edad Ricardo Obando, el soldado Aquilino López, el Teniente Gregorio S. López, soldados Valentín Muñoz, José María Paz, Toribio Sánchez, quien fue el que abrió los fuegos y desbarató con una bomba el cañón más grande del enemigo.
Se esperan informes de las otras columnas, los cuales se darán a conocer en su oportunidad.
Con tan brillante triunfo ha iniciado su lucha este año nuestro Ejército Libertador contra los enemigos de la libertad de los pueblos.
Cuartel General de El Chipotón, Nicaragua, C.A., enero 18 de 1928. Décimo Séptimo de Lucha Antiimperialista en Nicaragua.
Patria y Libertad
Augusto César Sandino
Referencias: Ramírez, S. (1984). «El pensamiento Vivo / Augusto C. Sandino». Tomo I. Editorial Nueva Nicaragua, colección de pensamiento vivo 4. pp. 311 – 312
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